Pedaleo en lago Ranco: tres días en bicicleta por increíbles paisajes de la Región de los Ríos
Durante agosto, nuestro colaborador Alfonso Abé Castro realizó un recorrido de tres días en bicicleta alrededor del lago Ranco, en la Región de los Ríos. Se trata de una ruta de 114 kilómetros que permite disfrutar las vistas de esta región a través de dos ruedas, como las que entregan las nevadas montañas del Cordón del Caulle, y alojando en campings que se encuentran en el camino, en medio de paradas imperdibles para conocer la naturaleza de este sector.
Después de un largo período de encierro en que las salidas interregionales se vieron truncadas, planificamos junto a dos amigos un viaje en bicicleta a la Región de los Ríos.
Elegimos el mes de agosto, durante la temporada baja, para dar la vuelta, considerando como una prioridad la presencia de menos autos en la ruta por sobre variables climáticas como evitar la larga temporada de lluvias del sur. Tuvimos suerte porque nos tocaron días de sol y pasamos tramos largos sin cruzarnos con un auto, una variable importante para disfrutar la ruta.
Años atrás habíamos dado la vuelta al lago Llanquihue, y me había dado cuenta de lo práctico que es viajar en bicicleta, sobretodo en una ruta circular, considerando que muchas veces llegar con una bicicleta al punto de partida, viajando en bus o avión, suele ser un problema.
En el caso de Llanquihue hay una ciclovía en buen estado que rodea todo el lago. En Ranco sólo encontramos la ruta pavimentada para los autos, por lo que hay que pedalear con más precaución.
El recorrido completo son 114 kilómetros, que hicimos en tres días para poder disfrutar el camino y los lugares donde alojábamos. Ojo que esta ruta también el lugar de una reconocida carrera que se realiza todos los años, llamada GrandPrix lago Ranco.
Para simplificar la logística, el arriendo de bicicleta es una muy buena solución, sólo hay que buscar si existe un lugar que las arriende dentro del mismo circuito. En el lago Ranco nos contactamos con Puihua Expeditions, quienes además nos orientaron sobre lugares para alojar y visitar.
Teniendo la bicicleta y alforjas instaladas, las preocupaciones se reducen a encontrar un lugar para dormir y abastecerse, y en este lago hay suficientes en la ruta.
Día 1
Partimos desde la localidad de Lago Ranco hacia el oriente, bordeando el sur del lago, pasando también por una de las buenas alternativas para dedicarle más tiempo: el Parque Futangue. Desde ahí ya comenzamos a disfrutar el horizonte blanco de los volcanes nevados del Cordón del Caulle.
La primera noche dormimos en el camping Playa el Arenal, un lugar muy recomendable ya que la carpa se puede instalar a 20 metros del lago, en un espacio tranquilo y con muy buenas vistas. Un dato importante, justo en el desvío desde la ruta principal hacia al Arenal hay un supermercado para el abastecimiento.
Día 2
El segundo día salimos hacia Futrono, pasando primero por los saltos de Nilahue, donde es recomendable detenerse en el mirador, ya que desde la ruta no se ven bien los saltos.
Más adelante pasamos sobre el río Calcurrupe que lleva las aguas desde el lago Maihue hacia el Ranco. Siguiendo cruzamos Llifén, bordeando el cerro Huerquecura que no pasa inadvertido. Pasado la playa del mismo nombre, otra de las playas públicas que vale la pena visitar, comienza la cuesta más pronunciada del circuito posibilitando también muchos miradores con vistas panorámicas sobre el lago.
Día 3
El último día salimo desde el camping en Futrono y nos dirigimos hacia el punto de partida. En este tramo primero atravesamos bahía Coique, luego cruzamos el imponente río Bueno, lo bordeamos y nos detuvimos en su nacimiento, que es también el desagüe del lago Ranco. Este es otro mirador recomendado de la ruta para bajarse de la bicicleta y contemplar.
Antes de llegar al destino, pasamos por el bosque Quillín, frondoso y hermético donde se cierran todas las vistas, no entra un rayo de sol y la temperatura desciende varios grados. Este bosque nos permite imaginar cómo eran las riberas del lago antes de convertirse en una zona productiva y de veraneo.
Pasando el bosque llegamos al final e inicio del circuito, agradecidos del buen tiempo y los increíbles y diversos paisajes recorridos.
Volviendo a los hogares, conversamos lo importante de recomendar la experiencia para que cada día seamos más los que soñamos con una buena infraestructura ciclista en este y otros lugares con excelentes condiciones para viajar pedaleando.