El mirlo común (Molothrus bonariensis) es un ave del orden de los paseriformes, perteneciente a la familia de los ictéridos, que se distribuye prácticamente por toda América del Sur y el Caribe alcanzando incluso la zona sur oriente de Estados Unidos, motivo por el cual recibe diversos nombres comunes según su ubicación. Por ejemplo, dentro de Sudamérica, en Colombia se le conoce como tordo renegrido, gamusino o chamón parásito, en Argentina Morajú o tordo argentino, en Uruguay tordo común, en Venezuela reina Josmary, en Brasil Chupin y en Paraguay tordo renegrido o mulata.

Lee también: ¿Te animas a ser un naturalista urbano? Algunas especies de aves que puedes observar desde tu ventana

En Chile es una especie común que se puede encontrar prácticamente en todo el país, a excepción de la Región de Magallanes donde se tienen pocos avistamientos, según las fuentes de datos de ebird 2021, tal como se muestra en el siguiente mapa.

La literatura indica que esta especie se habría introducido a Chile a principios de 1800 y que, por su gran versatilidad a reproducirse en diversos ambientes, incluso aquellos intervenidos por el hombre y la posibilidad de encontrar alimentos de múltiples fuentes, pudo establecerse sin problemas en las áreas a las cuales iba colonizando.

Lee también: Las buenas prácticas en observación y fotografía de aves, por María Matijasevic

Su hábitat es amplio; se le encuentra desde zonas abiertas como pastizales, cultivos, jardines, potreros con ganado, lechos de río y hasta en zonas urbanas. Habita desde la costa hasta los 2.000 msnm, pero se han encontrado registros hasta los 3.200 msnm, según se indica en el Atlas de las Aves Nidificantes de Chile.

Lee también: Ver aves alrededor de tu casa es bueno para tu salud mental

De acuerdo con la clasificación internacional UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), esta especie está catalogada con “preocupación menor (LC)”. Esto quiere decir que, habiendo sido evaluada la especie, no cumple ninguno de los criterios que definen las categorías de “En Peligro Crítico”, “En Peligro”, “Vulnerable” o “Casi Amenazado”.

Esta especie presenta un evidente dimorfismo sexual, es decir existen variaciones en la fisonomía externa, como tamaño y coloración, entre machos y hembras de la especie. Ambos sexos tienen pico o ranfoteca cónico y puntiagudo, iris oscuro y patas negras. Los machos se diferencian de las hembras ya que miden alrededor de 20 cm de largo, pesan 45 gramos, pero sobre todo porque son de color negro con un brillo azul tornasolado. Las hembras, en cambio, miden 19 cm, pesan 31 gramos y su plumaje es marrón oscuro, más pálido en la zona inferior. Los polluelos son como las hembras, pero levemente estriados.

Foto 3.Hembra © Wingsfromsouth (Instagram)
Hembra © Wingsfromsouth (Instagram)

Esta especie suele confundirse con el tordo (Curaeus curaeus), pero existe una manera sencilla de diferenciarlos. Si estás observando una bandada y todos los individuos son de color negro, con mucha seguridad estarás observando tordos, ya que como se indicó anteriormente, los mirlos tienen dimorfismo sexual evidente. Si estás frente a ejemplares solitarios deberás fijarte en el tamaño, ya que el tordo (26 cm) es mas grande que el mirlo. Otra diferencia es que el pico del tordo es más largo y aguzado y, que a pesar de que ambos son negros, no presenta la coloración tornasol azul verdosa tan particular del mirlo. En la siguiente imagen se observa un ejemplar de tordo en la parte superior y un ejemplar de mirlo (macho) en la parte inferior.

Mirlo-tordo © Wingsfromsouth (Instagram)
Mirlo-tordo © Wingsfromsouth (Instagram)

Esta especie es abundante, gregaria y el ciclo reproductivo, al igual que la mayoría de las aves en nuestro país, comienza en la época primaveral. El macho canta posado o en vuelo con movimientos circulares alrededor de la hembra y durante el cortejo, éste se acerca erizando las plumas, arqueando las alas y bajando la cabeza, emitiendo trinos roncos y graves mientras agita las alas y sacude el cuerpo, como queriendo demostrar toda su belleza tornasol a la hembra.

Foto 5.Cortejo © Wingsfromsouth (Instagram)
Cortejo © Wingsfromsouth (Instagram)

Los mirlos se caracterizan por tener un comportamiento único respecto de su ciclo reproductivo. Son especies parásito obligada, es decir no construyen nidos y depositan sus huevos en los de otras especies. En ocasiones destruyen los huevos de sus anfitriones después de haber puesto los suyos. De esta forma los pichones de mirlo nacen y son criados por las aves que hicieron el nido, creyendo que son sus crías.

