Al poniente, un laberinto de islas, montañas y fiordos.

Al oriente, extensas llanuras azotadas por el viento incesante.

Es la estepa patagónica, quizás la imagen más reconocible de los paisajes del extremo sur de América.

Viajamos al norte de Punta Arenas. Las nubes grises se dibujan de las más diversas tonalidades y formas.

La belleza de los cielos patagónicos sobrecoge.

De pronto, una estancia aparece en la soledad del paisaje. Atardece en la Patagonia.  Las nubes dan espacio a una tímida luz que se dibuja sobre los únicos cerros que emergen sobre la llanura infinita.

 

Cámara Hasselblad 503Cxi, lente 180 mm f4, fotografía análoga con película Velvia RVP 50 ASA,

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