A lo largo de las últimas décadas, el cambio climático ha dejado huellas profundas en cada rincón del planeta, y uno de los indicadores más visuales de esta transformación es el deshielo de los glaciares. Estos gigantes, que cubren cerca del 10% de la superficie terrestre, durante milenios han sido los testigos silenciosos de los ciclos naturales, reguladores del clima, almacenando grandes cantidades de agua dulce y liberándola gradualmente en forma de ríos que abastecen a millones de personas y ecosistemas.

Sean Gallup, fotógrafo de Getty Images, ha dedicado una década de su vida a retratarlos, enfocándose en el impacto que ha generado el cambio climático en ellos. «Son simplemente creaciones magníficas. El agua, después de todo, es algo que damos por sentado: abrimos el grifo de la cocina y fluye. La bebemos, nos bañamos, lavamos nuestra ropa. Y, sin embargo, la naturaleza la transforma, la congela y la convierte en estas increíbles obras de arte. Los glaciares pueden ser masivos y moverse con una fuerza que tritura todo lo que encuentran en su camino. Su retroceso, lamentablemente, es innegable y tangible. A diferencia de otros problemas ambientales que pueden parecer más abstractos, el deshielo de un glaciar es una pérdida visible», señala Gallup.

En ese sentido, uno de los efectos más alarmantes del calentamiento global es el acelerado derretimiento de los glaciares en todo el mundo. Este proceso ha sido intensificado por la constante emisión de gases de efecto invernadero que han provocado un aumento de las temperaturas globales. En muchos lugares, los glaciares están retrocediendo a un ritmo preocupante, con algunos perdiendo varios metros de grosor cada año.

Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
EQIP SERMIA, GROENLANDIA – 1 DE AGOSTO: En esta vista aérea, el hielo desprendido del glaciar Eqip Sermia, también llamado glaciar Eqi, se aleja de su cara de 200 metros de altura durante un clima inusualmente cálido el 1 de agosto de 2019 en Eqip Sermia, Groenlandia. Eqip Sermia se encuentra aproximadamente a 350 km al norte del Círculo Polar Ártico, y si bien el desprendimiento de hielo de su cara es un proceso natural que se remonta a millones de años, el retroceso del glaciar de aproximadamente 3 km en los últimos 100 años es un fenómeno nuevo. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).

Lo que antes era una visión majestuosa de paisajes inalterados, hoy se ha convertido en una emergencia ambiental que exige nuestra atención urgente. Entre quienes han documentado esta crisis con un enfoque impactante y revelador está Gallup, cuyo trabajo ha trascendido más allá de la simple observación para convertirse en un llamado a la acción.

Gallup se ha dedicado a capturar el deshielo de los glaciares en lugares como Groenlandia, Islandia y los Alpes, siendo testigo de la transformación de paisajes completos que, en muchos casos, solo existen en su memoria y en sus fotografías. Su obra no solo destaca por su estética, sino que también por la reflexión profunda que invita a quienes la observan sobre la urgencia de combatir el cambio climático. Las imágenes que registra documentan un fenómeno global, pero al mismo tiempo actúan como poderosas herramientas visuales para generar conciencia.

Para lograr esta meta, Gallup ha tenido que enfrentarse a la naturaleza en sus formas más extremas, sobre todo en las zonas más remotas del planeta, lo que representa un desafío físico, logístico y emocional. Cada expedición que Gallup realiza es una lucha contra las inclemencias del tiempo, la falta de accesibilidad y las dificultades tecnológicas.

Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
OBERGOMS, SUIZA – 19 DE AGOSTO: Burbujas de cientos de años de antigüedad yacen iluminadas dentro del hielo del glaciar del Ródano el 19 de agosto de 2019, cerca de Obergoms, Suiza. La parte cubierta del glaciar contiene una gruta de hielo y un túnel excavado anualmente como atracción turística. El glaciar del Ródano es el nacimiento del río Ródano y, desde la década de 1850, ha perdido aproximadamente 1300 metros de longitud. Si bien el retroceso de los glaciares en toda Europa forma parte de un proceso natural que comenzó con el fin de la Pequeña Edad de Hielo a mediados del siglo XIX, la aceleración del derretimiento desde la década de 1960 es un fenómeno que muchos científicos atribuyen a la actividad humana y que está contribuyendo al calentamiento del clima de la Tierra. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).

