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Empresa de hermanos chilenos logra la primera piscina natural de uso público de Chile y Latinoamérica mediante depuración con plantas acuáticas
La primera piscina natural de uso público de Chile y Latinoamérica, desarrollada por BIOANTU, representa una innovadora alternativa sostenible. Sin químicos y ecosistémica, la piscina construida por la empresa de los hermanos Francisco y Mauricio Torres, fue inaugurada en enero de este año en la comuna de San Miguel. En este artículo, abordamos cómo surgió esta iniciativa y la historia de este innovador emprendimiento.
Ubicada a un costado del edificio Be Smart de San Miguel se aprecia una piscina que a simple vista es como cualquier otra. Al acercarse es posible advertir distintos tipos de plantas acuáticas, así como también mariposas y hasta aves que se aproximan curiosas, como zorzales y tortolas. El olor a cloro, que normalmente hace llorar los ojos y es bastante común en piscinas públicas, sorprendentemente, no existe.
Sin químicos, de baja mantención, sin necesidad de cambios de agua y ecosistémica. Así es la primera piscina natural de uso público de Chile y Latinoamérica. Inaugurada en enero de 2024 y ubicada en el Be Smart de San Miguel, la iniciativa creada por la empresa de diseño y ejecución de sistemas hídricos sustentables, BIOANTU, y aprobada por la Seremi de Salud, promete ser un aporte tanto para la comunidad como para el medio ambiente.
El proceso para su creación empezó hace cinco años en la Región de Coquimbo, como plan piloto, gracias al apoyo de la inmobiliaria Kumquat. La evolución constante del proyecto permitió observar su funcionamiento y dar el paso hacia este proyecto de mayor escala.
El paso siguiente fue la elección del lugar. En ese sentido, el edificio Be Smart, orientado a una apuesta sustentable con sistemas de calefacción sostenibles, paisajismo, y energía renovable fue el lugar ideal. Los hermanos Torres comentan que la recepción de la biopiscina por parte de los futuros compradores es increíble y que, además, ha sido un plus comercial.
“Que te acerquen la naturaleza a tu propio jardín es algo impagable. Que te estén acercando el ave, las mariposas, el flujo del agua natural, es algo que hoy en día es lo que la gente está buscando, la reconexión con la naturaleza”, comenta Mauricio Torres.
El hito de una piscina natural pública en Chile
Con su origen en Alemania y Austria en los años 80, y un boom en todo Europa debido a la creación de piscinas públicas naturales en los 90, el concepto de piscinas naturales se ha arraigado profundamente en la cultura europea. Por el contrario, la situación en Chile es completamente distinta.
Si bien en nuestro país las piscinas naturales privadas son cada vez más comunes, la presencia de piscinas públicas naturales es prácticamente inexistente, al menos hasta ahora. Además, este tipo de construcciones se han enfrentado a diversos obstáculos, entre los cuales destaca la ausencia de una legislación específica que respalde y regule adecuadamente estas instalaciones.
En este sentido, el uso de cloro es una de las principales limitaciones para poder crear piscinas naturales. Esto porque la legislación chilena hace mención explícita al uso de cloro en las piscinas públicas, a través del Decreto Supremo 209, que también exige su renovación completa de agua todos los meses y que, además, prohíbe algún tipo de materia viva en la instalación.
Entonces, con la legislación actual, las piscinas públicas naturales quedan fuera de acción, por lo que ha sido un logro para BIOANTU ser pioneros en esta materia a nivel nacional y latinoaméricano.
“Para piscinas naturales no hay leyes, nosotros hemos tenido que argumentar para hacer excepciones a la legislación actual. Haber logrado que en base al Decreto 209 se abriera una excepción a la regla, que se pudiese cambiar la desinfección química a una biológica, fue algo que logramos a través de análisis de laboratorio. Tuvimos que demostrarle a la autoridad sanitaria que se puede generar abatimiento de coliformes fecales, estreptococo, salmonella, entre otros, solamente a través de depuración biológica y oxigenación a través de plantas. Fue un hito en términos legales”, explica Francisco Torres.
