El 11 de mayo de 2024, durante el día mundial de las aves migratorias, un grupo de observadores partió desde Iquique en una expedición pelágica a la corriente de Humboldt, donde hicieron un hallazgo significativo: registraron por primera vez en Chile un petrel de las Galápagos, un fantasma de alta mar en peligro de extinción y cuyos registros más cercanos eran en Perú.

La corriente de Humboldt es un factor determinante que convierte a Chile en un destino muy atractivo para los amantes de la observación de aves, también conocidos como «birders». Esta corriente, que arrastra aguas frías cargadas de oxígeno y nutrientes hacia las costas chilenas, crea un ecosistema marino excepcionalmente rico que atrae a una gran diversidad de especies, especialmente las aves marinas.

Albatros de Chatham. Crédito Pablo Martínez Morales
Albatros de Chatham. Crédito Pablo Martínez Morales

Entre las más buscadas por los entusiastas observadores de aves se encuentran las aves pelágicas. Estas son criaturas del océano abierto que raramente se aventuran cerca de la costa, prefiriendo habitar en alta mar y solo acercarse a tierra para reproducirse. En Chile, las fardelas, petreles, albatros y golondrinas de mar son algunas de las que se pueden avistar en estas condiciones.

Fardela blanca. Crédito Sergio Jaque Bopp
Fardela blanca. Crédito Sergio Jaque Bopp

El descubrimiento

En este contexto, durante el Global Big Day 2024, un evento internacional que reúne a observadores de aves de todo el mundo con el objetivo de identificar la mayor cantidad posible de especies de aves en un solo día, un grupo de observadores se aventuró en una emocionante expedición pelágica desde las costas de Iquique, en la región de Tarapacá, organizada por la empresa de turismo Albatross Birding Chile, quienes realizan expediciones de observación y fotografía de vida silvestre en Chile y otros países. El propósito de la travesía era explorar las aguas lejanas en busca de aves pelágicas, así como también de otros fascinantes habitantes del océano como ballenas y delfines.

Fue así como a unos 30 kilómetros de la costa de Iquique, ocurrió un descubrimiento emocionante: se avistó una especie de ave cuya presencia en Chile era previamente desconocida. Se trata del Petrel de las Galápagos, una especie catalogada como en peligro crítico de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y cuyos registros más australes estaban en Perú.

Petrel de las Galápagos. Crédito Sergio Jaque Bopp
El individuo observado de Petrel de las Galápagos. Crédito Sergio Jaque Bopp

Con esto, Chile tendría un total de 560 especies de aves registradas en el territorio, según la plataforma eBird.

Los participantes de este emocionante descubrimiento fueron Sergio Jaque Bopp, Pablo Martínez Morales, Francisca Manríquez, Nicolás Zañartu Bonnefont, Fernando Díaz, Eduardo Navarro, Daniel Martínez Piña, Esteban Villanueva, Giannira Alvarez, Jaime Soto, Ismael Ossa, y Verónica Donoso.

Fernando Díaz, guía de la expedición, cuenta que «justamente con Rodrigo Barros (Presidente de la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile), estábamos trabajando en un articulo sobre las potenciales especies de Petreles que deberían aparecer en aguas Chilenas, debido a que existen especies que sus rangos de distribución se acercan a aguas chilenas y que podriamos estar pasando por alto por falta de viajes o prospecciones en las fechas y lugares. Otras especies solo se han registrado en Chile por medio de seguimiento satelital pero no existe observaciones o fotografías de tal ave en territorio, como el caso del Petrel Magenta, que se encuentra en Peligro Critico de Extinción y se ha descubierto que pasa mucho tiempo en aguas chilenas. También teníamos otras especies potenciales en nuestra lista y uno de ellos era Petrel de las Galapagos, por lo quedamos muy contentos de poder registrar esta ave por primera vez en Chile».

Petrel de Galapagos-2,11052024, Iquique, Chile©Fernando Díaz
El individuo observado de Petrel de las Galápagos. Crédito Fernando Díaz

Asimismo, afirma que «el Petrel de las Galápagos es una especie que se reproduce solo en algunas Islas y su población es muy pequeña, tan solo entre 6,000 y 15,000 individuos, lo que significa que cada registro es muy importante para conocer más sobre sus movimientos en el mar».

Sobre la experiencia del registro, Sergio Jaque relata que «era primera vez que se salía durante mayo a una expedición pelágica desde Iquique, por lo que sabíamos que podría haber alguna sorpresa. Un observador de pronto indicó un Pterodroma. Ahí avistamos a un petrel que rondó el bote un par de veces, dando tiempo suficiente para fotografiarlo y notar una marca de campo que luego sería definitoria. Era la marca negra que tiene esta especie bajo las alas. La emoción y alegría fue total, dado que se trataba de una nueva especie para Chile».

