Sin lugar a dudas, uno de los fenómenos más fascinantes de la naturaleza es el de la bioluminiscencia. Es un proceso que a simple vista pareciese ser un espectáculo de magia, pero la verdad es que tiene su ciencia.

Bioluminiscencia (Referencial). Foto: Getty Images
Bioluminiscencia (Referencial). Foto: Getty Images

La bioluminiscencia es un proceso que se da en algunos organismos vivos, en el que la energía que genera una reacción química se manifiesta como luz. La mayoría de las veces se puede ver de noche en las playas, en la orilla y donde revientan las olas. Ese es el momento en que la luz del día no impide que se vea.

Como su nombre lo indica, la palabra es un híbrido del latín “Bios”, que significa vivo, y “Lumen”, que significa luz. Se trata de un fenómeno muy extendido en todos los niveles biológicos, pero que está presente sobre todo en las especies marinas que viven en las profundidades.  De hecho, se calcula que el 90% de los organismos de las profundidades la presentan.

«Más que nada la bioluminiscencia, como dice su nombre, es un proceso biológico, es decir, producido por organismos vivos, que se genera por reacciones químicas, por una proteína que tienen que se llama luciferina. Estos organismos son marinos más que nada, pero también tenemos casos terrestres como algunos hongos encontrados en el Congo y las luciérnagas», señala Ignacio Pozo, delegado de relaciones exteriores de la Red Geocientífica de Chile. 

Bioluminiscencia en Laguna Luminous, Falmouth, Jamaica. Foto: Big Guy Big World
Bioluminiscencia en Laguna Luminous, Falmouth, Jamaica. Foto: Big Guy Big World

¿Cómo se produce?

Esta luz producida por organismos vivos es el resultado de una reacción bioquímica en la que, en la mayoría de los casos, interviene una proteína llamada “luciferina”, que en presencia de oxígeno molecular y ATP (adenosín trifosfato), y mediante la acción de una enzima que se llama luciferasa, provocan la oxidación de la molécula. La luciferina se excita con la oxidación y cuando vuelve a su nivel de energía normal, emite luz.  La reacción se denomina quimioluminiscencia: una reacción de emisión de luz que no produce calor.

«En su mayoría esta reacción se presenta en especies marinas debido a la escaza luminosidad que llega a las profundidades. Las razones por la que se produce esta luz son diversas, puede ser por temas de reproducción y por depredación -tanto para ahuyentar depredadores como para atraer presas-, entre otros», agrega Ignacio Pozo.

De esa forma, la reacción de oxidación de la luciferina se activa por diversas razones. Puede ser como respuesta al estrés como ocurre en el caso de un tipo de noctiluca (Noctiluca scintillans), un organismo bioluminiscente que genera esta reacción por la agitación. Generalmente, cuando vemos que las olas se iluminan con una tonalidad azul/verdosa, es por la propia agitación que provocan los movimientos del agua que inducen a que se produzca esta bioluminiscencia en la noctiluca.

“El ejemplo más claro que tenemos es cuando las playas de repente se iluminan con colores turquesas, que antiguamente se creía que era por la luna, pero se ha comprobado que esto se produce por unos pequeños microorganismos que tienen esta luciferasa y que por temas de marea llegan a las costas. Estos organismos viven en las profundidades, donde la única fuente de luz que tienen es la de ellos mismos. Pero lo que pasa es que muchas veces estos seres son llevados a las costas del mundo por las corrientes, por eso se produce este fenómeno. Al ser llevado por las mareas hacia las playas, con el rompimiento de las olas se “activan”. Por eso el fenómeno se produce en la zona de costa y no más hacia dentro”, indica el científico.

Bioluminiscencia en Bahía Mosquito, Isla Vieques, Puerto Rico. Foto: Tiana Viajes
Bioluminiscencia en Bahía Mosquito, Isla Vieques, Puerto Rico. Foto: Tiana Viajes

También puede ser en respuesta a un ataque, como defensa para asustar a ese depredador o, por el contrario, les puede servir como señuelo para atraer presas. Asimismo, puede ser utilizada como distracción (tal es el caso de algunos calamares que en vez de tinta sueltan una nube bioluminiscente que les da oportunidad de huir) y para atraer a sus parejas, como es el caso de las luciérnagas. Es decir, la función biológica de la bioluminiscencia es variada, pero la reacción química que la produce es siempre la misma.

