Miro a mi alrededor y no reconozco bien el entorno. ¿Estaré en el sendero correcto? Creo que no. Decido bajar por la ladera con cuidado de no caerme. Mala idea. Los arbustos más abajo no se pueden cruzar. De vuelta hacia arriba. Ya tengo las piernas cansadas. Reviso el mapa, la brújula. Algo no calza. Está claro. Estoy perdido.

Finalmente encuentro la ruta. Rasmillado y jadeando salgo a un claro en el bosque. ¿Qué veo? Santiago, desde el cerro San Cristóbal.

La posibilidad de “perderse” en un entorno controlado es parte de lo que entregan las carreras de orientación. Si bien la idea es no hacerlo, a prácticamente todos alguna vez les pasa en mayor o menor medida.

¿Qué es una carrera de orientación?

©Orientatlon
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Básicamente una búsqueda del tesoro (Los más entendidos dirán que es una descripción pobre, pero eso es). Una carrera de orientación consiste esencialmente en recorrer, con mapa y brújula en mano, una zona determinada en el menor tiempo posible, pasando por una serie de puntos (o controles) indicados en el mapa.

Este tipo de competencias tiene sus orígenes en la instrucción militar y fue evolucionando principalmente en el norte de Europa hasta convertirse en un deporte con una federación internacional (IOF) con 70 países adheridos y eventos a nivel mundial.

©Adventureseries
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Esta disciplina requiere más que solo un buen estado físico ya que para ganar no basta solo con correr. Acá no gana necesariamente el más rápido, gana el más hábil y el más inteligente. Y es que ahí está gran parte del atractivo, ya que cada corredor decide el camino a seguir entre los distintos controles. Por lo tanto, requiere planificar, pensar, armar una buena estrategia y tener las habilidades para leer el mapa e interpretarlo correctamente en el entorno.

Decidir su propio camino es justamente eso. No hay limitaciones sobre la ruta a elegir entre un punto y otro. Está permitido, y se hace necesario, salir del sendero, correr a campo traviesa, adentrarse en el bosque, tener que saltar rejas, superar obstáculos e incluso arrastrarse para poder llegar a los controles. De hecho, es raro terminar una carrera sin rasmillones en las piernas y brazos.

Adventure-1
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Si bien esta disciplina tiene mucho de trail running, su dinamismo y mezcla de habilidades la hace muy entretenida. Es una carrera sin pausa, en la que tanto el cuerpo como la mente se ejercitan. Orientas el mapa, observas, piensas, corres, paras, miras, buscas, encuentras el punto y todo de nuevo.

Tipos de carreras de orientación

©Orientatlon
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Existen distintas modalidades de carreras de orientación y algunas variantes. La originaria y tradicional es la carrera de Orientación. En ésta, los corredores deben pasar por una serie de controles en un orden predeterminado y sin saltarse ninguno, pero pudiendo elegir su propia ruta entre cada uno de ellos. Existen distintas categorías y la dificultad y distancia de los recorridos se ajustan para cada una, haciéndolo un deporte para todas las edades. Hay modalidades de Orientación en bicicleta, en ski e incluso la modalidad “Trail – O”, abierta a todos pero dirigida principalmente a personas con alguna limitación de movimiento ya que lo que se evalúa no es la velocidad si no la precisión de lectura del mapa.

Una de las variantes que existe en Chile es la Orientatlón, en que se requieren menos habilidades de lectura de mapa pero donde la estrategia es fundamental, ya que a diferencia de la Orientación, en este tipo de carreras cada control tiene un puntaje asignado según su dificultad y los corredores deciden a qué controles ir y en qué orden. En este caso el objetivo es obtener el mayor puntaje posible dentro del tiempo máximo de la competencia ya que si se supera éste, se pierde el puntaje acumulado, por lo tanto es clave entender el diseño de la carrera y conocer las propias capacidades.

©Orientatlon
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Un atractivo tanto de la Orientación como de la Orientatlón es que tienen categorías para todas las edades e incluso con la opción de participar padres e hijos haciendo de ésta una excelente alternativa de actividad familiar, sobre todo considerando que el trabajo en equipo es fundamental, fortaleciendo la comunicación y toma de decisiones. Mejor aún si esto se desarrolla en un contexto en que se fomenta también la relación con el entorno y el aprecio por la naturaleza, aprovechando a la vez los obvios beneficios del ejercicio tanto para niños como para adultos.

Otra variante son las carreras de aventura, las que han ido creciendo en cantidad y variedad año a año. Son en general de mayor duración, habiendo versiones desde 6 hasta 14 horas, e incluso para los más experimentados, de varios días. Éstas se desarrollan en zonas de mayor superficie que la Orientatlón y Orientación, teniendo que recorrer largas distancias entre los distintos controles. El lugar de competencia no es revelado hasta pocos días antes de la carrera de tal forma que los competidores no puedan hacer reconocimiento del terreno. Algo que sin duda le agrega atractivo ya que se llega a competir a un lugar totalmente nuevo y desconocido.

©Adventureseries
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Y como no todo es correr, en este tipo de carreras se mezclan diversas disciplinas, las que van variando en cada caso pero que, entre otras, suelen ser Trekking, Mountain Bike y Kayak. En ocasiones estas carreras se desarrollan también de noche lo que hace la orientación aún más desafiante ya que la limitada visibilidad impide ocupar grandes elementos en el terreno para ubicarnos en el mapa. No es raro tampoco tener que correr bajo condiciones poco ideales, con bastante frío o lluvia.

Dada la duración de este tipo de competencias y la distancia a recorrer, se hace más relevante tener estado físico razonable y conocerse a uno mismo, de tal forma de poder dosificar la energía para poder terminar bien una carrera en que el cuerpo es exigido durante varias horas. Por lo mismo, en estos casos la logística cobra más relevancia ya que será necesario alimentarse durante la carrera, posiblemente cambiarse de ropa mojada o incluso tomar pausas para descansar en el campamento base dispuesto.

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Por todo esto es recomendable, aunque no fundamental, tener algo de experiencia en carreras de menor exigencia antes de participar en una carrera de aventura. Cualquiera sea el caso, las carreras de orientación permiten relacionarse con la naturaleza de una forma distinta, muy cercana, ya que se hace necesario entender bien nuestro entorno para poder interactuar con él y avanzar.

No importa la edad, el nivel de conocimiento ni el estado físico. La invitación es a atreverse. A salir del sendero, a perderse en la naturaleza y sobre todo a disfrutarlo.

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Para conocer algunas de las distintas competencias en Chile y sus calendarios entra a: OrientatlonOrienteeringAdventureseries

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