La especie ha disminuido debido a una serie de impactos humanos en los pastizales, incluida la ganadería, el cultivo, los pesticidas. Crédito: © Guillermo Menéndez
La especie ha disminuido debido a una serie de impactos humanos en los pastizales, incluida la ganadería, el cultivo, los pesticidas. Crédito: © Guillermo Menéndez

Hace más de diez años atrás, los cielos de los pastizales en el sur de Brasil, norte de Argentina y Uruguay se cubrían de bandadas con cientos de aves color amarillo oro y negro. Eran las grandes bandadas del tordo amarillo, un ave emblemática de los pastizales de Sudamérica, cuya población se ha reducido de tal modo, que hoy se estima sólo quedan entre 600 y mil ejemplares, distribuidos en zonas específicas de las Provincias de Corrientes y Entre Ríos, en Argentina.

La especie ha disminuido debido a una serie de impactos humanos en los pastizales, incluida la ganadería, el cultivo, los pesticidas, la quema, las plantaciones de pinos y eucaliptos, el drenaje y los asentamientos. La esperanza de su supervivencia y de rla trae un grupo de personas que trabaja de manera incansable con el firme objetivo de salvar a la especie. Pero solos no pueden y necesitan sumar voluntarios.

De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y estudios de especialistas sobre el ave, las poblaciones de tordo amarillo han contraído su área de distribución en el sur de Brasil (Santa Catarina y Rio Grande do Sul), el sur de Paraguay, Uruguay y el norte -oriente argentino. En la actualidad solo existen centros locales de abundancia, pero probablemente nunca fue abundante en Argentina. La reproducción es a menudo colonial y solo se ha descubierto una pequeña cantidad de sitios de reproducción. En Paraguay, la población en las cuencas hidrográficas de Aguapey y Tacuary en Itapúa y Misiones se estima en alrededor de 1.500 aves, y la población paraguaya total en 2.000-3.000 individuos. En Argentina, existen poblaciones disjuntas que suman un total de 500-600 individuos en el noreste de Corrientes (posiblemente continuo con poblaciones en el oeste de Rio Grande do Sul) y el sureste de Entre Ríos.

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Un proyecto en Argentina, liderado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), busca rehabilitar las poblaciones del tordo amarillo. Este proyecto incluye a ambientalistas, aficionados y técnicos de organismos estatales que trabajan desde 2015 para proteger las últimas poblaciones silvestres de esta ave. El plan contempla el reclutamiento de voluntarios, que servirán para constituirse en «Guardianes de Colonia», o grupos de técnicos y voluntarios que se ocupan de monitorear a diario las colonias reproductivas donde los tordos tienen sus nidos para poder protegerlas.

Distribución del tordo amarillo (Xanthopsar flavus), con algunas zonas donde ya se considera extinto. Crédito: © IUCN
Distribución del tordo amarillo (Xanthopsar flavus), con algunas zonas donde ya se considera extinto. Crédito: © IUCN

«El objetivo general del proyecto es salvar a la especie y por eso nos concentramos en aumentar el éxito reproductivo. Nuestra tarea consiste en asegurarnos que los pichones logren cumplir su ciclo en el nido y luego puedan incorporarse a la bandada«, explicó Florencia Pucheta, la bióloga que actualmente lleva adelante el Proyecto Tordo Amarillo, al medio argentino El Libertador,

El trabajo de los guardianes es exhaustivo durante aproximadamente dos meses, periodo en que las aves forman sus colonias, ponen huevos y cuidan a los pichones. «Lo que hacemos es un trabajo de campo. Los tordos forman sus colonias y hacen sus nidos en los bañados y nuestra labor consiste en hacer un monitoreo permanente en esos lugares en específico y eso implica enfrentarse a las condiciones del ambiente, calor, insectos, lluvias, humedad, etcétera«, agregó la especialista.

No es una tarea fácil, pero los resultados son muy alentadores. Es por eso que, año tras año cuando se acerca el período de reproducción de estas aves, se renueva la búsqueda de voluntarios. «Las personas interesadas pueden escribir a: tordoamarillo@avesargentinas.org.ar. Deben enviar su currículum, y una carta de intención donde expliquen por qué quieren unirse al proyecto. Es esto lo que más nos interesa porque es donde notamos el real interés de cada aspirante«.

Los tordos forman sus colonias y hacen sus nidos en los bañados. Crédito: © Fernando Sessegolo
Los tordos forman sus colonias y hacen sus nidos en los bañados. Crédito: © Fernando Sessegolo

Un ave amenazada

Desde el 2000, el tordo amarillo está considerado como una especie en estado vulnerable, según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. El principal problema es la pérdida de su hábitat natural, los pastizales. «Es es el gran problema de las especies amanezadas en general. En este caso se suma el comercio ilegal para mascotismo, ya que es un ave muy vistosa y la presencia de otros animales depredadores o que ocupan sus nidos«, explicó Pucheta. Proteger las colonias es una forma de garantizar la supervivencia de la especie. Ese es el rol de los guardianes. Y es más la esperanza para estas aves, cuando son más las personas que se suman al proyecto.

Buscarán voluntarios para ayudar a rehabilitar poblaciones del tordo amarillo. Crédito: © Fernando Sessegolo.
Buscarán voluntarios para ayudar a rehabilitar poblaciones del tordo amarillo. Crédito: © Fernando Sessegolo.

En diciembre de 2019, por Ley N° 6.522 la Legislatura declaró Monumento Natural de la Provincia de Corrientes al tordo amarillo (Xanthopsar flavus). «Que haya tenido este reconocimiento, nos dio una herramienta sumamente importante a la hora de trabajar en su conservación. Esta declaración es una garantía porque implica que un atentado contra estas aves puede tener una sanción importante para quien lo cometa«, explicó la biológa Florencia Pucheta y señaló que esto les permite actuar de inmediato en caso de que una de las colonias esté amenazada, precisamente por la protección que tiene la figura legal que contempla el tratarse de un monumento natural.

La organización Aves Argentinas, que partipa también en este proyecto, explica que la convocatoria está abierta para voluntarios que deseen participar en este proyecto. Principalmente, el perfil de los interesados debe cumplir requisitos como ser entusiastas de la conservación, la vida silvestre y la biodiversidad. Los voluntarios deberán estar un mínimo de un mes monitoreando colonias y nidos. Los interesados podrán postularse en el sitio web de la organización.

*Con información de El Libertador.
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