El agua es vida. Lo que podría parecer un simple eslogan publicitario, es una de las certezas más importantes que tenemos: el recurso del agua es un bien irremplazable, vital y escaso.

Sin embargo, el acceso al agua es algo que la sociedad da por sentado. Así queda demostrado cada rara vez que se corta el suministro local por menos de 24 horas al día y el llamado es a “juntar agua”. Pero, ¿qué pasaría si comenzáramos a tomar conciencia de que este recurso es finito y se podría estar acabando?

La verdad, es que no sabemos, dado a que el último Balance Hídrico Nacional, que es el catastro que nos dice cuánta agua tenemos disponible en Chile, se hizo hace 32 años atrás.

Esto ha desatado las alarmas en la Dirección General de Aguas (DGA) la que ha lanzado el Proyecto de Actualización del Balance Hídrico Nacional, el cual es impulsado por un equipo de la Universidad Católica y la Universidad de Chile, en conjunto al Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC) y el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR).

El proyecto considera la realización de cuatro informes que se darán a conocer este año, en los que se espera habrá una medición del balance hídrico según macro zonas: norte, centro, sur y austral. Así, se actualizará el balance de las 101 cuencas existentes a los largo del país.

Pese a que sólo se ha anticipado la metodología de la medición, se llevó a cabo un plan piloto midiendo las cuecas de los ríos Loa, Choapa, Maipo, Imperial y Aysén, las que arrojaron como resultado preliminar un déficit en la disponibilidad de las zonas estudiadas que va de un 10% a un 37%.

En medio de la discusión por el Código de Aguas y los efectos del cambio climático a nivel mundial, resulta fundamental saber cuál es la disponibilidad de nuestras cuencas. Así lo asegura el experto en meteorología Roberto Rondanelli, quien también forma parte de la investigación: “Hay una disminución de las precipitaciones en la zona centro-sur del país. Estamos viviendo un periodo más bien seco, provocado de forma natural. Sin embargo existen factores antropogénicos, relacionados al cambio climático. Esa disminución es cuasi permanente, y no se puede revertir en el mediano plazo o largo plazo. A menos que no se reduzcan los niveles de C02 en la atmósfera”.

Río San Pedro ©Juan Pablo Delgado
Río San Pedro ©Juan Pablo Delgado

 

El 60% del PIB de Chile

Roberto Pizarro, quien es ingeniero forestal de la Universidad de Chile e hidrólogo, por la Universidad Politécnica de Madrid, comenta que nuestro PIB se basa en riquezas naturales. La minería, lo forestal, la agricultura, todas estas actividades requieren agua. Si a eso le agregas turismo, aún más. El agua es un recurso tremendamente valioso que representa al menos el 60% de nuestro PIB. Para tener una idea, la minería anda por el 12%”.

Un problema de consumo, de incertidumbre, de territorio y de variabilidad del cambio climático es lo que plantea Pizarro. “Del año 90 a la fecha nuestro PIB ha crecido unas tres veces, y el consumo de agua ha crecido en la misma proporción. Nosotros tenemos un consumo tres veces mayor y, por lo tanto, tenemos acoplado un crecimiento económico al consumo de agua. Si queremos seguir creciendo a ese nivel, ¿vamos a ser capaces de obtener toda el agua necesaria si ya estamos con problemas?”, indica.

“Estamos un problema importante de conciencia ciudadana con respecto al tema. No tenemos conocimiento de lo que realmente ocurre en nuestro ecosistema. No tenemos claro que las aguas que pasan hoy, ni su origen o procedencia temporal”, agrega.

Es así cómo entendemos que el agua, además de ser vida, es la fuente principal de la economía de nuestro país, y saber cuánta tenemos disponible y cuánto tiempo nos durará, parece ser una información clave para apuntar a un mejor manejo de este suministro, más información en la sociedad respecto de su buen uso y mayor apreciación de este valioso recurso.

 

 

 

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...