Fotoperiodismo para retratar el deterioro de los glaciares

Sean Gallup es un fotógrafo cuya carrera ha estado marcada por su compromiso con el fotoperiodismo y su capacidad para captar los momentos cruciales de la historia contemporánea. Con más de tres décadas de experiencia en la fotografía, Gallup ha sido testigo y narrador de numerosos eventos internacionales que han definido el curso del siglo XXI. Su trabajo no solo abarca temas políticos, sociales y de entretenimiento, sino que en los últimos años ha centrado su mirada en una de las problemáticas más urgentes de nuestro tiempo: el cambio climático, especialmente a través de la desaparición de los glaciares.

Gallup, originario de Santa Mónica, California, se formó en el Williams College y la Universidad de Texas en Austin, donde comenzó a combinar su interés en la política y las ciencias con la fotografía. Su carrera profesional comenzó en los Estados Unidos, pero a lo largo de los años vivió y trabajó en varios países, entre ellos Austria, la República Checa, Francia y Alemania. Esta experiencia internacional le permitió no solo abarcar una gran diversidad de temas en su trabajo, sino que también aportar una perspectiva global a las historias que documentaba.

«Decidí dedicarme al fotoperiodismo cuando me di cuenta de que podía combinar mi interés por la fotografía con mi interés paralelo en los acontecimientos actuales. Estaba en la universidad en EE.UU., donde estudié ciencias políticas y ruso, durante la perestroika y la caída del Muro de Berlín. Fue un período emocionante en la historia mundial y quería formar parte de él», comenta Gallup.

Sean Gallup. Créditos: Getty Images.
Sean Gallup. Créditos: Getty Images.

Su incursión en el fotoperiodismo ambiental fue más bien gradual, pero decisiva. Durante años, Gallup cubrió eventos políticos y culturales que definieron la historia reciente, como la caída del Muro de Berlín y los eventos relacionados con la Perestroika, lo que alimentó su deseo de capturar momentos decisivos que tuvieran un impacto en el mundo.

Sin embargo, fue en un viaje personal a los Alpes suizos, junto a su esposa, cuando la magnitud del cambio climático tocó su vida de una manera inesperada. Durante una excursión de senderismo, se encontró frente a un glaciar en todo su esplendor y belleza, lo que despertó en él una fascinación profunda por estos gigantes de hielo. Este encuentro marcó un punto de inflexión en su carrera.

Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
INNERGSCHLOESS, AUSTRIA – 20 DE AGOSTO: El agua se precipita desde el glaciar Schlatenkees, que se derrite, el 20 de agosto de 2023 cerca de Innergschloess, Austria. Según datos recopilados por la Asociación Alpina Austriaca, el Schlatenkees retrocedió 89,5 metros de longitud solo en 2022, más que cualquier otro de los 89 glaciares austriacos estudiados y muy por encima del retroceso anual promedio de los últimos años anteriores. Las temperaturas mensuales superiores a la media registradas por GeoSphere Austria durante junio, julio y agosto de este año indican que es probable que el Schlatenkees se enfrente a otro verano de fuerte deshielo. Si bien los glaciares de Austria han estado retrocediendo constantemente desde la Pequeña Edad de Hielo de mediados del siglo XIX, los períodos de crecimiento intermitente de los glaciares se extendieron hasta la década de 1980. Desde entonces, los glaciares han retrocedido rápidamente, y el ritmo de deshielo se ha acelerado drásticamente en la última década. Los científicos culpan al calentamiento global, que está prolongando e intensificando la temporada de deshielo estival de los glaciares en los Alpes europeos. Además, la disminución de las nevadas anuales deja los glaciares más expuestos al sol e impide la formación de nuevo hielo. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).

«Sigo cubriendo principalmente noticias y política. Mi interés por un proyecto a largo plazo sobre el deshielo de los glaciares, que realizo en los meses de verano cuando desaparece la nieve y quedan expuestos los glaciares, surgió al hacer senderismo con mi esposa en los Alpes europeos, donde en algún momento me encontré con glaciares y quedé maravillado por su tamaño y belleza. Comencé a fotografiarlos y, con el apoyo y estímulo de mi editor en Getty Images, amplié el alcance y mi compromiso con el tema», relata Gallup.

