Cuando pensamos en glaciares  en Chile  lo más probable es que nuestra mente viaje automáticamente a la Patagonia, seguramente a alguna de las grandes masas de hielo que se desprenden de campos de hielo norte o sur, extendiéndose por kilómetros.

Lo cierto es que cerca de Santiago también se puede tener acceso a glaciares. Tal vez no tan vastos e imponentes como los del sur, pero sin duda son una atracción natural que merece una visita y a las que es más fácil llegar de lo que uno creería.

Glaciar el Morado y su laguna. ©Rafael Salinger
Glaciar el Morado y su laguna. ©Rafael Salinger

Acá te presentamos cinco lugares a pocas horas de Santiago en los que se pueden ver glaciares e incluso caminar sobre ellos. Si bien es posible visitarlos durante todo el año, en los meses de invierno y temprana primavera, los días cortos y el clima pueden ser un impedimento, además se puede encontrar mucha nieve en la ruta, por lo que durante estos meses el acceso se ve limitado a aquellos que tengan algo de experiencia en randonee o quieran optar por caminata con raquetas. Durante los meses de primavera y verano, con el derretimiento de la nieve,  estas rutas se convierten en paseos familiares fácilmente realizables por el día.

El clásico – Glaciar San Francisco

Vista al cerro El Morado, que acompaña todo el trayecto. ©Rafael Salinger
Vista al cerro El Morado, que acompaña todo el trayecto. ©Rafael Salinger

Inmerso en el Monumento Natural El Morado en el Cajón del Maipo (no confundir con el Glaciar El Morado), el Glaciar San Francisco es una buena alternativa para quienes se estén iniciando en el trekking. Una caminata de 8 kms por un sendero bien demarcado lleva desde la administración del parque hasta los pies del glaciar. Durante el trayecto se tienen imponentes vistas de la pared sur del cerro San Francisco y El Morado, entre otros. Además este lugar se caracteriza por la presencia de distintos tipos de aves que incluso no tendrán problema en acercarse a los caminantes.

Último tramo del sendero. ©Rafael Salinger
Último tramo del sendero. ©Rafael Salinger

El sendero comienza con una pendiente pronunciada durante el primer kilómetro, sin embargo una vez terminada esta sección, la pendiente disminuye y en adelante no implica mayor esfuerzo. Luego de 3 kilómetros se llega a un sector de vegas llamado Aguas Panimávidas, donde brotan aguas minerales. Durante los meses de invierno solo es posible llegar hasta este punto dada la profundidad de la nieve y el riesgo de avalancha en los sectores más avanzados. Recorriendo otros 3 kilómetros se llega a la Laguna Morales, lugar perfecto para hacer una pausa y disfrutar de la vista.

Dependiendo del tiempo con el que se cuente y de la condición física existe la opción de llegar hasta la base del glaciar caminando un kilometro más. Eso sí, el sendero empeora considerablemente.

El polémico – Glaciar colgante El Morado

©Rafael Salinger
©Rafael Salinger

Ubicado en el Valle del Arenas, lugar que ha tenido mayor exposición últimamente debido a que en ese lugar se instalan las obras de Alto Maipo, el proyecto hidroeléctrico que tiene en alerta a gran parte de los pobladores del Cajón del Maipo, el Glaciar El Morado es una masa de hielo que “cuelga” de la pared sur del cerro del mismo nombre. Bajo el glaciar se encuentra una laguna que en invierno se congela y se cubre de nieve mientras que en verano puede incluso tener grandes trozos de hielo flotando.

Glaciar y laguna en invierno. ©Rafael Salinger
Glaciar y laguna en invierno. ©Rafael Salinger

La duración del trayecto dependerá de cuánto se pueda avanzar en auto. Durante los meses de verano es posible avanzar, con algo de dificultad, en un vehículo de doble tracción hasta más allá del sector llamado “Choriboulder”, una amplia planicie a los pies del cerro Arenas muy frecuentada por escaladores ya que tiene muchas rocas ideales para practicar este deporte. En este caso la caminata se acorta a 5 kilómetros. De otra forma, es necesario estacionar el auto en el sector de las obras de Alto Maipo y caminar casi 3 kilómetros más.

Sector Choriboulder en verano, con el cerro Las Arenas de fondo. ©Rafael Salinger
Sector Choriboulder en verano, con el cerro Las Arenas de fondo. ©Rafael Salinger

El sendero está bien demarcado y aunque siempre va en ascenso, no tiene mayor dificultad. Se transita en dirección norte al costado oeste del río, alejándose de éste paulatinamente. Solo a un kilómetro del final, la pendiente aumenta y puede llegar a hacerse pesada. Sin embargo, la recompensa vale la pena. A diferencia del resto de las alternativas solo al llegar al final del sendero es que se logra ver a cabalidad el glaciar colgante y la laguna bajo éste.

©Rafael Salinger
©Rafael Salinger

El solitario – Glaciar Nieves Negras

Vista desde el sendero. ©Rafael Salinger
Vista desde el sendero. ©Rafael Salinger

Muy cercano a las dos alternativas anteriores pero mucho menos visitado, el Glaciar Nieves Negras ofrece un espectáculo imponente, una gran masa de hielo colgando de la pared sur del Volcán San José, prácticamente desde su cumbre a la base. Su nombre se lo da la cantidad de tierra y manchas de barro que cubren su superficie.

Vista invernal de las morrenas y el glaciar cubierto de nieve. ©Rafael Salinger
Vista invernal de las morrenas y el glaciar cubierto de nieve. ©Rafael Salinger

La caminata comienza en las termas de colina, ubicadas en el extremo este del Cajón del Maipo, en dirección al sur. El sendero es claro y en un recorrido de 10 kilómetros, gira en forma de U hasta llegar a los pies del glaciar.

