La primera aproximación científica al misterio de los mares lechosos, recogida de un barco que se adentró en una región brillante del Océano Índico, evoca un fenómeno inexplicado al que se refirió Julio Verne en su obra “Veinte mil leguas de viaje submarino” y que durante siglos ha sido parte de la literatura marítima, la mitología y la ficción, pero que nunca había sido registrado hasta ahora.

Mar lechoso (Referencial). Foto: Getty Images
Mar lechoso (Referencial). Foto: Getty Images

Los «mares lechosos», también llamados mar de ardora, son un fenómeno que ocurre alrededor de dos veces al año en el mundo, mostrando extensiones masivas de océano que brillan durante la noche de manera uniforme y constante, y que, según relatos, se parecen a una gran taza de leche que brilla bajo un cielo oscuro y sin luna.

A diferencia de lo que ocurre en las playas bioluminiscentes, donde el fenómeno se aprecia como destellos de luz azul-verdosos aislados en las aguas perturbadas de algunas costas, los mares lechosos son exhibiciones sostenidas y uniformes de bioluminiscencia en mar abierto, y quienes lo han visto hablan de «un mar de blancura láctea, como si desde los promontorios cercanos vinieran manadas de peinados osos blancos a nadar a su alrededor», como escribió Herman Melville, en su «Moby-Dick» de 1851.

Algunos mares lechosos han durado hasta 45 noches y, según lo que se ha podido constatar a través de relatos históricos, este fenómeno alcanza su punto máximo en invierno y verano y se observan con mayor frecuencia en el Océano Índico noroccidental.

Pero ¿Cómo se produce este evento?

Lo cierto es que a pesar de estar presentes en la literatura hace siglos, el fenómeno de los mares lechosos ha sido elusivo y son pocos los que han podido presenciarlo, mucho menos estudiarlo. Por ello es que no se tienen suficientes pruebas para indicar cuál es el motivo real por el que ocurre este evento, pero ya existen algunas teorías.

Los llamados “mares lechosos” fueron capturados con ayuda del Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) de la NASA. Foto: Steve Miller NOAA
Los llamados “mares lechosos” fueron capturados con ayuda del Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) de la NASA. Foto: Steve Miller NOAA

Actualmente se sabe que el fenómeno es causado por bacterias bioluminiscentes, pero los detalles de la composición, la estructura, la causa y las implicaciones en la naturaleza del mar lechoso, siguen siendo en gran parte inciertos.

“Primeramente se pensaba que eran algas, una floración masiva de algas, pero la teoría que últimamente ha tomado más peso es que son bacterias las que se iluminan”, agrega Ignacio Pozo, delegado de relaciones exteriores de la Red Geocientífica de Chile.

Hasta ahora la teoría más aceptada hasta el momento es que este fenómeno es provocado por bacterias bioluminiscentes llamadas Vibrio harveyi, que se comunican entre sí y desencadenan una respuesta brillante al llegar a poblaciones críticas. Este proceso se le conoce como percepción de quórum (quorum sensing) o autoinducción, y se activa cuando las bacterias entran en contacto con el fitoplancton u otras microalgas.

Como indica Ignacio Pozo: “La teoría más resaltante es que este fenómeno se produce por un tipo de bacterias que se albergan en los estómagos de los peces y que esta manera de brillar es más que nada un mecanismo para atraerlos para que estos se los coman, porque son bacterias que necesitan convivir con otra especie para poder sobrevivir. Es como la Escherichia coli que tenemos nosotros. Entonces, se puede decir que este brillo es la interacción grandes colonias de bacterias, que interactúan, se comunican entre sí y tratan de llamar la atención de estos depredadores, que son herbívoros, para poder sobrevivir dentro de ellos. Es una relación de comensalismo en la que una especie se ve beneficiada mientras la otra no se ve afectada”.

Se puede decir que el resplandor es como un anuncio publicitario de luces, que busca llamar la atención de los peces para que estos se coman las algas, y así estas bacterias puedan alojarse en el intestino de estos animales acuáticos y sobrevivir.

Mar lechoso (Referencial). Foto: Getty Images
Mar lechoso (Referencial). Foto: Getty Images

Esta es una de las teorías que tiene mejor cabida dentro de la comunidad científica, pero como señala Ignacio Pozo, podrían haber muchos otros factores que aún no se conocen. “La luz es más que nada una forma de comunicación entre especies, ya sea para depredar, para llamar la atención o para temas de reproductivos, pero siempre es con fines de comunicación. Dentro de los seres de las profundidades del mar es algo muy cotidiano, para ellos el tema de la iluminación es muy natural, pero para nosotros es algo muy llamativo y nuevo, por ello nuestra fascinación”, agrega.