«Cuando estoy frente a un glaciar, siento asombro y respeto. Son creaciones magníficas, hermosas y poderosamente físicas. Dado que muchos están retrocediendo tan rápidamente, siento la responsabilidad de documentarlos antes de que desaparezcan. Algún día llevaré a mis nietos a algunos de ellos, y en mis fotografías podrán ver lo que alguna vez estuvo allí», agrega.

Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
KANGERLUSSUAQ, GROENLANDIA – 9 DE JULIO: Burbujas de aire yacen atrapadas en agua bajo una fina capa de hielo vespertino en un agujero creado por crioconita en el glaciar Isunnguata Sermia de la capa de hielo de Groenlandia el 9 de julio de 2024 cerca de Kangerlussuaq, Groenlandia. La crioconita es una combinación de polvo, hollín y otras partículas que se acumulan en puntos sobre el hielo, absorben la radiación solar y derriten el hielo que se encuentra debajo para crear pequeños agujeros en el hielo. Un equipo de científicos ha observado que las cantidades cada vez mayores de agua de deshielo en la superficie del glaciar que se abren paso hacia los flujos glaciares subyacentes están provocando un aumento en la producción de metano de Isunnguata Sermia. A principios de este año, otros científicos publicaron un estudio en el que concluyeron que los glaciares de Groenlandia, que todos provienen de la capa de hielo de Groenlandia, se han retirado aproximadamente un 20% más de lo estimado anteriormente. De los 200 glaciares incluidos en el estudio, solo uno ha crecido desde 1985. En general, la cantidad de hielo glacial que se derrite a nivel mundial ha aumentado notablemente en los últimos 30 años a medida que el calentamiento global continúa intensificándose. Según la Agencia Espacial Europea, la Tierra perdió 28 billones de toneladas de hielo entre 1994 y 2017, suficiente para cubrir todo el Reino Unido con una capa de hielo de 100 metros de espesor. Desde 2017, la tasa de pérdida de hielo ha aumentado a 1,3 billones de toneladas anuales, frente a los 0,8 billones de toneladas de la década de 1990. Según el Programa para el Monitoreo de la Capa de Hielo de Groenlandia (PROMICE), esta capa ha estado perdiendo masa continuamente desde 1996, con una pérdida acumulada desde 1986 cercana a las 6.000 gigatoneladas métricas, o seis billones de toneladas. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).
Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
GAUPNE, NORUEGA – 10 DE AGOSTO: La cara de una montaña se refleja en un lago creado por el agua del deshielo del glaciar Nigard (Nigardsbreen) el 10 de agosto de 2020, cerca de Gaupne, Noruega. El glaciar Nigard es un brazo del enorme glaciar Jostedal (Jostedalsbreen), el mayor glaciar de Europa continental. El glaciar Jostedal tiene aproximadamente 60 km de longitud y de él sobresalen unos 50 brazos glaciares. Si bien los numerosos brazos del glaciar Jostedal han experimentado un proceso natural de expansión y recesión durante los últimos siglos, el calentamiento global ha acelerado su deshielo en las últimas décadas, por lo que los glaciares están perdiendo longitud y profundidad. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).

Su trabajo con los glaciares: el despertar de una pasión

Desde su primera incursión en los glaciares en 2016, Gallup comenzó a ver cambios devastadores en estos paisajes helados. Su fascinación inicial por su belleza fue reemplazada por un creciente sentido de urgencia. La fotografía se convirtió en su herramienta para capturar no solo la magnificencia de estos paisajes, sino que también su fragilidad. Cada expedición se convirtió en un registro visual de cómo la naturaleza, que anteriormente parecía tan eterna, estaba siendo modelada por la mano del hombre.

El trabajo de Gallup, aunque fundamentalmente estético, tiene un propósito mucho más profundo. No se trata únicamente de mostrar paisajes espectaculares; su objetivo es documentar el retroceso visible de los glaciares como un símbolo de la crisis climática global. A lo largo de sus viajes, Gallup ha regresado a los mismos lugares en varias ocasiones para tomar fotografías comparativas. Estas imágenes son poderosas por su belleza, así como por el contraste que ofrecen: lo que alguna vez fue un glaciar imponente, hoy es una masa de hielo deteriorada o, en algunos casos, casi completamente desaparecida.

