De las cosas que más me gusta de la naturaleza es que siempre te sorprende, sobre todo en la Patagonia. En este caso, un amanecer que parecía iba a estar bastante nublado y sin mucho colorido, de pronto cambió y empezaron a aparecer estas formaciones en la nubes con la iluminación en los cerros, convirtiéndolos en pura magia.

La fotografía se trata de eso, de poder capturar la luz de diferentes formas, según los ajustes que usemos en nuestras cámaras, dando más dramatismo y así poder “tratar” de que el espectador pueda llegar a sentir algo parecido a lo que uno siente en el momento de la toma. Sentir la naturaleza por todos nuestros poros y ubicarnos en lo pequeños que somos frente a tal grandeza.

La foto fue tomada en el sector de laguna Amarga, en la Estancia Goic.

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