Las plantas que limpian el agua
El agua de las piscinas naturales se limpia a través de plantas fitodepuradoras. Estas plantas, adaptadas a vivir en agua, tienen la característica de traspasar el oxígeno más fácilmente que otras, sumado a las bacterias y microorganismos presentes en las raíces, los cuales también son buenos degradadores de materia orgánica. Es así como las plantas, al hacer fotosíntesis, van purificando el agua, lo que se traduce en una mínima mantención de las piscinas, una ayuda al medio ambiente -ya que debido a esta purificación natural no es necesario vaciar la piscina constantemente- y el poder disfrutar de un baño sin productos químicos y tóxicos que afectan al sistema respiratorio, piel y ojos.
Existen cuatro tipos de plantas acuáticas: las palustres, que a menudo se hallan en la interfaz entre ambientes acuáticos y terrestres, es por esto que se encuentran a las orillas de los estanques; las no emergentes que, como su nombre lo dice, son las que están completamente sumergidas en el agua; las flotantes, plantas que flotan libremente en la superficie o tienen raíces que cuelgan en el agua sin tocar el fondo, y, finalmente, las plantas subacuáticas emergentes, las cuales tienen sus raíces sumergidas en el agua, pero sus tallos y hojas sobresalen de la superficie.
BIOANTU utiliza estos cuatro tipos de especies hidrófitas para realizar las piscinas naturales. Pero no se trata de estar nadando en un laberinto de algas y plantas, ya que el sistema de las piscinas de BIOANTU cuenta con dos zonas: una de nado y otra de regeneración. Esta última se encuentra separada del área de recreación -ya sea por un muro o simplemente alejada- y es el lugar donde las plantas purifican el agua, la cual debe estar en constante movimiento entre una zona y otra. Esto puede hacerse mediante una bomba o por mecanismos de flujo libre.
“Siempre son dos unidades: zona de nado y zona de regeneración. Los factores clave incluyen la oxigenación del agua, la radiación del sol, la plantación de plantas macrófitas palustres y subacuáticas (fitodepuradoras) y la recirculación de las aguas. Estos son cuatro factores importantísimos para poder depurar un espacio acuático con mínima intervención mecánica. No ocupamos ningún agente como filtros UV ni filtros de arena externos, comunes en piscinas convencionales, sino que utilizamos 100% un nivel de sustrato biológico, ya sea de baja, mediana o alta densidad, en acompañamiento de las plantas acuáticas. Desde ahí, nosotros hacemos procesos de recirculación para que el agua de la zona de nado, que es el mayor volumen, vaya penetrando toda esta densidad de sustratos y que las mismas plantas vayan también haciendo fotosíntesis al interior de la piscina. Son procesos biológicos y también físicos que ocurren al interior”, explica Mauricio Torres, ingeniero en construcción.
Alternativas naturales y refrescantes en medio de la ciudad
La migración ciudad-campo es un hecho en Chile, sobre todo desde la pandemia. Es más, un monitoreo realizado por el Instituto Data Science, Telefónica I + D y Cisco, entre marzo del 2020 y mediados de enero del 2021, aseguró que casi 400 mil santiaguinos abandonaron la capital. Muchos de ellos lo hacían en búsqueda de lugares en los que tuvieran más contacto con la naturaleza. En este sentido, para quienes todavía están en la ciudad, las biopiscinas son una excelente alternativa si es que se quiere estar en contacto con la naturaleza, según explican los fundadores de BIOANTU.
Al ser cuidadosamente diseñadas, las piscinas naturales no solo ofrecen un escape refrescante de los entornos urbanos, sino que también son imanes para la biodiversidad local, tales como aves e insectos meliferos. Los hermanos Torres cuentan que diversos clientes que desean seguir conectados con la vida moderna, sin renunciar al contacto con la naturaleza, han expresado efusivamente su agradecimiento.
