Ubicado en la Reserva Nacional Altos de Lircay, en la Región del Maule, el Valle el Venado es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y el trekking desafiante. Este recorrido, que abarca un total de 40 kilómetros y tiene una duración aproximada de 3 días, ofrece una experiencia inmersiva en la majestuosidad de los paisajes andinos. Con un nivel de dificultad desafiante, es perfecto para quienes buscan superar sus límites mientras disfrutan de imponentes vistas de montañas, ríos y bosques nativos. 

Planifica tu visita:

El sendero Valle el Venado está ubicado en la Reserva Nacional Altos de Lircay, que abre de martes a domingo y su entrada tiene un costo de $3.200 adultos y $1.700 niños. En el caso del sendero Valle del Venado, el horario de entrada a la Reserva es de 8:30 a 10:30 hrs y el valor noche del camping en el sector Valle del Venado es de $4.500. Debido a que hay capacidad de acogida limitada se debe reservar en la web aspticket.cl. Para conocer el estado de la ruta llamar al +56 9 9064 3369 o escribir al correo reserva.altosdelircay@conaf.cl Considerar ropa adecuada para clima de montaña. Imprescindible gorra y lentes para protegerse del sol, ya que hay tramos de caminata sin sombra. La Conaf exige a los visitantes portar su propia cocinilla a gas como requerimiento para acampar. Aquí habita el ratón colilargo (portador de virus hanta), por lo que se debe tener cuidado con el porte de comida y basura y solo acampar en lugares habilitados.

¿Cómo llegar?

Desde Talca son 40 km por la ruta 115-CH hasta el cruce Vilches. Luego se continúa por la ruta K-705 por 29 km más, por una ruta pavimentada en buen estado. Un portón de madera que cierra el camino indica el ingreso a la Reserva, en Vilches Alto. Se debe estacionar afuera de la caseta de control y portón de ingreso de la Reserva Nacional Altos de Lircay, en el camino público pavimentado. Desde el terminal rodoviario de Talca hay buses diarios y regulares hacia la localidad de Vilches Alto. Se deben confirmar los horarios de los buses por vía telefónica al número +56 7 1224-3270, ya que cambian constantemente. El trayecto demora 2 horas y el bus se detiene a unos 3 km del Centro de Información Ambiental Conaf.

Época adecuada: Octubre a abril. En mayo los robles se tornan rojos. El resto del año las condiciones del clima son más desfavorables y el cruce del río Claro se vuelve complejo por la gran cantidad de agua que arrastra.

Recomendaciones: Si bien la caminata se puede hacer en dos días, se recomienda dedicarle al menos tres para tener tiempo de descanso y disfrutar de los paisajes. Otoño y primavera son estaciones muy recomendadas por los colores del bosque y porque hay menos visitantes que en el verano.

Operador turístico: Sendero autoguiado de Conaf. Se pueden contratar guías y caballos para alivianar la carga. 

Reserva Nacional Altos de Lircay. Créditos: Seba Isla
Reserva Nacional Altos de Lircay. Créditos: Sebastián Isla

Para alcanzar el valle del Venado se requiere caminar casi 20 km (8 horas aproximadamente) por un terreno de media montaña que primero asciende y luego desciende por el valle que antecede a la cordillera de volcanes maulinos. Por esto se sugiere dedicar tres días al trekking y así alivianar las jornadas de caminata, sobre todo considerando que se debe cargar bastante peso en la mochila para llevar el equipo de campamento, comida y agua suficiente.

El sendero comienza en el sector de Vilches Alto, en un sector delimitado por un portón, donde se deben dejar los vehículos. Gran parte del sendero está señalizado con letreros que indican cada uno de los “hitos” de la ruta. Desde el portón de entrada, son 2 km hasta la administración de la Conaf, donde los visitantes se deben registrar y pagar la entrada y el camping. Luego se alcanza un desvío que señala a la izquierda el precioso río Lircay que baja entre roqueríos y a la derecha el circuito de trekking Sendero Lircay.

Desde este punto (1427 msnm), se continúa por una ruta ancha que se interna por el valle del río Lircay a lo largo de los faldeos septentrionales del cerro Peine, donde inicia otro circuito de trekking que da a un mirador. Este tramo de bosque esclerófilo atraviesa varios de cursos de agua entre bosque esclerófilo donde se pueden recargar las botellas. Allí se escuchan las vocalizaciones del sapo hermoso, endémico de Chile y en peligro de extinción. Este anfibio es muy vistoso por sus manchas amarillas y anaranjadas.

Sapo hermoso (Telmatobufo venustus). Créditos: Jesús Morales
Sapo hermoso (Telmatobufo venustus). Créditos: Jesús Morales

Tras menos de una hora de caminata en ascenso, aparece el sector Las Lengas (1538 msnm), que tiene mesas y asientos techados. El paisaje cambia a uno más boscoso y la ruta continúa durante 2,5 km por laderas en las que predominan especies icónicas de la Reserva, como hualos, hualas (una mezcla de roble maulino con hualo), raulí y lenga. Un repertorio de bosque caducifolio que se entremezcla con otros árboles como el ciprés de la Cordillera y la huillipatagua. En eso, se alcanza el imponente mirador al cerro Tres Cuernos y, tras cruzar un puente de madera, se llega al área de acampar Los Carpinteros. Se sugiere terminar la jornada del primer día en este punto, pues se trata de un sector amplio, con mesas y varios sitios para carpas (no olvidar cerrar los portones del camping al entrar y salir).