Entonces, distintos organismos utilizan la bioluminiscencia con fines biológicos; se encienden y se apagan cuando lo necesitan, en respuesta a un estímulo determinado. No están todo el tiempo emitiendo luz, ya que esto involucra un gran gasto enérgico, ya que consumen ATP, por lo que deben utilizarlo de forma metabólicamente rentable.

¿Se puede producir un evento bioluminiscente?

Según los expertos, los eventos bioluminiscentes no se pueden predecir, pero lo cierto es que si ocurrió una vez, podría seguir ocurriendo en el mismo lugar. Generalmente, se trata de fenómenos estacionales que pueden volver al mismo lugar o trasladarse a otros sectores de la costa. Es por esto que es más factible verlo recurrentemente al bucear de noche, ya que los organismos vivos pueden brillar en cualquier parte de la profundidad del océano.

Como señala Ignacio Pozo: «Esto no es algo constante que uno diga que todos los años va a suceder. De hecho, es bastante difícil de predecir. Yo no te puedo decir que mañana va a haber bioluminiscencia, pero lo que sí se puede saber es que si el evento ocurrió en un lugar, va a seguir ocurriendo. A lo mejor no diariamente ni tampoco anualmente, pero si va a seguir ocurriendo. Ósea, que haya ocurrido en un lugar te da indicios de que podría seguir ocurriendo en el mismo lugar».

Asimismo, vale destacar que muchos pescadores relacionan este evento con el ciclo lunar debido al aumento de las mareas durante luna llena, pero esto no es un fenómeno que se produzca necesariamente en esta fase de la luna. Como indica el investigador: «Tiene un componente de que paradójicamente calza que cuando hay luna llena se presenta este fenómeno, principalmente por el aumento en las mareas. Pero igual hay que entender que las mareas no solamente porque hay luna llena suceden, son cíclicas, entonces este fenómeno no esta 100% relacionado con la luna».

Bioluminiscencia en Laguna Encantada, Islas del Rosario, Colombia. Foto: Hotel San Pedro de Majagua
Bioluminiscencia en Laguna Encantada, Islas del Rosario, Colombia. Foto: Hotel San Pedro de Majagua

Por otro lado, los organismos que producen bioluminiscencia suelen estar presentes más recurrentemente en lugares con aguas cálidas, por lo que los eventos que ocurren en zonas cercanas a los polos son bastante raros. Sin embargo, pueden suceder debido a la variación de corrientes, marejadas y otros eventos que acerquen a estos organismos hacia aguas más frías mientras buscan nutrirse con huevos, larvas, feca de crustáceos y otros organismos zoo planctónicos, como el fitoplancton.

Por ello es que en las costas de Chile, a pesar de sus aguas frías, se ha presentado este evento, precisamente en Bahía Inglesa y su vecina playa Las Machas, en Caldera. Estas tranquilas playas de arena blanca y aguas turquesas fueron las protagonistas de un espectáculo visual nocturno increíble durante 2018, y se espera que vuelva a repetirse cada tanto.

Asimismo, las noctilucas también han encontrado hogar en algunos lugares de Aysén. Uno de estos sectores es Playa Bonita, conocida como el “rincón caribeño de la Patagonia”, a 15 minutos de Puerto Gala, y también Puerto Aguirre, en el archipiélago de las Islas Huichas.

En todo el mundo existen mares donde, si nos bañamos de noche, se puede experimentar de cerca este fascinante fenómeno. A continuación, te dejamos 5 lugares increíbles donde puedes disfrutar de este fenómeno en Latinoamérica, pero recuerda, este evento no se puede predecir ya que se trata de organismos vivos, así que depende de muchas variables y no siempre es seguro que se produzca.

1. Bahía mosquito, Isla Vieques (Puerto Rico)

Bioluminiscencia en Bahía Mosquito, Isla Vieques, Puerto Rico. Foto: Cortesía de Informate 360
Bioluminiscencia en Bahía Mosquito, Isla Vieques, Puerto Rico. Foto: Cortesía de Informate 360

En Vieques, una de las hermanas pequeñas de la isla de Puerto Rico, se encuentran tres bahías en las que se puede disfrutar del fenómeno de la bioluminiscencia. La mayor, y la que suele contar con las condiciones ideales a lo largo del año, es la bahía Mosquito. Tapón y Puerto Ferro la acompañan dependiendo de las condiciones.

Este lugar es magnífico, es una bahía rodeada de selva y aguas turquesa, que en la noche se iluminan entregando un espectáculo único.

