Desde Elqui hasta Choapa: un recorrido para disfrutar Coquimbo

La Región de Coquimbo se ubica en la zona del norte chico de Chile, con las comunas de La Higuera y Vicuña siendo su límite norteño, mientras que Los Vilos y Salamanca resguardan el sur. Su núcleo urbano más conocido es la conurbación de La Serena y Coquimbo, y sus alrededores esconden grandes experiencias para quien desee visitar el lugar.

Durante cuatro días recorrimos de la mano del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) de la región @sernatur_región_coquimbo, algunos de los hitos más llamativos que se pueden disfrutar en cualquier temporada, pero que en invierno cuentan con la menor afluencia de visitantes sin bajar la calidad de sus hospedajes ni experiencias. 

Un primer recorrido por la provincia del Elqui 

La provincia del Elqui es la más famosa de las tres zonas que conforman esta región, pues solamente de estas comunas y algunas en la región de Atacama, nace la uva que permite la producción de pisco nacional. 

Sin embargo, en la ciudad es un agrado poder disfrutar de la vida nocturna en esta época del año en lugares que usualmente se encuentran atiborrados de turistas, y que por precios mucho más económicos nos dejan la misma experiencia. Un ejemplo es el hotel Campanario (@hotelescampanario) en el centro de La Serena, en plena Avenida Del Mar, que pocos metros más al sur se transforma en Avenida Costanera en la ciudad de Coquimbo. Frente a este hotel, que conserva una fachada colonial, pero que por dentro ha sido renovado, podemos dar un paseo por la playa y contemplar un atardecer de ensueño, antes de prepararnos para una cena en alguno de los locales que @barriodelmar tiene preparada para sus visitantes. 

Luego de una noche de relajo en La Serena, se puede subir hasta más de 2000 metros de altura en el Valle del Elqui para disfrutar de una experiencia que invita a una conexión profunda con la naturaleza. El Refugio el Molle (@refugio_el_molle) nos abrió las puertas de su impresionante hotel y spa, para disfrutar de una sesión de yoga intencionada en un domo construido especialmente para esta actividad. Este lugar realiza clases de yoga para diferentes niveles de practicantes, incluso clases básicas que consisten en estiramientos y relajación para que cualquier persona, sin importar su estado físico, pueda aprovechar las ventajas de este valle.

La experiencia de bienestar no se queda en este domo tan particular, sino que continúa en el spa ubicado dentro del mismo hotel boutique. La segunda experiencia wellness que ofrece el refugio consiste en una sonoroterapia. Esta terapia consiste en la estimulación sonora por medio de diferentes objetos e instrumentos musicales, y por lo mismo a distintas frecuencias de vibración, para relajar el cuerpo que se encuentra sumergido en una piscina temperada y aromatizada. Las diferentes frecuencias producen efectos muy particulares en el cuerpo, desde el sueño que puede ocasionar el ruido constante de un palo de agua, hasta la energía que te asalta al escuchar el sonido de un gong, no hay manera de que esta actividad pase indiferente. 

Una vez completada la experiencia wellness, si hay algo en lo que se especializa el Valle del Elqui, son las decenas de opciones culinarias. En este caso, el hotel Las Vertientes @lasvertientes es una opción tremendamente recomendada. Al estar ubicado en pleno Valle, este lugar no se puede quedar atrás en términos de pisco sour, trago emblemático de la zona, que aquí es preparado con sumo cuidado y con las tradicionales gotitas de amargo de angostura para finalizar. La variedad de platos va desde el cordero de la zona, hasta berenjenas fritas que se deshacen en la boca. 

Como ya mencionamos, una de las cualidades más reconocibles del Valle es la producción de pisco, ya sea para el consumo masivo o en cantidades artesanales, pero no se pueden dejar atrás proyectos orgánicos y sostenibles como los que plantean en Cavas Del Valle @cavasdelvalle, una viña familiar, que por varias generaciones ha perfeccionado la cosecha y el tratamiento de la uva para lograr vinos que solo se pueden conseguir en esta parte del mundo. 

Antiguamente, cuando Chile recién comenzaba a tomar forma como país, y los colonizadores de nuestra tierra querían satisfacer su sed de vino, no se pensaba que sería posible plantar, y mucho menos cosechar, uvas para el vino a una altitud de más de 2000 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, la perseverancia de algunos, dio como resultado algunos de los vinos más especiales del mundo, cuyos adeptos muchas veces peregrinan hasta las Cavas del Valle para poder comprar in situ los productos que crean cada temporada. Según la misma familia explica, parte del secreto está en el sol que muchos pensarían arruinaría la uva, pero que en realidad es lo que logra la dulzura de un vino de cosecha tardía que se puede disfrutar en opciones tintas o blancas, según la preferencia personal. 

Con una cava de adobe que ha estado en pie desde el siglo XIX, pero que se ha renovado para poder albergar las barricas de vino y poder controlar de esta manera su fermentación e incluso su temperatura, esta viña orgánica se posiciona como uno de los atractivos más grandes de la comuna de Paihuano. 

