Tiger King: la historia de delirios, crimen y tráfico de especies que se convirtió en el nuevo fenómeno de Netflix
La combinación de excentricidad y crimen ha posicionado a la nueva miniserie de Netflix como un verdadero fenómeno en esta cuarentena. La historia de Joe Exotic revela el submundo de los dueños de zoológicos privados y felinos exóticos en territorio estadounidense. La fuerte rivalidad que sostiene Exotic con la fundadora de un santuario de fauna silvestre escala a tal nivel, que supera con creces la ficción y a la más exagerada de las teleseries. Pero destapa un hecho no menor: hay más tigres cautivos en Estados Unidos que en libertad en el mundo. En Ladera Sur te contamos un poco de esta historia junto a Kendra Ivelic, coordinadora general del Refugio Animal Cascada.
Ostenta un estilo ochentero, es polígamo y amante de las armas, y grabó un álbum titulado “I saw a tiger”. Durante años se dedicó al tráfico, crianza y exhibición de un sinnúmero de criaturas salvajes, en especial grandes felinos como tigres, leones y pumas. Su archienemiga, en tanto, es una activista por los derechos animales que algunos tildan como la “Madre Teresa de los gatos”, con quien se enfrasca en una pugna que deriva en el arresto de Exotic.
Parece ficción, pero en realidad se trata de la historia de Joseph Maldonado-Passage, más conocido como Joe Exotic, el ahora ex dueño de un zoológico privado en Oklahoma, Estados Unidos, que protagoniza «Tiger King» (Rey Tigre), una nueva y exitosa miniserie de Netflix. La producción, dirigida por Eric Goode y Rebecca Chaiklin, expone en siete episodios cómo el norteamericano se ve envuelto en un crimen por encargo en el excéntrico submundo de la cría de grandes felinos.
“El tráfico ilegal de animales exóticos es un fenómeno que pareciera haber desaparecido, pero la verdad es que está latente”, asegura Kendra Ivelic, coordinadora general del Refugio Animal Cascada, un centro de rehabilitación y reintroducción de fauna nativa, que desde 2003 rescata y acoge a animales en distintas circunstancias.
“Curiosamente, es este tipo de uso de fauna silvestre lo que nos tiene encerrados en nuestras casas, enjaulados por primera vez como consecuencia de nuestras acciones desmedidas”, agrega Ivelic, en alusión a la crisis sanitaria desatada a nivel global por el COVID-19, misma enfermedad que aqueja en estos momentos al mismísimo Exotic.
La trama avanza en medio de un mundo excéntrico e delirante, con narcotraficantes y líderes de “sectas” incluidos que comparten la afición por la tenencia de criaturas salvajes. Exotic comienza a perder el control a medida que avanza su conflicto y disputa legal con Carole Baskin, directora de la Fundación Big Cat Rescue, quien lo acusa de maltratar a estos grandes carnívoros.
Lo anterior se debe a las prácticas que eran habituales en el Gran Parque de Animales Exóticos de Wynnewood, recinto administrado por Exotic, donde los ávidos clientes podían manipular y acariciar a especies como tigres, ya fueran crías o adultos, e incluso comprar alguno de estos mamíferos para sus “colecciones” privadas, en el caso de aquellos que tuvieran el bolsillo más abultado, sustentando así un negocio sumamente lucrativo.
Por si fuera poco, y en medio del intercambio constante de amenazas, el dueño del zoológico asegura a través de un seguidilla de videos burlescos que Baskin hizo desaparecer a su segundo marido, alimentando a los tigres con su cadáver, al fiel estilo gore.
La rivalidad escala a tal nivel, que Exotic termina apresado en septiembre de 2018 por intentar contratar a un sicario que asesine a Baskin. Actualmente, cumple una condena de 22 años en prisión por dos cargos de asesinato a sueldo y otros 17 cargos relacionados con la fauna silvestre, incluyendo la venta ilegal.
Pero ¿cómo es que termina confinado al igual que sus adorados tigres?
La punta del iceberg
En términos generales, el tráfico ilegal de especies silvestres moviliza más de 10 mil millones de dólares al año, erigiéndose como uno de los negocios más lucrativos junto al narcotráfico y a la venta ilícita de armas. Varias especies se encuentran con severos problemas de conservación, e incluso al borde de la extinción, por la combinación de este tipo de comercio con otras amenazas como la caza y pérdida de hábitat.
De hecho, el tigre – que inspira el apodo de Joseph Maldonado-Passage – se encuentra en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Si bien la miniserie de Netflix no ahonda en los efectos del comercio para la tenencia en cautiverio, muestra una parte decidora de esta realidad, y cómo se conjuga no solo con el mundo de los negocios, sino también con un anhelo de mayor estatus.
Ivelic asegura que “los humanos somos en general seres muy egocéntricos y tenemos la necesidad de sentirnos superiores al resto o de dominar a otras especies. En esta miniserie se aprecia el extremo al que podemos llegar cuando nos envolvemos en esa necesidad enfermiza de ser dominantes y lo peligrosos que podemos llegar a ser como especie”.
Fueron cientos de animales salvajes los que pasaron por las manos y jaulas de Exotic, lo que destapó no solo las falencias de las leyes federales, estatales y locales en el país norteamericano, sino también el hecho no menor de que en Estados Unidos existen alrededor de 5.000 tigres en cautiverio, a diferencia de los casi 3.900 felinos que viven en libertad en el mundo, según la World Wildlife Fund (WWF). Pese a estos cálculos, reconocen que es difícil entregar datos exactos ante la falta de monitoreo y fiscalización.
“Parece impactante que hay más tigres en cautiverio en Estados Unidos que en libertad en el mundo, pero esa es una realidad que viven muchas especies. Llama la atención que todos los centros con tigres que muestran en la serie se llaman a ellos mismos conservacionistas, solo por el hecho de que trabajan con animales exóticos y dicen ‘educar a la gente’, por lo que tenemos que ser cuidadosos y críticos al momento de apoyar iniciativas como estas. Si todos los recursos que estos centros han invertido en criar tigres para exhibir y vender, se hubiesen usado para hacer conservación real de tigres en vida silvestre, quizás hoy en día no estarían en peligro crítico de extinción”, cuestiona Ivelic.
Por otro lado, Netflix publicó recientemente un octavo episodio especial, titulado “El Rey Tigre y yo”, con los testimonios de algunos de los participantes de la producción, quienes entregan sus impresiones luego del estreno que los llevó a las pantallas de todo el mundo.
La coordinadora general del Refugio Animal Cascada recomienda ver la miniserie “pues expone la compleja situación que viven los grandes felinos en el mundo, pero sugiero verla con una mirada crítica, observar los tratos a los animales, la comida que les entregan, las ropas con que los visten, las jaulas en las que viven. Es un documental en el que muestran la situación de los tigres en cautiverio, pero también tiene a humanos protagonistas muy locos, que hacen olvidar el problema de fondo que es la esclavización de animales para entretención y para ganar dinero”.