Debido a la sequía que afecta hoy a la laguna de Aculeo, podemos presenciar en su entorno un proceso de transformación del paisaje, que va más allá del desastre natural. La disminución del nivel de agua ha hecho aparecer una franja generosa de tierra silvestre, con sus propias dinámicas y procesos naturales, que pareciera estar preparándose para convertirse en algo más y asemejándose mucho a lo que describiría en 1822, la viajera inglesa Mary Graham en sus escritos y pinturas sobre Aculeo: “Sus márgenes tienen por lo general un suave declive y pacen en ella numerosos ganados”.

Pintura de Aculeo, 1822. ©Mary Graham
Pintura de Aculeo, 1822. ©Mary Graham

Aculeo es la única laguna natural que existe en la Región Metropolitana. Se ubica en la Provincia de Maipo, 70 km al suroeste de la ciudad de Santiago y ha sido utilizada históricamente como zona agrícola y balneario turístico. Durante los últimos cinco años y en el contexto de la desertificación y cambio climático que están afectando a nuestro país (1), la laguna se ha venido secando vertiginosamente debido al precario manejo y uso desmedido de su recurso hídrico. Al ser Aculeo una laguna de carácter endorreico y de régimen pluvial, sin afluentes de agua que la alimenten, las altas temperaturas, la falta de lluvia y el mal manejo de sus aguas (2) han hecho que un proceso natural que, según expertos, debiera haber tomado cientos o miles de años, esté acabando hoy con la laguna en no más de una década.

Los estudios revelan que hacia 2015, la laguna había perdido el 55% de su superficie de agua (3) y aunque no existen registros oficiales para el año 2016, la imagen satelital deja ver que la laguna se sigue secando exponencialmente sin que existan medidas concretas, a la altura del problema, que eviten que se convierta en un pantano, o incluso que ocurra su total desaparición.

(*Actualización: Una última medición muestra que para abril de 2017 la laguna sólo cuenta con una profundidad de apenas 80 cm de agua).

Se podría decir entonces que somos los espectadores de un proceso de transformación del paisaje de Aculeo y frente a esto existen dos posibilidades: ver el vaso –o la laguna- medio vacío o medio lleno. Si entendemos que a este “vaso” le sigue literalmente faltando una mitad de agua, podemos ver el vaso medio vacío y hacer una lectura pasiva, como observadores de esta situación, con una cierta nostalgia por la laguna que está desapareciendo, o ver el vaso medio lleno; haciendo una lectura activa y a su vez propositiva, en la que la disminución del nivel de agua revela un territorio inexplorado, que según mi experiencia, es capaz de componer un nuevo paisaje para el vacío que deja la omnipresencia de la laguna.

En poco tiempo un incipiente ecosistema ha comenzado a formarse y a diferenciarse, de lo más húmedo a lo más seco, siempre quedando en evidencia el nivel histórico de la laguna. Allí donde antes estaba el agua, ahora está la tierra, un suelo al descubierto, desnudo, listo para reinventarse, regenerarse y consolidarse como un nuevo paisaje en el vacío que ha dejado la laguna, tanto en el territorio como en sus habitantes. Un paisaje dispuesto a volver a ser laguna, pero con el potencial de ser otra cosa mientras esto no ocurra.

Aculeo, Enero 2015. ©Paulina Ibieta
Aculeo, Enero 2015. ©Paulina Ibieta

Son también evidencia de la magnitud de la sequía, los vestigios que quedaron de los tiempos de laguna, como pircas, muelles y embarcaderos que son utilizados hoy como accesos a este nuevo territorio. Estos elementos van a medir la distancia que hay entre el antiguo borde de la laguna y su remanente húmedo, que en algunos casos alcanza hasta los dos kilómetros de distancia.

Aculeo, Enero 2016. ©C. Cruces
Aculeo, Enero 2016. ©C. Cruces

Este nuevo paisaje es más bien una nueva percepción de la cuenca de Aculeo; el fondo lacustre revelado por la sequía, contenido por las excepcionales cumbres de El Planchón (2.005m) y los Altos del Cantillana (2.281m), se consolidan como el escenario para bosques esclerófilos de quillayes, boldos, espinos y el amenazado avellano (4), que desfilan en torno a la cuenca de Aculeo, haciendo resaltar aquellos pastizales deshidratados que ahora ocupan el lugar de la laguna y que, aun cuando añoran el agua, anuncian la evolución y resiliencia de este ecosistema (5). Todos estos elementos son la expresión de este territorio en sequía y componen hoy un paisaje dramático en un momento de transición.

Los nuevos márgenes de la laguna Aculeo. ©Paulina Ibieta
Los nuevos márgenes de la laguna Aculeo. ©Paulina Ibieta

Aculeo es hoy un paisaje latente que se encuentra en modo de espera y plantea una incertidumbre con respecto a lo que sucederá. Aun cuando no haya nadie haciendo mucho al respecto, las autoridades, habitantes y visitantes, todos espectadores pasivos, debemos mirar con perspectiva este territorio. Dejo planteada entonces la siguiente hipótesis: Si entendemos el medio natural como el sustento para toda la actividad humana, el valle de Aculeo debe revalorizarse no por ser laguna, sino por ser cuenca y ecosistema, para que con un manejo territorial integral y sostenible en el tiempo, logre reinventarse y no deteriorarse.

Aculeo, Enero 2016. ©Paulina Ibieta
Aculeo, Enero 2016. ©Paulina Ibieta

Notas al pie:

(1) “Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación, la Degradación de las Tierras y  la Sequía”, Cambio Climático y Servicios Ambientales, Corporación Nacional Forestal (CONAF), 2016.

(2) La extracción desmedida del agua para riego de tanto de cultivos como de jardines privados, la modificación e intervención de vertientes, esteros y napas subterráneos que alimentan la laguna, la canalización y profundización del Estero Santa Marta, la contaminación de sus aguas, la remoción e intervención de sus humedales y la construcción de obras en su ribera, han ocasionado un proceso de eutrofización de la laguna, que se traduce en el deterioro de la calidad del agua y su consiguiente transformación en pantano.

(3) Estudio Centro de Inteligencia Territorial de la U. Adolfo Ibáñez, Ministerio de Medio Ambiente, 2015.

(4) Avellanita bustillosii (Euphorbiaceae), especie en peligro de extinción (CONAF)

(5) La Laguna de Aculeo corresponde a uno de los 25 Hotspots de Biodiversidad del mundo: ecosistemas con alto nivel de biodiversidad, alto número de especies endémicas (exclusivas de la zona central de Chile), y con un alto nivel de riesgo de ser intervenidos o sustituidos por usos antrópicos. Conse  rvation International (CI)

Bibliografía citada y revisada:

“El Jardín en Movimiento”, Gilles Clement, 2007

“Estudio Laguna de Aculeo 2010-2015”, Centro de Inteligencia Territorial de la U. Adolfo Ibáñez, Ministerio de Medio Ambiente, 2015.

“Evolución histórica de los patrones de uso de suelo en la cuenca de la Laguna de Aculeo”. C. Cossio, Tesis de Título Ingeniero Agrónomo, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2008.

“Lo que debemos saber sobre la Laguna de Aculeo. Guía de buenas prácticas para los habitantes del Valle de Aculeo”. Aculeo Club de Regatas, Aculeufu Corporación de Desarrollo Cultural y Patrimonial de Aculeo, 2015.

“Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación, la Degradación de las Tierras y  la Sequía”, Cambio Climático y Servicios Ambientales, Corporación Nacional Forestal (CONAF), 2016.

Sitio web: www.lagunadeaculeo.com

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