En la zona limítrofe entre Perú y Colombia, se encuentra una región reconocida por su extraordinaria diversidad biológica y cultural. La confluencia de los ríos Putumayo y Algodón dan lugar a un paisaje de gran biodiversidad, hogar de una amplia variedad de especies, exuberante vegetación y comunidades indígenas.

Créditos: Diego Pérez Romero / SPDA
Una mamá y cría de Choloepus didactylus, más conocido como perezoso de dos dedos. Créditos: Diego Pérez Romero / SPDA

Para proteger el lugar, se presentó una propuesta que busca conservar más de 283 mil hectáreas de bosques. Esta iniciativa la emprendieron comunidades locales en el 2016 con el fin de garantizar la protección de esta zona que es considerada un epicentro de la biodiversidad y que es fundamental para el bienestar de más de 5 mil personas que viven en 16 comunidades nativas.

Junto con esto, las comunidades esperan proteger su riqueza biológica y asegurar la continuidad de recursos de los que dependen hasta en un 75 % para cubrir sus necesidades. Actualmente, la propuesta de establecimiento de esta área de conservación regional se encuentra en manos del Gobierno nacional a la espera de ser declarada.

En concreto, la zona que se propone proteger en Medio Putumayo-Algodón concentra, según estudios científicos, 7 tipos de bosques, 3000 especies de plantas, 11 especies de primates, 448 de aves, 70 de mamíferos, 232 de peces, 101 de anfibios y 53 tipos de reptiles.

Créditos: Diego Pérez Romero / SPDA
Boa arcoíris (Epicrates cenchria). Créditos: Diego Pérez Romero / SPDA

Según cálculos de especialistas del Instituto del Bien Común (IBC), la falta de protección y conservación de esta región podría resultar en la deforestación de aproximadamente 46,000 hectáreas de bosque primario en los próximos 20 años. Esto se debe a que este refugio natural enfrenta amenazas constantes, como la presencia de madereros, cazadores, pescadores y mineros ilegales.

Además, el paisaje de la región del Medio Putumayo-Algodón, que comprende tres cuencas hidrográficas (el río Algodón con el 48% de la superficie, la quebrada Mutún con el 24% y el río Putumayo con el 28%), aún se encuentra en un buen estado de conservación a pesar de décadas de tala, cacería y pesca. Esta región es un importante refugio natural que limita con tres áreas protegidas: el Parque Nacional Yaguas, el Área de Conservación Regional, Ampiyacu-Apayacu y el ACR Maijuna-Kichwa.

Su protección es apoyada por los pueblos indígenas murui (huitoto), yaguas, ocaina, kukama-kukamiria, kichwa, maijuna y bora del Putumayo, quienes esperan el establecimiento de un Área de Conservación Regional (ACR) pronto.

“Esperamos que esta ACR nos traiga un beneficio para nuestras comunidades. Así nosotros también vamos a cuidar nuestro bosque, nosotros vamos a vigilar nuestros bosques, para que la gente foránea no entre en nuestro territorio, poder evitar la extracción de madera y el oro que nos perjudica mucho”, indica Gervinson Perdomo Chavez, excacique de la comunidad nativa Puerto Franco.

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