La bioluminiscencia de la bahía de Puerto Mosquito es causada por la iridiscencia en sus aguas de una gran cantidad de dinoflagelados, que en su mayoría corresponden a la especie Pyrodinum bahamenses. La combinación de los factores de temperatura, nutrientes, material orgánico y el intercambio entre las aguas de la bahía y la del mar afuera, dan como resultado la formación de un medioambiente único del fenómeno bioluminiscente.

Esta bahía fue reconocida hace 10 años en el libro Guinness de los récords como la más brillante del mundo. Asimismo, fue elegida como una de las siete maravillas del mundo para el 2020 por la revista  Condé Nast Traveller.

2. Laguna Manialtepec, Oaxaca (México)

Al caer la noche, el agua de la laguna de Manialtepec brinda a los viajeros un espectáculo surrealista. Con el más leve movimiento, brilla con un color azul-verdoso muy intenso, creando efectos alucinógenos en los bañistas nocturnos. El “lugar de los lagartos”, de acuerdo con su significado en náhuatl, se ubica a 15 minutos de Puerto Escondido, rumbo a Pinotepa Nacional, en el Estado de Oaxaca, México.

La laguna de Manialtepec tiene una extensión de seis kilómetros cuadrados y es uno de los lugares privilegiados en el mundo donde se puede observar la bioluminiscencia. Esto se debe a que la laguna de está poblada por millones de microorganismos dinoflagelados, una especie de fitoplancton que proviene del mar y se reproduce en estas aguas y que brillan como resultado de una quimioluminiscencia que usan para protegerse de sus depredadores.

Cabe destacar que México tiene muchas bahías y cuerpos de agua donde se puede apreciar el increíble fenómeno de la bioluminiscencia. Desde Quintana Roo hasta Baja California Sur, se puede apreciar este evento, principalmente en los últimos meses del año.

3. Laguna Luminous, Falmouth (Jamaica)

Bioluminiscencia en Laguna Luminous, Falmouth, Jamaica. Foto: Unplash
Bioluminiscencia en Laguna Luminous, Falmouth, Jamaica. Foto: Unplash

La laguna luminosa ciertamente hace honor a su nombre. A solo cinco minutos de los muelles de Falmouth, en la costa norte de Jamaica, la laguna es el mejor lugar de la isla para presenciar la bioluminiscencia.

Los dinoflagelados habitan estas aguas y brillan especialmente en las aguas poco profundas y cálidas, y cuándo se altera el agua, los organismos producen un resplandor azul-verdoso, que revela contornos luminosos de peces y otros objetos debajo de la superficie. Un espectáculo, sin duda, maravilloso.

4. Laguna Encantada, Islas del Rosario (Colombia)

Bioluminiscencia en Laguna Encantada, Islas del Rosario, Colombia. Foto: Cortesía de Infobae
Bioluminiscencia en Laguna Encantada, Islas del Rosario, Colombia. Foto: Cortesía de Infobae

En este punto del mar Caribe se creó hace más de 40 años el Parque Nacional Corales del Rosario y de San Bernardo, muy cerca de Cartagena de Indias: el conjunto coralino más importante de Colombia. Aquí nos encontramos con un lugar mágico rodeado de manglares, aguas poco profundas y mucha tranquilidad. Y como broche de oro, el gran espectáculo nocturno de la bioluminiscencia.

El fenómeno ocurre por la presencia de un alga llamada Noctiluca scintillans, también conocida como «chispa de mar» que es la responsable de provocar estos destellos lumínicos. Este fascinante fenómeno les permite a los visitantes zambullirse en un mar que parece estar lleno de diminutas estrellas y disfrutar un espectáculo mágico, e incluso, cuando las corrientes de agua son lo suficientemente fuertes, el plancton llega incluso a cubrir la propia orilla de las playas de la isla de Barú, ubicada a poca distancia del archipiélago de Islas del Rosario, generando un espectáculo fascinante.

5. Laguna Grande, Fajardo (Puerto Rico)

Varios de los lugares más populares del planeta para observar el fenómeno de la bioluminiscencia se encuentran en la isla de Puerto Rico y Laguna Grande es uno de los lugares más impresionantes. Ubicada en la Reserva Natural Las Cabezas de San Juan, a pocos kilómetros de la capital del país, y rodeada de manglares, se encuentra la laguna Grande y la bahía Bioluminiscente, uno de los mejores lugares de la isla para ver como los dinoflagelados iluminan la oscuridad de la noche.

Pese a lo anterior, existe preocupación por parte de los tour operadores debido a los apagones que ha sufrido este sector en los últimos tiempos.

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