Uno de los ejemplos más impactantes de este cambio lo vivió con el glaciar del Ródano en Suiza. En su primera visita en 2016, Gallup capturó el glaciar en su esplendor. Sin embargo, al regresar en 2022, lo encontró irreconocible. El glaciar, que anteriormente se extendía a lo largo de un vasto territorio, había retrocedido de manera dramática. Este tipo de transformaciones, visibles en el transcurso de pocos años, no solo documentan la pérdida de los glaciares, sino que también el tiempo que nos queda para actuar antes de que estas maravillas naturales desaparezcan por completo.

Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
FJAERLAND, NORUEGA – 12 DE AGOSTO: El agua desciende por una cascada bajo el glaciar Flatbreen hacia el valle de Supphelledalen el 12 de agosto de 2020, cerca de Fjaerland, Noruega. El glaciar Flatbreen es un brazo del enorme glaciar Jostedal (Jostedalsbreen), el mayor glaciar de Europa continental. El glaciar Jostedal tiene aproximadamente 60 km de longitud y de él sobresalen unos 50 brazos glaciares. Si bien los numerosos brazos del glaciar Jostedal han experimentado un proceso natural de expansión y recesión durante los últimos siglos, el calentamiento global ha acelerado su derretimiento en las últimas décadas, por lo que los glaciares están perdiendo longitud y profundidad. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).

«He estado trabajando en este proyecto desde 2016, más con la intención de explorar nuevos lugares que de regresar a glaciares que ya había visitado. Dicho esto, mi archivo sobre algunos de ellos está empezando a crecer, como el glaciar del Ródano en Suiza y el Pasterze, el glaciar más grande de Austria. En 2022 regresé al glaciar del Ródano y llevé algunas de las fotos que había tomado en 2016. Encontré exactamente el mismo lugar donde había tomado una de las imágenes. Lo que me impactó no fue solo la disminución en longitud, sino también en profundidad. Era como un globo que se desinfla», recuerda con nostalgia Gallup.

El trabajo de Gallup no se limita a la observación pasiva. A menudo se enfrenta a desafíos extremos para capturar sus imágenes. Las condiciones climáticas impredecibles, la luz difícil y la necesidad de desplazarse por terrenos complicados son solo algunos de los obstáculos que debe superar en cada una de sus expediciones. Sin embargo, una de las herramientas que ha revolucionado su trabajo es el uso de drones, que le permite obtener perspectivas únicas de los glaciares desde alturas imposibles de alcanzar por otros medios. Los drones no solo han mejorado la calidad de sus imágenes, sino que también le han permitido explorar áreas de difícil acceso que de otro modo habrían sido peligrosas para los seres humanos.

«Simplemente llegar a los glaciares puede ser físicamente muy arduo. El clima impredecible y la luz difícil también son un reto. Una gran ayuda ha sido la evolución de la tecnología de drones: incluso con uno pequeño puedo obtener perspectivas y explorar características de los glaciares que de otro modo serían extremadamente difíciles, peligrosas o imposibles», afirma Gallup.

Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
KAUNERTAL, AUSTRIA – 10 DE MAYO: Martin Stocker-Waldhuber, glaciólogo del Instituto de Investigación Interdisciplinaria de Montaña de la Academia Austriaca de Ciencias, retira la nieve incrustada de una estación meteorológica sobre el glaciar Gepatschferner tras extraer muestras de núcleos de hielo en la cumbre del Weissseespitze el 10 de mayo de 2024, sobre Kaunertal, Austria. El Weissseespitze, a 3500 metros de altitud, tiene hielo de entre 400 y 6000 años de antigüedad, lo que ofrece a los científicos una oportunidad excepcional para analizar la historia del glaciar Gepatschferner, el segundo más grande de Austria, que se encuentra justo debajo del Weissseespitze. Las variaciones en las capas de hielo del Weissseespitze pueden revelar periodos de expansión y retroceso de los glaciares, lo que proporciona información sobre los periodos de calentamiento y enfriamiento en la región alpina europea. Sin embargo, el hielo del Weissseespitze se está derritiendo rápidamente. En 2019, aún tenía 11 metros de espesor. Hoy tiene siete metros y pierde un promedio de 80 centímetros de espesor al año. Si bien los glaciares austriacos han estado retrocediendo constantemente desde la Pequeña Edad de Hielo, que finalizó a mediados del siglo XIX, los períodos de crecimiento intermitente de los glaciares se extendieron hasta la década de 1980. Desde entonces, los glaciares han retrocedido rápidamente, y el ritmo de derretimiento se ha acelerado drásticamente en la última década. Los científicos atribuyen este hecho al calentamiento global, que está prolongando e intensificando la temporada de deshielo estival de los glaciares. La disminución de las nevadas anuales está dejando a los glaciares más expuestos al sol e impidiendo la formación de nuevo hielo. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).
Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
INNERGSCHLOESS, AUSTRIA – 20 DE AGOSTO: En esta vista aérea, la lengua del glaciar Schlatenkees se encuentra con un lago de su propia agua de deshielo y fragmentos de hielo desprendidos el 20 de agosto de 2023 cerca de Innergschloess, Austria. Según datos recopilados por la Asociación Alpina Austriaca, el Schlatenkees retrocedió 89,5 metros de longitud solo en 2022, más que cualquier otro de los 89 glaciares austriacos estudiados y muy por encima del retroceso anual promedio de los últimos años. Las temperaturas mensuales superiores a la media registradas por GeoSphere Austria durante junio, julio y agosto de este año indican que es probable que el Schlatenkees se enfrente a otro verano de fuerte deshielo. Si bien los glaciares de Austria han estado retrocediendo constantemente desde la Pequeña Edad de Hielo de mediados del siglo XIX, los períodos de crecimiento intermitente de los glaciares se extendieron hasta la década de 1980. Desde entonces, los glaciares han retrocedido rápidamente, y el ritmo de derretimiento se ha acelerado drásticamente en la última década. Los científicos atribuyen este hecho al calentamiento global, que está prolongando e intensificando la temporada de deshielo estival de los glaciares en los Alpes europeos. Además, la disminución de las nevadas anuales está dejando los glaciares más expuestos al sol e impidiendo la formación de nuevo hielo. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).

Uno de los aspectos más complejos de este trabajo es la paciencia que requiere. A diferencia de los reportajes de noticias urgentes, donde las imágenes capturan momentos inmediatos y dramáticos, el fotoperiodismo sobre el cambio climático es un proceso más lento y meticuloso. Los glaciares no se derriten de la noche a la mañana, y el impacto del cambio climático se va mostrando poco a poco, año tras año. Para Gallup, esto significa que las fotografías que toma deben tener un enfoque narrativo, una historia detrás de cada imagen. Los cambios en los glaciares no son solo una cuestión visual, sino que tienen implicaciones mucho más profundas, y su trabajo como fotógrafo es traducir esa realidad de forma que resuene emocionalmente con el público.

«La clave es el contexto. Una imagen o video hermoso puede captar la atención, pero sin una historia, datos o reflexión detrás, se queda en lo superficial. Mi consejo es: cuenta historias. Preocúpate por lo que hay detrás del paisaje. Habla con los habitantes locales, documenta los cambios, haz comparaciones. La naturaleza tiene voz, pero necesita intérpretes. También, la gente se ha acostumbrado a realzar las fotografías para hacerlas más atractivas visualmente. ¡No lo hagas! Al hacerlo, cruzas de la verdad a la fantasía», señala Gallup.

A lo largo de sus expediciones, ha sido testigo de cómo las comunidades locales que dependen del agua de los glaciares para su sustento se ven cada vez más afectadas por su deshielo. Las culturas que han existido durante siglos en la cercanía de estos gigantes de hielo se enfrentan a una transformación radical en su modo de vida debido a la reducción de estos recursos. Esta dimensión humana de su trabajo agrega una capa de urgencia a la crisis global, haciendo evidente que el calentamiento global no es solo un fenómeno natural, sino una problemática que afecta directamente a las personas.

Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
GLETSCH, SUIZA – 20 DE JUNIO: Esta yuxtaposición de dos imágenes, la primera del 22 de agosto de 2016 (abajo) y la otra del 20 de junio de 2022, muestra una vista desde el mismo punto del glaciar del Ródano en retroceso cerca de Gletsch, Suiza. El Ródano se está derritiendo a un ritmo acelerado, habiendo perdido un promedio de cinco metros por año de espesor vertical durante los últimos diez años. Es probable que este verano sea especialmente duro para los glaciares suizos. Normalmente, a mediados de junio, los glaciares aún estarían cubiertos de nieve que los protege del sol, pero debido a la escasa nieve caída este año, los glaciares ya están expuestos y se están derritiendo rápidamente en condiciones más típicas de finales de julio o agosto. Matthias Huss, glaciólogo de la Universidad ETH de Zúrich y director de la red suiza de monitoreo de glaciares, y sus colegas están estudiando aproximadamente 20 glaciares, incluido el glaciar del Ródano, en toda Suiza para observar los efectos del calentamiento global. Todos los glaciares se están derritiendo, y Huss predice que, si no cumplimos con los objetivos climáticos globales, los glaciares suizos prácticamente desaparecerán para el año 2100. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).

La importancia de las imágenes

En la era digital actual, las imágenes tienen un poder sin precedentes para captar nuestra atención y emocionar a las personas, algo que los números y las estadísticas a menudo no logran transmitir. En un mundo saturado de información, las fotografías de Sean Gallup se han convertido en una herramienta clave para ilustrar la magnitud de la crisis climática.

El principal desafío para Gallup, más allá de las condiciones extremas y los riesgos físicos, es lograr que su trabajo no solo informe, sino que inspire acción. Los glaciares, como testimonios visuales del cambio climático, deben servir como una llamada urgente para la protección del medioambiente. A través de sus imágenes, Gallup intenta mostrar la importancia de estos ecosistemas, al mismo tiempo que invita a reflexionar sobre el futuro del planeta. Si bien sus fotos no ofrecen soluciones inmediatas, su fuerza radica en la capacidad de provocar conciencia sobre la magnitud de la crisis climática, una crisis que solo puede abordarse mediante un cambio en las actitudes y las políticas globales.

«Demasiadas personas parecen haber perdido el sentido de urgencia respecto al cambio climático. Y el cambio climático es un tema incómodo para los políticos. Sin embargo, trabajar en este proyecto me ha convencido de que la era hacia la que nos dirigimos es muy peligrosa. Las consecuencias del calentamiento global continuarán e intensificarán. No desaparecerán simplemente porque ignoremos nuestra responsabilidad o posterguemos las acciones necesarias», señala Gallup.

Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
ILULISSAT, GROENLANDIA – 16 DE JULIO: En esta vista aérea, icebergs derritiéndose abarrotan el fiordo helado de Ilulissat el 16 de julio de 2024 cerca de Ilulissat, Groenlandia. El fiordo helado de Ilulissat tiene aproximadamente 60 km de largo y es un conducto para los icebergs que se desprenden del enorme glaciar Sermeq Kujalleq, también llamado glaciar Jakobshavn, de la capa de hielo de Groenlandia. Desde 1850, Sermeq Kujalleq ha retrocedido aproximadamente 40 km, un proceso que se ha acelerado en las últimas décadas; el período desde 2002 representa 22 km de retroceso glaciar. A principios de este año, científicos publicaron un estudio en el que concluyeron que los glaciares de Groenlandia, que descienden todos de la capa de hielo de Groenlandia, se han retirado aproximadamente un 20 % más de lo estimado previamente. De los 200 glaciares incluidos en el estudio, solo uno ha crecido desde 1985. En general, la cantidad de hielo glacial que se derrite a nivel mundial ha aumentado notablemente en los últimos 30 años a medida que el calentamiento global continúa intensificándose. Según la Agencia Espacial Europea, la Tierra perdió 28 billones de toneladas de hielo entre 1994 y 2017, suficiente para cubrir todo el Reino Unido con una capa de hielo de 100 metros de espesor. Desde 2017, la tasa de pérdida de hielo ha aumentado a 1,3 billones de toneladas anuales, frente a los 0,8 billones de toneladas de la década de 1990. Según el Programa para el Monitoreo de la Capa de Hielo de Groenlandia (PROMICE), esta capa ha estado perdiendo masa continuamente desde 1996, con una pérdida acumulada desde 1986 cercana a las 6.000 gigatoneladas métricas, o seis billones de toneladas. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).
Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
HEILIGENBLUT, AUSTRIA – 12 DE SEPTIEMBRE: Formaciones de hielo y polvo alpino que absorbe el calor se encuentran en la meseta del glaciar Pasterze el 12 de septiembre de 2023, cerca de Heiligenblut, Austria. El Pasterze está perdiendo longitud y profundidad en un proceso que se ha acelerado a un ritmo récord en los últimos diez años, con una pérdida de 87,4 metros de longitud y 14,7 millones de metros cúbicos de hielo solo el año pasado. Si bien los glaciares austriacos han estado retrocediendo constantemente desde la Pequeña Edad de Hielo de mediados del siglo XIX, los períodos de crecimiento intermitente de los glaciares se extendieron hasta la década de 1980. Desde entonces, los glaciares han retrocedido rápidamente, y el ritmo de derretimiento se ha acelerado drásticamente en la última década. Los científicos atribuyen este fenómeno al calentamiento global, que está prolongando e intensificando la temporada de derretimiento estival de los glaciares. Además, la disminución de las nevadas anuales está dejando los glaciares más expuestos al sol, lo que impide la formación de nuevo hielo. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).

