Las estribaciones del volcán Llaima, escasas en elementos figurativos y cromáticos durante el invierno, constituyen un escenario inspirador al minuto de construir una imagen limpia y minimalista. Las araucarias, de un verde oscuro e intenso, contrastan contra la pendiente nevada que se esconde tras las nubes que anuncian la tormenta.

Conguillío es un parque fabuloso, que no sólo nos regala marcados contrastes entre las diferentes estaciones del año, sino también muestra una imagen siempre cambiante y que depende del clima y la luz imperante.

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