Astroturismo y la mística del Valle del Elqui 

Cuando cae la noche en el valle del Elqui, nos queda una actividad tremendamente relevante y que aporta un tremendo peso científico a la Región de Coquimbo. Otro panorama que puede realizarse en la zona, de la mano de @turismomigrantes, son las cenas astronómicas, acompañadas de una observación de los cielos más despejados del mundo. 

La opción que ofrece esta operadora consiste en una cena de tres platos, donde existe la opción de compartir con los guías que explican la historia del valle, y cómo nuestros antepasados conseguían orientarse con tan solo las estrellas como guías. Es importante destacar que gran parte de los telescopios gigantes se encuentran en Chile, en particular en las regiones de Coquimbo y Atacama. 

Algunos pertenecen a la ESO (European Southern Observatory), como el observatorio ALMA, el más grande en el mundo para poder observar el universo y que incluso ha llegado a captar imágenes de lo que serían vestigios que aún permanecen desde el Big Bang. Luego de una cena a la luz de las estrellas, los comensales pueden pasar al observatorio migrantes, que está acondicionado para reducir las inclemencias del frío gracias a muchas capas de polar y un bajo nivel que logra detener el viento cortante. 

Es en este observatorio donde, una vez apagados los teléfonos, se puede ver a simple vista y sin necesidad de telescopios, las diferentes constelaciones y planetas que se captan desde el hemisferio sur. Las noches en el Valle del Elqui tienen una mínima cantidad de contaminación lumínica, por lo que no se necesita demasiada suerte para ver varias estrellas fugaces dejar su trazo en el cielo en tan solo cuestión de minutos. Además, todo este proceso es acompañado por un relato de un guía experimentado, que de la forma más didáctica posible, nos deja entrever algunos de los secretos del universo, e incluso nos anima a descubrir las constelaciones que podemos observar. 

Para sacar todo el provecho a esta actividad única en el mundo, turismo migrantes también cuenta con su propio telescopio en su observatorio, mediante el cual se pueden apreciar detalles tan sutiles como los colores de las estrellas, que se distinguen claramente entre amarillo, azul y rojo. Se pueden ver cúmulos de estrellas, y también se aprecian algunas nubes oscuras que tan solo aportan más misticismo a la situación. 

Cerca del observatorio se encuentra el hotel restaurante @tesorosdelelqui, que permite vivir la experiencia astronómica un poco más, pues sus habitaciones, y haciendo uso de un cielo privilegiado, cuentan con tragaluces que por las noches se convierten en la forma perfecta de quedarte dormido mientras puedes observar las estrellas. 

Luego de una noche alucinante, el valle aún tiene muchas cosas por ofrecer, y nos parece que adentrarnos en el mundo del turismo aventura es la mejor forma de iniciar un día luego de haber contemplado la calma de las estrellas hasta conciliar el sueño. 

Desde la misma operadora @turismomigrantes, se ofrece una cabalgata por el valle. Es absolutamente una aventura para la cual te facilitan todos los implementos. Desde una charla de seguridad para minimizar los riesgos de perder el control del caballo hasta una cuidadosa selección de un caballo para cada jinete, los guías de esta expedición no dejan nada al azar. Los caballos están sanos y fuertes, tienen ánimo y muchas veces compiten entre ellos para ver quien va a la cabeza del grupo.

Desde el Valle de Cochiguaz, los caballos saben exactamente hacia donde ir, y se detienen un par de veces en el camino mientras cruzan pequeños ríos para beber agua o se alejan unos metros para comer alguna planta que les pareció apetitosa. Sin duda el momento más majestuoso se produce al cruzar el Río Cochiguaz, que da nombre al valle donde se realizan las cabalgatas, y donde los caballos procuran detenerse para refrescarse a la hora de más calor.

El Valle de Cochiguaz, donde se encuentran estos establos, es un lugar absolutamente privilegiado para la contemplación de las montañas multicolores que tenemos alrededor, y cuando es hora de ir a buscar nuestro almuerzo a una destilería artesanal ubicada en la comuna de Paihuano, el trayecto parece corto mirando la inmensidad del valle que nos rodea.

No solo se ven montañas gigantescas, y pequeños grupos de casas cada pocos kilómetros, sino que los guías nos cuentan que en ese mismo lugar ha ocurrido una peregrinación desde los años 70, cuando la idea de que el paralelo 30 sur era una foco de energía que reflejaba a las montañas en Nepal, tuvo su mayor cantidad de adeptos. En el camino hacia Paihuano se puede ver incluso un pequeño templo budista, con las típicas banderas de plegaria que ondean al viento, llevando las oraciones escritas en ellas hacia todos los lugares del valle. 

