Hace dos años si hablábamos de protección de humedales en Chile el tema era casi desconocido. Recién en 2018 el gobierno lanzó el Plan Nacional de Protección de Humedales, que transformó a 32 humedales en Santuarios de la Naturaleza, entre otras medidas. Si bien este fue un gran avance para proteger las millones de hectáreas que estaban desprotegidas, todavía faltaba alguna medida para proteger a los humedales urbanos.

En ese entonces se hablaba del proyecto de ley para proteger a los humedales urbanos, pero seguía evaluándose en el Congreso. Sin embargo, ya vemos luces en este tema. Esta  semana la Cámara de Diputados aprobó con 134 votos a favor y dos abstenciones el último informe de la Comisión Mixta y despachó a ley de la República este proyecto, el cual envió al Senado.

©Organización Humedal los Batros
©Organización Humedal los Batros

Al ser promulgada la ley, empezarán a regir procedimientos y plazos específicos para proteger a los humedales urbanos, como el de los municipios para denegar permisos de subdivisión, loteo o urbanización de los predios o construcción en terrenos cercanos a humedales urbanos reconocidos. También, las municipalidades deberán establecer, en una ordenanza general, los criterios para la protección, conservación y preservación de los humedales urbanos ubicados dentro de los límites de su comuna, para lo que utilizarán los lineamientos establecidos en el reglamento recién indicado.

Además, en esto, se incluyen las situaciones calificables como afectación de impacto ambiental. Se incorporan los humedales urbanos como instrumentos territoriales, y se exige un plazo para promulgar la ley.

Junto a esto, se define que el Ministerio de Obras Públicas deberá definir los criterios mínimos para la sustentabilidad de los humedales urbanos para resguardar características ecológicas y funcionamiento. Para definir este reglamento hay un plazo máximo de seis meses desde la publicación de la ley en el Diario Oficial. En la misma línea, se incluye el tema de los humedales dentro de las normas relacionadas al uso de suelo urbano y, particularmente, en lo referido a los bienes nacionales de uso público.

Se busca modificar otras leyes

Se incorporarán en la Ley de Bases Generales del Medioambiente se incorporan tres nuevos conceptos en las actividades susceptibles de causar impacto ambiental que deberán someterse al sistema de evaluación de impacto ambiental.

©Fundación Terram
©Fundación Terram

Primero, el concepto de humedal urbano. Segundo, la aplicación  masiva de productos químicos en áreas urbanas o zonas rurales próximas a centros poblados, humedales, o a cursos o masas de agua que puedan ser afectadas. Y tercero, todas las obras o actividades que puedan significar una alteración física o química a los componentes bióticos, a sus interacciones o a los flujos ecosistémicos de humedales que se encuentran total o parcialmente dentro del límite urbano y que impliquen su relleno, drenaje, secado, extracción de caudales o de áridos, la alteración de la barra terminal, de la vegetación azonal hídrica y ripariana, la extracción de la cubierta vegetal de turberas o el deterioro, menoscabo, transformación o invasión de la flora y la fauna contenida dentro del humedal, indistintamente de su superficie.

Cómo se definen y su importancia

 La normativa define a los humedales urbanos como: “todas aquellas extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean estas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas”.

Los humedales no sólo ofrecen beneficios ecosistémicos, sino que además son fuentes de agua dulce, otorgan alimentos, albergan una gran biodiversidad, controlan las crecidas y mitigan el cambio climático. Sin ellos, se ven afectadas todas las especies de flora y fauna que habitan en sus terrenos y también se altera al medio ambiente.

Específicamente, los humedales urbanos se encuentran amenazados por la acción humana que puede generar una alteración física que al final podría provocar destrucción, relleno, drenaje o secado de ecosistemas.

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