¿Cuáles agregarías a la lista? 7 raftings imperdibles para hacer en Chile en verano
Para quienes buscan aventura este verano en Chile, el rafting es uno de los panoramas ideales si se sabe nadar. Además de disfrutar del agua de increíbles ríos que hay en el país, esta actividad promete encantarse con el entorno local. En este artículo, seleccionamos 7 ríos en los que se puede realizar este deporte, que prometen un recuerdo inigualable para quienes quieran disfrutar de un panorama familiar o aquellos más osados.
El rafting es una actividad en equipo, que se realiza de 6 a 8 personas por balsa, y que requiere distintos niveles de experiencia dependiendo de la clase del rápido, siendo desde la clase 1 a la 3 para principiantes y de la 4 a la 6 para expertos.
Chile cuenta con muchos ríos en los que se ofrece esta actividad en sus diferentes intensidades. Por ello, hablamos con distintos tour operadores del país para elegir siete ríos para poder disfrutar de este deporte de mejor forma.
Antes de salir, los guías apuntan todos a lo mismo: realizan una clase y explican lo que se debe hacer en el agua y ante alguna caída, para lo cual hay gente encargada del rescate. Además, hacen entrega del equipo, que consiste en un casco, trajes y botas para el agua, cortavientos y chalecos salvavidas. También cuentan con servicio fotográfico.
Región Metropolitana
Río Maipo
En el Cajón del Maipo se encuentra el Río Maipo, que tiene la característica de que se puede hacer rafting todo el año, pero cambia mucho entre invierno y verano. En invierno el caudal es más bajo y el río va creciendo poco a poco con los deshielos hasta que alcanza su punto máximo en los meses de diciembre y enero. Depende del caudal del río la dificultad de la actividad, siendo febrero y marzo los mejores meses para venir en familia porque es más tranquilo. Aquí la edad mínima para hacer rafting varía entre los 8 y los 14 años, dependiendo de la intensidad del río.
Desde Ruta Vertical, que ofrecen el servicio de esta aventura, nos explican que trabajan con dos secciones del río: un tramo que es desde San Alfonso hasta Melocotón, y otro que parte en Melocotón y termina en San José de Maipo. Esta última sección es más intensa, ya que hay más rápidos y es posible mojarse más.
También es posible organizar algunas actividades diferentes. Por ejemplo, como anécdota, explican que una vez organizaron una pedida de matrimonio en este río tan icónico para la Región Metropolitana.
Región de Los Lagos
Río Petrohué
Al hacer rafting en el Río Petrohué, que conecta con Puerto Varas, disfrutarás de las vistas de cuatro volcanes desde la balsa mientras esquivas rápidos clase 3 y 4. El paisaje se combina con el color del agua, rápidos entretenidos y seguros.
Dentro de los operadores de esta actividad en la zona está Kokayak. Su fundador, el francés Richard Carrier, comenta que la belleza y pureza del lugar, además de la calidad del río para hacer rafting, lo llevaron a fundar la empresa hace 23 años. En esta línea, recuerda algunas anécdotas andando en kayak, como que saltara un salmón frente a él o ver nadar un pudú hasta la orilla.
Río Puelo
Desde Cochamó, Puelo Expediciones nos comenta que la única forma de conocer el río Puelo es en balsa y aquí las actividades se realizan en verano, desde diciembre hasta marzo. El rafting se hace desde Puerto Urrutia hasta Santo Domingo y corresponde a una clase 3 y 4, ya que las olas son grandes.
Aquí corre bastante agua, por lo mismo es bastante seguro, ya que es difícil toparse con piedras. También para recorrer en familia realizan flotadas para conocer el Valle del Puelo, donde puedes ver el paisaje tranquilamente.
El río va entremedio de la cordillera, tiene vistas a la selva, por lo que se puede apreciar la flora y fauna nativa, y también murallones desde donde caen cascadas al río. De hecho, nos comentaron también que a veces se puede ver como los martines pescadores pescan truchas en el río, además de avistar algunos pudú.
Río Blanco
Desde Hornopirén son las salidas para hacer rafting en el Río Blanco, un caudal de aguas turquesas de origen glaciar. En este río, desde octubre hasta marzo, se puede practicar rafting con buenos niveles de caudal.
Desde Ad Patagonia Expediciones, nos comentan que ellos seccionan el río en tres partes. Primero está la sección baja, que es desde el puente hasta la desembocadura del río llegando al mar. Este es un tramo bastante familiar y de aprendizaje. Luego está la parte media, que es más técnica y la parte alta en la cascada del Río Blanco que se encuentran en el Parque Nacional Hornopirén, que es una mini expedición y se necesita experiencia previa en rafting.
Río Futaleufú
El Río Futaleufú es conocido como uno de los mejores para hacer rafting en el mundo. Aquí podrás disfrutar del agua turquesa y la belleza del valle rodeado de glaciares y montañas. En este río se pueden hacer actividades tanto para principiantes, como para avanzados.
Desde Patagonia Elements nos comentan que, si bien el río tiene rápidos intensos, es seguro, ya que no hay piedras obstaculizando el paso o árboles en el camino.
Región de Aysén
Río La Paloma
El Río La Paloma está ubicado a una hora de Coyhaique. Desde Turismo Baguales nos comentan que este río es considerado el mejor rafting de la zona e incluso de la Región de Aysén. El agua de este río viene de un glaciar y de tres lagos: Plomo, Sur y Desierto.
Hasta el momento el caudal del río sigue alto producto de la gran cantidad de nieve que cayó en 2023, por lo que se recomienda que las personas que vayan a hacer rafting tengan experiencia.
Río Baker
El Río Baker, ubicado en Coyhaique, es uno de los más caudalosos de Chile, pero es seguro, ya que no tiene rocas obstruyendo el paso. La actividad comienza en el Lago Bertrand y desde Turismo Río Baker nos comentan que no hay requisitos de experiencia para hacer rafting en este río, ya que este es clase 2-3. También está la opción de flotadas familiares para los que quieren un viaje tranquilo.
Su agua es turquesa proveniente del glaciar y el paisaje formado por los cordones montañosos Soler y Contreras, va acompañando el viaje. En la bajada puedes ver el verde de la flora andina, como el lenga y también su fauna, como patos cormoranes, cauquén e incluso nos comentan que hace un mes vieron dos huemules.
También nos cuentan que han llegado adultos mayores a hacer rafting y les dicen que le cumplieron un sueño. Para ellos esa es la parte bonita: que les den la confianza para hacerlos vivir una buena experiencia. Así que no hay edad máxima para hacer rafting y nunca es tarde para cumplir un sueño. Solo basta saber a dónde ir y qué intensidad estás preparado para enfrentar.