«Diría que en Europa existe conciencia, pero en general falta profundidad. Muchos medios informan sobre el cambio climático, pero con demasiada frecuencia lo hacen de manera episódica, como respuesta a desastres. Lo que necesitamos es una cobertura constante y transversal, como hacemos con la economía o la política. Getty Images me brinda la posibilidad de documentar estos cambios y distribuir las imágenes a nivel mundial, pero el reto persiste: ¿cómo lograr que personas, organizaciones y empresas conviertan el contenido en acción?», agrega.

De esta manera, sus fotografías son un grito silencioso de alerta. Hacen tangible lo que muchas veces parece lejano y abstracto para la mayoría de las personas. Las imágenes, por tanto, se convierten en un puente entre la naturaleza y el espectador, una forma de confrontar la realidad del cambio climático de manera directa y emocional.

En este sentido, las imágenes se vuelven más poderosas que los simples reportes o las alarmantes cifras, ya que nos conectan emocionalmente con el objeto de la crisis. Las imágenes de un glaciar que se derrite no son solo una descripción de un fenómeno natural, son una representación visual del impacto humano y de una amenaza existencial para el planeta. A través de sus lentes, Gallup no solo muestra lo que está pasando, sino lo que podría estar en peligro de perderse para siempre si no tomamos acción inmediata.

Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
ILULISSAT, GROENLANDIA – 14 DE JULIO: En esta vista aérea, icebergs derritiéndose abarrotan el fiordo helado de Ilulissat el 14 de julio de 2024 cerca de Ilulissat, Groenlandia. El fiordo helado de Ilulissat tiene aproximadamente 60 km de largo y es un conducto para los icebergs que se desprenden del enorme glaciar Sermeq Kujalleq, también llamado glaciar Jakobshavn, de la capa de hielo de Groenlandia. Desde 1850, Sermeq Kujalleq ha retrocedido aproximadamente 40 km, un proceso que se ha acelerado en las últimas décadas, y el período desde 2002 representa 22 km de retroceso glaciar. A principios de este año, científicos publicaron un estudio en el que concluyeron que los glaciares de Groenlandia, que descienden todos de la capa de hielo de Groenlandia, se han retirado aproximadamente un 20 % más de lo estimado anteriormente. De los 200 glaciares incluidos en el estudio, solo uno ha crecido desde 1985. En general, la cantidad de hielo glacial que se derrite a nivel mundial ha aumentado notablemente en los últimos 30 años a medida que el calentamiento global continúa intensificándose. Según la Agencia Espacial Europea, la Tierra perdió 28 billones de toneladas de hielo entre 1994 y 2017, suficiente para cubrir todo el Reino Unido con una capa de hielo de 100 metros de espesor. Desde 2017, la tasa de pérdida de hielo ha aumentado a 1,3 billones de toneladas anuales, frente a los 0,8 billones de toneladas de la década de 1990. Según el Programa para el Monitoreo de la Capa de Hielo de Groenlandia (PROMICE), esta capa ha estado perdiendo masa continuamente desde 1996, con una pérdida acumulada desde 1986 cercana a las 6.000 gigatoneladas métricas, o seis billones de toneladas. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).