La mayoría, dicen, ha bajado los niveles de estrés al tener estos ecosistemas acuáticos en sus hogares. “De hecho mucha gente también al bañarse sabe que está sumergiéndose en un producto vivo, que está dentro de un cauce de agua, en un laguito. Saben que ya estando dentro les cambia molecularmente algo en su organismo. Es un cambio totalmente abrupto y que te genera una comodidad mayor hacia el cuerpo impresionante. Ojalá el día de mañana podamos hacer estudios psicológicos sobre este tema. Es increíble cómo cambia la percepción del cuerpo estando dentro de una piscina natural y la gente busca aquello por lo mismo, tanto por satisfacción como también por poder ver un ecosistema todo el año”, afirma Mauricio.
Otros proyectos
BIOANTU también ha realizado más de 200 cursos desde sus inicios. Acompañado de un gran compromiso social y del interés que han demostrado los usuarios de redes sociales, la empresa hará su primer curso de biopsicinas en marzo con la idea de capacitar en términos de los fundamentos asociados a estos cuerpos de agua.
“Nosotros necesitamos poder divulgar y poder promover, incentivar la cultura del agua asociada a su cuidado y a su entendimiento y comprensión. Eso lo logramos a través de cursos, lo logramos a través de presentaciones, a través de la divulgación de los trabajos que hacemos. En esto queremos ser enfáticos: en que la educación fue de los primeros trabajos que hizo la empresa. Nació siendo un emprendimiento de compartir saberes, lo primero que hizo BIOANTU fue un taller, hacíamos jornadas de nueve días presenciales, donde enseñamos muchas disciplinas, desde economía solidaria, desde agricultura orgánica y para qué hablar de recursos hídricos”, cuenta Francisco.
Pero, la empresa no sólo se dedica a la creación de piscinas naturales, sino que también ha realizado diversos proyectos. Desde su creación en el 2009, se ha dedicado también a la creación de humedales depuradores de aguas residuales, ecolagunas de gran tamaño y otros proyectos, tales como diseños integrales de recursos hídricos.
Los humedales depuradores son plantas de tratamiento capaces de tratar aguas servidas domésticas, municipales e industriales. Hay 80 de ellos distribuidos en 38 comunas de 9 regiones de Chile y, gracias a esta innovadora tecnología, se recuperan aproximadamente 760 metros cúbicos de agua para riego al día. Este esfuerzo adquiere una relevancia crucial en el contexto global, considerando que, según cifras de la ONU, los humedales de todo el mundo son el hábitat del 40% de todas las especies de plantas y animales. Alarmantemente, el 35% de ellos ha desaparecido en los últimos 50 años.
Al mismo tiempo, la empresa es creadora de la primera ecolaguna de Chile, la más grande hasta el momento, con 10.000 metros cuadrados. Está ubicada en el Casino Marina del Sol de Chillán y para su creación se plantaron 2.400 plantas terrestres y 4.000 especies de plantas acuáticas. Gracias a este proyecto, BIOANTU ganó el premio a mejor proyecto de Laguna biológica a nivel mundial en los Pondy Awards 2023 celebrados en Bélgica y coordinados por la Organización Internacional de Aguas Naturales para Baño. Ahora, el objetivo es crear otra ecolaguna, pero esta vez de 15.000 metros cuadrados en la zona de Pirque, en la Región Metropolitana.
Actualmente la empresa de los hermanos Torres está buscando crear la Asociación Chilena y Latinoamericana de Aguas Naturalizadas, una entidad orientada a fortalecer la colaboración y solidaridad entre organizaciones comprometidas con proyectos sostenibles. Además, la empresa ha emprendido un proyecto en el norte de Chile para, por primera vez, generar forraje animal con aguas residuales.
BIOANTU es una empresa de ecoingeniería comprometida con el desafío país de revertir el proceso de desertificación del territorio nacional.