Petrel de las galapagos. Crédito Pablo Martínez Morales
El individuo observado de Petrel de las galapagos. Crédito Pablo Martínez Morales

Asimismo, Francisca Manríquez comenta que «el mareo del momento debido al movimiento de la embarcación se pasó rápidamente cuando por la izquierda de la embarcación pasó un petrel que a simple vista pensamos que era un petrel de Juan Fernández. Por fortuna, varios alcanzaron a tomarle fotos, lo que permitió identificarlo como un petrel de las Galápagos luego de varios minutos de discusión y comparación entre diferentes libros. Fue realmente una locura ver esta especie que está en peligro crítico de extinción y que por primera vez se veía en nuestro país».

Finalmente, Pablo Martínez Morales cuenta que «el avistamiento del petrel de las Galápagos fue sumamente memorable, ya que en su fugaz acercamiento a la embarcación, dejó a la vista sus distintivas marcas de campo, las que quedaron registradas en varias fotografías, dándonos el tiempo de analizarlas con calma para confirmar el valioso hallazgo. Sin duda, es por este tipo de encuentros que las salidas pelágicas tienen un importante valor para la observación de aves, ya que permiten descubrir parte de los misterios de la altamar».

El petrel de las Galápagos

El petrel de las Galápagos es una especie verdaderamente única y fascinante. Habitante principal de las remotas islas Galápagos, situadas en el océano Pacífico frente a las costas de Ecuador, esta ave, conocida científicamente como Pterodroma phaeopygia, posee un plumaje oscuro con un característico tinte grisáceo y blanco y una distintiva franja negra en la parte inferior de sus alas. Además, a diferencia de otros congéneres su género, que tienen un patrón en forma de M en su parte superior, el petrel de las Galápagos posee un color oscuro uniforme, casi negro. Además, se caracteriza por tener un pico oscuro y patas cortas.

Petrel de las Galápagos. Crédito Sergio Jaque Bopp
El individuo observado de Petrel de las Galápagos. Crédito Sergio Jaque Bopp

Los petreles de las Galápagos se alimentan principalmente de peces, calamares y otros organismos marinos que capturan en vuelo o encuentran en la superficie del agua. Son aves migratorias que pasan la mayor parte de sus vidas en alta mar, regresando a tierra solo para reproducirse. Durante la temporada de reproducción, forman colonias en los acantilados y barrancos de las islas Galápagos, donde ponen un solo huevo por temporada de cría.

El individuo observado de Petrel de las Galápagos. Crédito Fernando Díaz
El individuo observado de Petrel de las Galápagos. Crédito Fernando Díaz

Una característica notable de estas aves es que tanto el macho como la hembra participan activamente en la incubación y alimentación del polluelo. Sin embargo, a pesar de su impresionante adaptación al entorno marino, el petrel de las Galápagos enfrenta diversas amenazas que ponen en riesgo su supervivencia. Entre estas amenazas se incluyen la depredación por especies introducidas, la contaminación marina y el tamaño reducido de su población a nivel global.

El individuo observado de Petrel de las galapagos. Crédito Pablo Martínez Morales
El individuo observado de Petrel de las galapagos. Crédito Pablo Martínez Morales

Este avistamiento sin precedentes del petrel de las Galápagos en aguas chilenas representa un emocionante hallazgo para la comunidad científica y para los amantes de la naturaleza. Además de ampliar nuestro conocimiento sobre la distribución de esta especie en peligro, subraya la importancia de la conservación marina y la necesidad de proteger los ecosistemas oceánicos para garantizar la supervivencia de estas fascinantes criaturas y de toda la biodiversidad marina.

Petrel de las Galápagos. Crédito Sergio Jaque Bopp
El individuo observado de Petrel de las Galápagos. Crédito Sergio Jaque Bopp

El Global Big Day

El descubrimiento de esta nueva especie para Chile se hizo durante la celebración del Global Big Day 2024 celebrado el pasado 11 de mayo, un evento anual internacional que reúne a observadores de aves de todo el mundo con el objetivo de identificar la mayor cantidad posible de especies de aves en un solo día. Organizado por la plataforma de ciencia ciudadana eBird, el Global Big Day invita a participantes de todas las edades y niveles de experiencia a salir y observar aves en sus áreas locales durante un periodo de 24 horas.

Petrel plateado austral. Crédito Sergio Jaque Bopp
Petrel plateado austral. Crédito Sergio Jaque Bopp

Los participantes registran sus avistamientos en la plataforma eBird, proporcionando datos importantes que contribuyen a la ciencia y la conservación de aves a nivel mundial. Este evento no solo fomenta la participación de la comunidad en la observación de aves, sino que también ayuda a aumentar la conciencia sobre la importancia de la conservación de las aves y sus hábitats.

Albatros de ceja negra crédito Sergio Jaque Bopp
Albatros de ceja negra. Crédito Sergio Jaque Bopp
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