El único punto que puede presentar algún grado de dificultad es el cruce del Río Azufre a los 6 kilómetros de recorrido, en el que seguramente será necesario mojarse los pies. Durante los meses de deshielo, este cruce puede presentar un desafío mayor, por lo que lo ideal es cruzarlo bien temprano. Luego de éste el sendero perfila hacia el norte y tras pasar por un sector de vegas se empieza a ver de a poco la pared sur del Volcán San José y el inmenso glaciar Nieves Negras que recorre su pared sur.

Después del cruce de río Azufre se comienza a divisar el glaciar. ©Rafael Salinger
Después del cruce de río Azufre se comienza a divisar el glaciar. ©Rafael Salinger

Luego de 3 kilómetros se llega a la base del glaciar. Para tener una vista totalmente despejada a la totalidad de éste es recomendable continuar durante un kilómetro más hacía un notorio montículo oscuro. Sin embargo esta última sección debe hacerse con mucha precaución ya que el sendero es inexistente y se está caminando sobre el glaciar.

El protegido – Glaciar Juncal

©Rafael Salinger
©Rafael Salinger

Al norte de Santiago, camino al paso fronterizo Los Libertadores, se ubica el Parque Andino Juncal, propiedad de la comunidad Kenrick Lyon. Este parque es un área privada de conservación ecológica que obtuvo el año 2010 la denominación de sitio Ramsar. Es decir, sus 5 humedales son considerados dentro de un tratado internacional para su protección.

Entre sus atractivos está el Glaciar Juncal, que forma una lengua de hielo desde las laderas del Nevado Juncal y que origina el río del mismo nombre. Si bien el glaciar no es parte del terreno que abarca el parque, su principal acceso sí lo es.

Sendero con cerro Alto de Los Leones de fondo. ©Rafael Salinger
Sendero con cerro Alto de Los Leones de fondo. ©Rafael Salinger

Un sendero de 9 kilómetros lleva desde la administración del parque hasta el hielo mismo. El trayecto sube y baja, ganando altura de forma continua pero muy suave. Durante todo el trayecto se tiene de fondo la impresionante pared del cerro Alto de Los Leones, de más de 5.000 metros de altura. Si se quiere llegar al glaciar es necesario cruzar el estero Monos de Agua, para lo que no hay más alternativa que mojarse los pies. Este estero proviene directamente de deshielo glaciar por lo que es muy recomendable cruzarlo temprano y así evitar tener que hacerlo cuando su caudal es mayor.

Cruce estero Monos de Agua. ©Rafael Salinger
Cruce estero Monos de Agua. ©Rafael Salinger

Luego de esto la pendiente aumenta y el sendero comienza a perfilar hacia el este. En solo 2 kilómetros más, se está caminando sobre el glaciar, lo que hay que hacer con sumo cuidado por el riesgo de una caída.

Vista panorámica del glaciar Juncal. ©Rafael Salinger
Vista panorámica del glaciar Juncal. ©Rafael Salinger

Este Parque no se puede visitar en invierno ya que por las condiciones climáticas permanece cerrado. Para saber el estado del acceso al parque hay que ingresar a su página de Facebook.

El difícil – Glaciar La Paloma

©Rafael Salinger
©Rafael Salinger

De las 5 alternativas, el Glaciar La Paloma es el más cercano a Santiago, pero a la vez el que requiere mayor esfuerzo para llegar a sus pies. Este glaciar se ubica en la ladera sur del cerro del mismo nombre y para llegar es necesario recorrer un sendero de aproximadamente 14 kilómetros a través del Parque Cordillera Yerba Loca, ubicado en la curva 15 del camino a Farellones. Dada la extensión de la ruta y su ganancia en altura, este recorrido requiere 2 jornadas de caminata.

El camino es claro y se inicia en el sector de Villa Paulina. Asciende de forma continua, presentando solo en algunos sectores pendientes levemente más pronunciadas y transitando siempre por el costado derecho del estero Yerba Loca mientras se tiene como telón de fondo la imponente pared sur del cerro Altar Falso. En un comienzo hay bastante vegetación, la que poco a poco irá disminuyendo dando paso a un paisaje notoriamente más seco y rocoso, característico de media montaña. Durante el trayecto se atraviesan varias vertientes de las cuales es posible, y recomendable, aprovisionarse de agua (no así del estero Yerba Loca, por el alto contenido de minerales que posee).

©Rafael Salinger
©Rafael Salinger

También se pasa por algunos sectores adecuados para descansar junto al estero e incluso acampar. Tras 9 kilómetros se alcanza el sector de La Lata, una gran explanada, usual lugar de acampada de quienes visitan la zona. Después de otros 2,5 kilómetros se alcanza el sector de Las Cascadas, las que en invierno e incluso bien avanzada la primavera, suelen estar congeladas, lo suficiente para permitir la escalada en hielo.

Justo después de este punto la ruta presenta su mayor obstáculo, una pronunciada pendiente que lleva al sector de Piedra Carvajal, en el que ya es posible ver parte del glaciar y el cerro La Paloma. En este punto se está a solo 2 kilómetros del destino. Para esto se requiere atravesar una larga planicie tras la cual el sendero se pierde en las morrenas del glaciar. Más allá de este punto se debe caminar una media hora más por terreno difícil para alcanzar finalmente el mirador.

©Rafael Salinger
©Rafael Salinger

Si bien la ruta hasta el glaciar implica dos días de caminata, el recorrido es lo suficientemente atractivo como para realizar un paseo por el día si es que no se tiene tanto tiempo o por condición física. Si ese es el caso, una buena alternativa es llegar hasta las cascadas.

Si quieres saber más detalles de cualquiera de estas rutas puedes encontrarlas en www.andeshandbook.org

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