«Creo que es naturaleza humana bloquear lo que resulta perturbador. Las redes sociales y los políticos pueden alentarnos a no confrontar el cambio climático. Cuando se trata de algo tan complejo como el cambio climático, las imágenes pueden ofrecer un punto de partida para la comprensión. Mi enfoque no es convencer, sino crear un registro: uno que otros puedan interpretar, cuestionar o del cual puedan aprender», comenta Gallup.

«Las imágenes y los videos tienen el poder de hacer que las personas piensen, sientan o actúen. La mayoría de las personas se conecta más fácilmente con imágenes poderosas que con datos o estadísticas. Dicho esto, un enorme desafío hoy es que estamos saturados de imágenes. Vemos miles de imágenes y videos cada día, y lograr que una foto detenga a alguien, lo conmueva o lo haga reflexionar es cada vez más difícil», agrega.

Este poder de las imágenes es respaldado por estadísticas globales que demuestran el creciente interés en ver representaciones visuales del cambio climático. Según datos de Getty Images, el 81% de las personas afirma que quiere ver imágenes que muestren de manera clara cómo el medioambiente está siendo afectado por el calentamiento global. Esto resalta el potencial que tienen las fotografías para movilizar a las audiencias y generar conciencia. Las imágenes tienen el poder de transformar el concepto abstracto de una crisis ambiental en una experiencia palpable, despertando en el espectador un sentido de urgencia y responsabilidad.

Glaciares. Créditos: Sean Gallup / Getty Images.
ISUNNGUATA SERMIA, GROENLANDIA – 9 DE JULIO: En esta vista aérea, científicos e ingenieros monitorean una perforación de agua caliente en el glaciar Isunnguata Sermia de la capa de hielo de Groenlandia el 9 de julio de 2024 en el oeste de Groenlandia. El equipo científico internacional, liderado por Cryoeco, el Grupo de Ecología de la Criosfera de la Universidad Carolina de Praga, está perforando 1200 metros de hielo para extraer muestras de sedimentos del subsuelo del glaciar. Mediante el análisis de los sedimentos, los científicos esperan cuantificar la cantidad de metano que producen los microbios. Los glaciares de Groenlandia liberan metano de forma natural, un potente gas de efecto invernadero, aunque el cambio climático está contribuyendo a un aumento en su producción. El aumento de los flujos de agua de deshielo en la superficie de los glaciares se dirige a los flujos glaciares en el fondo del glaciar, donde el agua fija el metano y finalmente lo libera a la atmósfera al salir. Según el Programa de Monitoreo de la Capa de Hielo de Groenlandia (PROMICE), esta ha estado perdiendo masa continuamente desde 1996, con una pérdida acumulada desde 1986 cercana a las 6.000 gigatoneladas métricas, o seis billones de toneladas. (Foto de Sean Gallup/Getty Images).

Además, las imágenes tienen la capacidad de traspasar barreras y llegar a audiencias diversas. En un contexto donde las noticias sobre el cambio climático se perciben como algo lejano o incluso como un tema político, las fotografías pueden hacer que la crisis climática se vuelva más accesible y urgente. Sean Gallup sabe que el fotoperiodismo, y especialmente el fotoperiodismo ambiental, no puede ser una tarea pasiva. Las imágenes, según Gallup, no deben quedarse en la comodidad de la contemplación estética; deben incitar a las personas a reflexionar sobre lo que está en juego, sobre las consecuencias del deshielo y la desaparición de los glaciares y sobre cómo esto afectará a las futuras generaciones.

«Informar sobre el cambio de los glaciares es una manera de hacer visibles y tangibles realidades distantes. Para mí, contribuir a través de imágenes y video es una pequeña forma de ser parte de una conversación mucho más grande. No necesitamos proteger los glaciares: necesitamos mitigar, y quizás algún día revertir, el calentamiento global. Si logramos eso, la naturaleza restaurará los glaciares», plantea Gallup.

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