La expedición del Ganesha y el primer registro visual de los mares lechosos

Después de pasar décadas buscando pruebas del enigmático y mitológico fenómeno marino llamado «mares lechosos», Steven Miller, un científico atmosférico de la Universidad Estatal de Colorado, finalmente pudo ver fotos en persona del evento.

Y es que, hasta hace poco, Miller solo la había podido estudiar el fenómeno basándose en una combinación de imágenes de satélite y la tradición marítima, pero eso cambio gracias a la evidencia recopilada por la tribulación del yate privado Ganesha, que tuvo la suerte de encontrarse inesperadamente con este fenómeno, lo que fue recogido en un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

En agosto de 2019, el yate privado que navegaba por el Océano Índico, al sur de la isla de Java, se encontró sorpresivamente un fenómeno inusual que dejo a toda la tribulación en estado de asombro. El barco de un momento a otro se adentró en maravillosas aguas resplandecientes y todo el océano se volvió significativamente más brillante que el cielo nocturno, manteniendo un brillo mayormente homogéneo y constante en el horizonte.

Como lo describe Naomi McKinnon, tripulante del Ganesha, en el artículo: “Tres de la tripulación estábamos de guardia navegando en el bote durante la noche, asegurándonos de mantener el camino correcto hacia las Islas Cocos, y de repente, el océano comenzó a verse realmente extraño y a medida que navegamos más, el resplandor se volvió más intenso”.

Fotografía del mar lechoso tomada por el Ganesha en 2019. Foto: Naomi McKinnon
Fotografía del mar lechoso tomada por el Ganesha en 2019. Foto: Naomi McKinnon

El color del océano era un verde blanquecino, como el de los stickers que brillan en la oscuridad, y visualmente “parecía que el barco flotaba más alto de lo usual y que navegábamos por un campo de nieve que resplandecía con el brillo de la Luna” agrega McKinnon. Sin duda, todo un espectáculo de proporciones únicas.

Sin embargo, a pesar de su belleza, el evento que acababan de presenciar dejo a la tripulación anonadada y con muchas preguntas sin respuestas, por ello fue que apenas llegaron de vuelta a tierra firme, se pusieron a investigar.

Así fue como dieron con un informe de Steve Miller, quien había visto el mismo evento de resplandor en la costa de Java, pero desde un satélite, así que decidieron ponerse en contacto y contar su experiencia, confirmando el evento al contar con una fotografía que proporcionaron al equipo de Miller como evidencia para la investigación.

Después de entrevistarse con la tripulación, Miller pudo reconocer que el barco había entrado repentinamente en las aguas resplandecientes que se extendían a lo largo de unos 100.000 kilómetros cuadrados, que justamente habían sido captadas por un satélite de la NOAA la noche del 2 de agosto de 2019.

Así Miller, que tantas veces había visto el fenómeno a través de un satélite, pero sin poder confirmarlo desde la Tierra, pudo obtener la primera confirmación visual de la existencia de los mares lechosos. El equipo de Miller ya había presenciado varios eventos de mares lechosos desde el aire, pero no tenían seguridad de que era lo que estaban viendo, hasta ahora.

Los llamados “mares lechosos” fueron capturados con ayuda del Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) de la NASA. Foto: Steve Miller NOAA
Los llamados “mares lechosos” fueron capturados con ayuda del Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) de la NASA. Foto: Steve Miller NOAA

«El resultado realmente importante aquí es que con la confirmación de la superficie ahora tenemos confianza en las mediciones satelitales no sólo para detectar este fenómeno y estudiarlo remotamente, sino también para guiar a los buques de investigación para que se metan en los mares lechosos y aprendan mucho más sobre ellos», agrego Miller en una entrevista a BBC News.

Antes del testimonio del Ganesha, los científicos creían que el mar lechoso se trataba de una “mancha superficial” de bioluminiscencia, pero las nuevas observaciones nos pueden dar a entender que esto ocurre en un volumen mucho más profundo, lo que proporciona información importante para los investigadores.

Gracias a este descubrimiento, la ciencia puede empezar a investigar más a profundidad este extraño evento que paso a ser parte de la mitología marítima y del que aún queda mucho por resolver.

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