Lee también: Solo basta observar: ¿Cómo diferenciar machos y hembras en las aves?

En Chile se conoce que parasita varias especies, pero el chincol (Zonotrichia capensis) y la ciuca (Diuca diuca) son los huéspedes predilectos. Sin embargo, se han registrado otras especies huéspedes como la tórtola cordillerana (Metropelia melanoptera), diucón (Xolmys pyrope), run-run (Hymenops perspicillata), fío-fío (Elaenia albiceps), chercán común (Troglodytes aedon), tenca chilena (Mimus thenca), bailarín chico (Anthus correndera), chirihue común (Sicalis luteola), trile (Agelaius thilius), loica (Sturnella loyca), cometocino patagónico (Phrygilus patagonicus), pájaro plomo (Phrygilus unicolor), gorrión (Passer domesticus), colegial (Lessonia rufa), zorzal patagónico (Turdus falcklandii) y cometocino de gay (Phrygilus gayi).

En las siguientes fotos podemos ver a polluelos siendo alimentados por diferentes especies de padres adoptivos. En orden; diuca, chincol y tenca.

Foto 6.Mirlo-diuca © Wingsfromsouth (Instagram)
Mirlo-diuca © Wingsfromsouth (Instagram)
Foto 7.Mirlo-chincol © Wingsfromsouth (Instagram)
Mirlo-chincol © Wingsfromsouth (Instagram)
Foto 8.Mirlo-tenca © Wingsfromsouth (Instagram)
Mirlo-tenca © Wingsfromsouth (Instagram)

Se han observado situaciones en que la hembra elige un nido y la pareja se mantiene en los alrededores, esperando el momento de la postura de los huevos de la especie huésped para poner su propio huevo, así como también una postura previa a la del ave parasitada. También se ha registrado que puede botar los huevos de la especie que parasita para dejar espacio a los propios. Debido a que los mirlos poseen un periodo de incubación, entre 9 a 12 días, por lo general más corto que el de sus hospedadores, los huevos suelen eclosionar tempranamente y por lo tanto los pichones logran una ventaja en la competencia por alimento con los pichones de la especie a la que han usurpado el nido. También es posible observar, con frecuencia, cómo los pichones de mirlo se diferencian de los pichones de las especies que parasitan, siendo por lo general de mayor tamaño. En la siguiente foto, se observa el pichón de mirlo, de colorido más oscuro, junto a un pichón de chincol compartiendo el nido.

El color de los huevos es muy variable y se ha descrito que tendría relación con la especie hospedero que parasita. Se ha observado desde un color blanco sucio hasta rosa y azul pálido o verde con pequeñas manchas oscuras. Se ha descrito que, por lo general, ponen un huevo por nido parasitado, pero puede llegar a poner hasta tres.

Esta especie tiene una dieta variada, que está directamente relacionada con la disponibilidad en el entorno. Aunque se alimenta principalmente de semillas y granos, los frutos y otros invertebrados como anélidos y arácnidos también forman parte de su dieta. Es común verlos alimentándose en el suelo, revisando el pasto o posados en vegetación de baja altura.

Foto 10.Alimento © Wingsfromsouth (Instagram)
Alimento © Wingsfromsouth (Instagram)

Como te has podido dar cuenta, esta especie es muy particular y asombra por su patrón de colores. Te invitamos a reconocerla en la ciudad o en el campo, sobretodo en época reproductiva para que aprendas también a reconocer a sus padres adoptivos.

Fuentes:

Ebird.

– Medrano F, Barros R, Norambuena H V, Matus R y Schmitt F. 2018. Atlas de las aves nidificantes de Chile. Red de observadores de Aves     y Vida silvestre de Chile, Santiago, Chile.

– Nueva guía de las aves argentinas, Fundación Acindar, 1991.

– Aves de Chile, sus islas oceánicas y península antártica. Couve E, Vidal C, Ruiz J. 2016.

– Lo demás está basado en nuestra experiencia y aprendizaje en terreno.

Sobre los autores:

1 Comentario

1 Comentario

  1. Ana

    Hola, estaba leyendo su artículo mientras veo a una Tenca alimentar a su cría que es un Mirlo, me llama la atención que cuando la Tenca deja solo por momentos a la cría llega un Mirlo que por las características creo es hembra, se queda a su lado y también lo alimenta, lo vigila constantemente, mi duda es si puede ser la madre que depositó los huevos en nido ajeno y ahora vuelve por su cría ya nacida?

Responder...