Este camping conecta con el sendero que sigue hacia el sector de Enladrillado, a 3,2 km, una meseta de altura con una espectacular formación geológica. Esta recibe su nombre por los bloques de roca basáltica que lo asemejan a una planicie de ladrillos yuxtapuestos. Si bien este sector no forma parte del recorrido estrictamente, es posible alargar un día el trayecto y caminar hasta el extremo oriental del Enladrillado. Allí se puede descansar al borde del acantilado, que cae a pique hacia el valle del río Claro y otorga una vista magnífica a las montañas maulinas.

Al día siguiente, desde el camping Los Carpinteros se debe continuar en dirección al este por un sector de rocas y sin vegetación. Más adelante hay una bifurcación: se debe tomar el camino más marcado, a la derecha. El sendero de la izquierda, mucho menos frecuentado, corresponde a la travesía que conecta la Reserva Nacional Altos de Lircay con el Parque Nacional Radal Siete Tazas, más conocida como Sendero Inter reservas, de 3 días. Siguiendo por la ruta hacia el valle del Venado, se alcanza la vega Los Treiles, una pradera cubierta por bosquetes aislados donde se pueden avistar bandadas de tricahue. En los esteros de estas vegas altoandinas también es posible escuchar otro anfibio emblemático: el sapo de Hugo o sapito de pecho espinoso de Lircay.

Sapito de Hugo (Alsodes hugoi). Créditos: Felipe Rabanal
Sapito de Hugo (Alsodes hugoi). Créditos: Felipe Rabanal

El mirador Valle el Venado se alcanza tras una hora de caminata desde el área de acampar Los Carpinteros y corresponde al punto más alto del circuito: 1793 msnm. Un poco más abajo hay una plataforma que ofrece impresionantes vistas desde el farellón a todo el valle del río Claro, afluente del Maule, y en segundo plano al volcán Descabezado Grande, cubierto de un inmenso manto de ceniza junto a su vecino, el cerro Azul. También es posible observar la cascada el Despalmado, así como el sendero que baja hacia el valle, el cual es evidente. El sendero se interna por una ladera desprovista de vegetación, bajando por una pendiente bastante fuerte. Es un descenso largo y muy escénico, y se debe tener precaución con zonas algo expuestas y piedras sueltas.

Volcán Descabezado Grande. Créditos: Verónica Hernández
Volcán Descabezado Grande y Cerro Azul. Créditos: Verónica Hernández
Volcán Descabezado Grande. Créditos: Verónica Hernández
Volcán Descabezado Grande. Créditos: Verónica Hernández

La ruta sigue bajando hasta alcanzar nuevamente zonas de robles hasta salir a un claro. Tras superar un filo arenoso, se baja a la planicie formada por el lecho del río Claro, un buen punto de descanso que también es conocido como sector La Playa. Allí hay un cartel de madera que indica a la izquierda la cascada el Despalmado, y a la derecha al valle del Venado. Pocos metros después del cartel, tras 5 km desde el mirador, se debe cruzar el río Claro hacia su ribera oriente.


La profundidad del río varía según la fecha, pero puede ser de más de 1 m, por lo que se debe tener precaución al cruzarlo. Una vez en la ribera opuesta, se continúa por una huella apenas marcada que avanza por el lecho del río. Tras recorrer 3 km se llega a un bosque junto a un sector con abundante ceniza volcánica, conocido como el valle del Blanquillo. Hay postes de madera que indican la ruta, la cual suele perderse en este tramo. Aquí se comienza un ascenso por una pequeña pendiente que ingresa a un bosque y da paso a un puente de madera. Tras cruzarlo, se debe continuar por 1 km para llegar finalmente al valle del Venado y al sector de camping habilitado por la Conaf. Aquí también hay un refugio, pero no está habilitado para los caminantes. Muchos montañistas usan este punto para acampar en su ruta hacia el ascenso al volcán Descabezado Grande y Circuito El Cóndor.

Al día siguiente, se puede ir a conocer la cascada el Despalmado. Para ello se debe retornar al río Claro y tomar el sendero (marcado por un letrero) que lleva hacia el salto de agua. En la planicie arenosa formada por el lecho del río, se avanza hasta la confluencia del río Claro con el arroyo el Despalmado. Es necesario vadear el río (hay que sacarse los zapatos). Una vez al otro lado, son solo unos minutos hasta el pie mismo de la cascada. Es aconsejable acercarse a ella por la ribera este, lo que exige cruzar a su vez el arroyo el Despalmado. Desde aquí, se retorna al desvío en el río Claro para devolverse por el mismo sendero hasta la entrada de la Reserva. Considerar todo un día de caminata para el retorno, que consiste en 20 km con importantes desniveles.

Este artículo fue originalmente publicado en la Guía Chiletur Trekking 2023.

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