De acuerdo con un informe que acaba de publicar Greenpeace, la falta de control y protección de las aguas internacionales está generando una acelerada merma de tiburones al año que son muertos por la industria pesquera y sus técnicas de explotación intensiva.

Se estima que cada año 100 millones los tiburones son capturados cruelmente o quedan atrapados entre las redes o en líneas kilométricas de anzuelos destinadas a otros peces como el pez espada. Incluso, el objetivo de algunos buques es poder cortarles sus aletas para venderlas como alimento exótico en algunas partes del mundo. La amplia demanda de aletas de tiburón actual, se ha traducido en la muerte de 73 millones de tiburones al año a nivel mundial. Mientras por lo general suele asociarse a los buques asiáticos de practicar el llamado «aleteo», España ya se ha convertido en el segundo mayor proveedor a nivel mundial de aletas de tiburón sin procesar, posicionándose en tercer lugar en el ranking de países con mayores cuotas de captura de tiburones en el mundo, por debajo de Indonesia e India.

©Cortesía de Greenpeace
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En este contexto, el informe de Greenpeace reveló que decenas de miles de tiburones en peligro de extinción mueren a consecuencia de la falta de regulaciones mar adentro, donde las aguas pasan a ser internacionales. “Las prácticas que ejerce la sobrepesca son crueles y completamente inmorales. Los gobiernos del mundo deben acordar en la ONU un Tratado Global Oceánico que permita allanar el camino para la creación de una red de santuarios que proteja a las especies marinas y el ecosistema en el que viven”, declara Estefanía González, coordinadora del programa de océanos de Greenpeace Andino.

©Cortesía de Greenpeace
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La situación es tan grave que hoy muchas especies de tiburones están en peligro de extinción y algunas poblaciones han disminuido hasta en un 99% debido a la actividad humana. Por su parte, el informe de la ONG destaca el impacto devastador que la sobrepesca está teniendo sobre las poblaciones de tiburones mako –el más rápido en el mundo– declarado en peligro de extinción. Según investigaciones de la organización ambientalista, barcos españoles y portugueses capturan hasta 25 mil tiburones mako al año. Según los datos expuestos, colectivamente se capturan cuatro veces más tiburones que peces espadas.

Hoy en día, apenas cerca del 4% de los océanos a nivel mundial están protegidos y no existe un mecanismo legal para la creación de santuarios sobre aguas internacionales. Ante la omisión de los gobiernos a la comunidad científica, la industria pesquera devasta los ecosistemas marinos. “A través de este informe exponemos a los culpables de estas atrocidades, pero también desde Greenpeace exigimos a los gobiernos del mundo un acuerdo con regulaciones estrictas, que le ponga límites a las pesqueras sobre la protección de los océanos”, afirma Estefanía González.
©Cortesía de Greenpeace
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Los tiburones son depredadores tope en los océanos y son considerados como indicadores de ecosistemas marinos saludables. Si éstos desaparecen, no sólo estaremos perdiendo especies invaluables para el planeta, sino además generando un grave desequilibrio en los ecosistemas al alterar la cadena trófica. Para comprender más sobre este tema, te invitamos a leer nuestro artículo: ¿Cómo afecta la desaparición de grandes depredadores al ecosistema?
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