Cine bajo las estrellas: una oportunidad para generar sentido de pertenencia
«Juntarnos con los vecinos a ver una película en la plaza o en el parque no debiera ser una actividad restringida para unos pocos, sino más bien, una actividad de encuentro para todos quienes disponen de un espacio público», dice Daniela Arancibia, Jefa de Proyectos de Fundación Mi Parque, en esta columna que nos comparte sobre la función que pueden jugar actividades como el cine bajo las estrellas.
Parece que las noches santiaguinas tienen una nueva tradición veraniega. Llega enero, el verano se deja sentir, el asfalto se calienta, las tardes son más largas y la gente busca panoramas para aprovechar las frescas noches de verano.
Así es como hace años, comunas como Providencia, Las Condes, Vitacura y algunas otras, organizan sus festivales de cine bajo las estrellas. Eventos cada año más masivos, las entradas se agotan en pocos días y los participantes ya traspasan los límites comunales, llenando grandes parques de entusiastas espectadores.
Estos eventos logran ocupar el espacio público en horarios que de otra manera sería impensado y hasta peligroso hacerlo. Se transforman en un pretexto para congregar a vecinos y ocupar el espacio verde como escenario de un acto cultural. Además, los asistentes se sienten privilegiados por esta invitación y se comprometen más con estos espacios. Entendiendo que es un privilegio poder ver películas al aire libre.
Pero eventos como estos se reproducen en distintas escalas en Santiago y en el país. Juntarnos con los vecinos a ver una película en la plaza o en el parque no debiera ser una actividad restringida para unos pocos, sino más bien, una actividad de encuentro para todos quienes disponen de un espacio público.
Así mismo lo entendieron los vecinos de la plaza Vida Sana en la comuna de Colina, quienes realizaron un proceso de recuperación participativa de su plaza en conjunto con Fundación Mi Parque, y en el marco de la activación comunitaria del proyecto, realizaron una función de cine bajo las estrellas en este renovado espacio que usan con orgullo.
Para la noche del evento la junta de vecinos se consiguió sillas, un proyector, sonido y telón adecuado para esperar a los asistentes. Poco a poco se fueron sumando vecinas, vecinos y niños que llegaron con mantas y comida para compartir, dispuestos a no perderse ni un segundo de la película y a disfrutar como corresponde, las acaloradas noches de la capital.
Esperamos que este entusiasmo contagie a más líderes comunales y municipios, que vean la gran oportunidad que significa organizar este tipo de eventos, donde se entrega un panorama cultural sencillo a los vecinos y vecinas, al mismo tiempo que se activan los espacios públicos, dando como resultados comunidades más comprometidas y organizadas.