También la ruta está plagada de apachetas, pequeños montículos de rocas que se equilibran una encima de la otra, en su mayoría creados durante el eclipse del 2019, donde nuestro país fue espectador privilegiado. Muchas de las personas que se congregaron en el Valle del Elqui para presenciar el eclipse, decidieron estar en esta zona por sus propiedades energéticas, y como único recuerdo de su visita, se volcaron a la creación de apachetas para conmemorar un momento tan especial. 

Desde Paihuano, una opción para almorzar y aprovechar la experiencia para conocer más de la industria pisquera de la región, son las destilerías artesanales, como lo es @pisco_donajosefa, una destilería que partió como un negocio de familia, y que ahora se ha convertido en un complejo turístico con una hermoso restaurant y cabañas para el alojamiento. Esta pisquería artesanal se destaca por su preparación de los destilados tal como lo hacían los primeros colonizadores que llegaron hasta el valle, destilando el licor de las uvas al calor de las ramas de espinos, también abundantes en la región. 

Provincia de Limarí y Choapa 

Si la experiencia artesanal no es suficiente para todos los paladares, antes de salir del Valle del Elqui y pasar a la provincia del Limarí, es una parada obligatoria conocer una de las pisqueras más importantes de nuestro país: La Cooperativa Agrícola Pisquera Elqui Limitada, o como muchos la conocen, pisco Capel. 

Desde la cooperativa no solo se produce una marca de pisco, sino que además se produce el clásico Alto del Carmen, Artesanos de Cochiguaz, Brujas de Salamanca y también Monte Fraile. Todos estos productos salen de la misma cooperativa, aunque cada uno tiene una preparación y condiciones diferentes, que le otorgan a cada uno un sabor característico. 

En el caso de Pisco Capel, en su planta de producción se ofrecen varias opciones para poder visitar las instalaciones, aprender un poco más de la historia del pisco y cómo llegó a ser una bebida emblemática nacional. Las Guías turísticas de la cooperativa se aseguran de que cada uno de los asistentes pueda entender lo que está consumiendo, y les ayuda con consejos para limpiar el paladar entre cada degustación.

Luego de una cata de piscos de semejante magnitud, el Valle del Limarí está listo para ofrecer a sus visitantes el descanso que necesitan, pues esta provincia se caracteriza por su acercamiento a la naturaleza y el ser un espacio ideal donde el lujo y la relajación se mezclan. 

Uno de los lugares emblemáticos de la provincia del Limarí es justamente la Hacienda Santa Cristina @haciendasantacristina, un hotel boutique en el que se puede disfrutar de actividades al aire libre hasta la tranquilidad de una tinaja caliente por la noche. Con una hacienda de 1939, renovada para la máxima comodidad de los huéspedes, es difícil encontrar competencia para las habitaciones y también el amplio menú que este hotel ofrece. 

Para aquellas personas que buscan un escape de la ciudad, y desean estar rodeados por naturaleza, y bosques cercanos, esta es una opción segura, pues además de tener jardines en todo lo ancho de la propiedad, este hotel se encuentra a menos de una hora en auto del Parque Nacional Fray Jorge, conocido ampliamente por el fenómeno de poseer un bosque correspondiente a la selva valdiviana en plena Región de Coquimbo.

Dejando atrás el Limarí para conocer la provincia de Choapa, nos encontraremos de lleno con un lugar preparado para las mejores experiencias del turismo aventura. Para todos aquellos que buscan una aventura inolvidable, @buceomantra ofrece la opción de un animado paseo en lancha por las costas de Pichidangui, hasta la opción de bucear con la supervisión personalizada de profesionales en algunas de las aguas más prístinas de la provincia. 

Los guías de Buceo Mantra no sólo ayudan a que las aventuras salgan correctamente, sino que son una fuente de conocimiento de la comuna como pocas personas. En un paseo por la costa se puede ver cómo ha crecido el turismo en los últimos años en Pichidangui. Abriéndose paso en los bosques de eucaliptos cercanos, se puede ver cómo han proliferado los campings y las cabañas para veraneantes, pasando por opciones un poco más lujosas que consisten en pequeños condominios que también se pueden arrendar. Según ellos, la población del pueblo se duplica en verano, y lo que por las noches de invierno es una caleta tranquila, durante las vacaciones se vuelve una vorágine de vida social y fiesta. 

Pichidangui se posiciona como espacio ideal para conocer el mar y descansar junto a tu familia, o para celebrar alguna ocasión con amigos. Desde el Sernatur de la Región de Coquimbo, han tratado de apoyar sobre todo el turismo durante la temporada baja, argumentando que la tranquilidad de las playas y el amplio catálogo de restaurantes y alojamientos, hacen de esta playa un lugar ideal para las vacaciones de invierno o escapadas de fin de semana. 

Si eres de los que se atreven a conocer destinos nuevos, o redescubrir lugares que han evolucionado con el paso de los años, te recomendamos incluir a la Región de Coquimbo, con sus fantásticos valles y montañas como una parada obligada en tus próximos viajes. No solo podrás ver una naturaleza imponente, sino que podrás apreciar la cultura de la región y su estilo para descansar y reconectar.