Denuncian remoción y daños irreparables de petroglifos en la Región del Maule

“Cuando llegué al lugar tuve que buscar los petroglifos cuenca arriba, luego me di cuenta que no los encontraba hasta que me devolví: cambié mi perspectiva de visión, cuenca hacia abajo. Ahí me doy cuenta que había una serie de piedras removidas y tiradas arriba del Estero Mellico, como para hacer un paso vehicular. Efectivamente, la ladera había sido removida y acercándome a las piedras, encontré los petroglifos” relata Bárbara Meneses, diseñadora de ambientes y guía local de turismo en la Región del Maule.

Al momento de identificar que gran parte de los petroglifos habían sido destruidos, Meneses, quien había comenzado a estudiarlos recientemente, mantuvo un silencio de afecto y tristeza frente a la situación: “me armé de valentía y dije -bueno-, hay que hacer las denuncias pertinentes y que la investigación se lleve a cabo con sus respectos responsables” sobre esto esta marcha prosiguió, “hice lo que correspondía; gepecié el punto, no toqué nada, saqué fotos y videos para exponer las evidencias de la remoción de los petroglifos”.

Respecto a los petroglifos, estos habían sido descubiertos hace aproximadamente dos años atrás y la información sobre su origen es acotada. Sin embargo, en un artículo publicado en Trekking Chile, titulado “Maule rupestre – Arte rupestre de la Región del Maule” y escrito por el profesor de Historia y Geografía Alejandro Morales Yamal -quien realizó algunos estudios preliminares-, se reconoció la preocupación por el desconocimiento, el avance y  progreso humano ante una desvalorización integral del significado del legado patrimonial arqueológico.

El sitio arqueológico de Mellico, en la Laguna del Maule, contiene una estructura pétrea con inscripciones de petroglifos lineales, geométricos y espirales, que inspiran formas fito y zoomorfas en el lugar; teniendo una disposición oriente poniente hacia la Cordillera de Los Andes. “Sin duda son los petroglifos a mayor altura disponibles en la Región del Maule, adyacente a la cordillera de los Andes”, afirma L.Torres y “son de tipo estilo guaiquivilu, por sus diseños, emplazamiento y manufactura similar a los de otros sitios similares como Calabozos y Estero Seco” afirmó Alejandro Morales. A juicio de Franz Schubbert “es un hallazgo sorprendente, ya que no están georeferenciados hasta ahora y por lo tanto no están identificados en ninguna representación cartográfica disponible en el área”- (sic).

Denuncias y antecedentes

Si bien la acción humana es evidente, aún no existe claridad respecto a los autores del cometido. De igual forma, considerando que se encontraba en proceso la construcción de un paso vehicular de gran envergadura (en una zona protegida, ubicado en la Laguna del Maule el cual establece una cota de protección de acuerdo al decreto 254), sumándole que en la misma zona se encuentra un control aduanero y los mismos estamentos, existe cierta suspicacia sobre la falta de fiscalización de asuntos que debiesen ser investigados.

La denuncia quedó en manos de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de Santiago, al igual que en el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). “Se hizo el peritaje y los estudios el día viernes 11, y eso se va en un informe a Santiago, allá se tomará la decisión de qué hacer y que pasos seguir” (…). “Espero que la resolución sea pronto porque todo quedó a merced del clima, y con la nieve y el agua todo se podría degradar mucho más rápido. Lo ideal sería sacarlos antes de que llegue la nevada” recalca Meneses.

Dentro de los hallazgos que Barbara lamenta haber corroborado tras haber revisitado sus fotografías, es la preocupación por el estado de los lagartos nativos del lugar: “las veces que había visitado los petroglifos una de las cosas que me llamó muchísimo la atención fue la alta población de  grandes lagartos que habían en esas piedras. Sobre esto, busqué las fotos que había sacado previamente de los lagartos, se la envié a un amigo especialista en fauna nativa y corroboró lo que más temía, que es que era un hábitat que no había sido catastrado del lagarto Phymaturus maulense, que vive en 5 puntos de la Región del Maule; tres puntos habían sido catastrados en la Laguna del Maule y sus inmediaciones, y dos puntos en un sector del Enladrillado de la Reserva Altos del Lircay. O sea que además, este lagartito se ve también afectado, con su hábitat removido, las madrigueras y cuevas donde vivían fueron destruidas al remover las piedras”.

“En el fondo la enseñanza de este mal acontecimiento es que cuando las personas naturales, ONGs, instituciones o las fundaciones hagan estos descubrimientos de valor patrimonial si o sí se tiene que dar aviso al Consejo de Monumentos Nacionales para que ellos estudien el lugar, se recabe la información y se pueda proteger de buena manera”, concluye la guía local del Maule.