Estar en contacto habitual con la naturaleza tiene un efecto terapéutico, ya que los espacios naturales son entornos muy valiosos y beneficiosos para nuestra salud. La naturaleza no solo ofrece una oportunidad para recuperarse de la fatiga mental, realizar deportes al aire libre o generar vida social, sino que también entrega innumerables beneficios para la salud física y sicológica o emocional de las personas.

Trekking Dientes de Navarino, Tierra del Fuego ©El ciervo volante
Trekking Dientes de Navarino, Tierra del Fuego ©El ciervo volante

En ese sentido, científicos de todo el mundo, así como organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el Instituto para la Política Ambiental Europea (IPAE), han redactado diversos estudios que han demostrado que las experiencias en la naturaleza pueden beneficiar el bienestar psicológico y físico de las personas.

Las áreas periurbanas, así como los grandes parques urbanos y los parques metropolitanos, junto con los espacios naturales protegidos cercanos a ciudades, tienen una capacidad increíble para reducir el estrés, los niveles de cortisol, la ansiedad y la depresión, además de reducir el riesgo de un sinfín de patologías asociadas como la diabetes tipo II y enfermedades cardiovasculares en las personas.

© Felipe Bengoa
Cabalgata en Cutrao Cutrao ©Felipe Bengoa

Los beneficios de la naturaleza son tan valiosos y variados, que incluso se han creado nuevas disciplinas que buscan conjugar la medicina tradicional con la interacción con la naturaleza. En Oriente, por ejemplo, desde hace unas tres décadas se ha ido expandiendo rápidamente la práctica del Shinrin-yoku, término japonés que se puede traducir como «baño de bosque». Una nueva disciplina denominada medicina forestal, que consiste en realizar caminatas por el bosque de forma habitual para mejorar la salud.

Para que aprendas sobre los diferentes favores que nos entrega la naturaleza y puedas conectar con ella de una forma diferente, es que dejamos para ti este listado con 7 beneficios que produce el contacto con la naturaleza para la salud de las personas. ¡No te quedes sin leerlo!

Caminata de once horas por la selva, Perú. Foto por Martín Lecanda
Caminata de once horas por la selva, Perú. Foto por Martín Lecanda

1. Reducción del estrés y el mantenimiento del bienestar cotidiano

La exposición habitual a la naturaleza tiene un efecto positivo sobre el estado de ánimo, la concentración, la autodisciplina y el estrés mental. Así lo avala un estudio realizado por la fundación inglesa The Countryside Charity, que determinó que el 95 % de las personas entrevistadas afirmaron que su estado de ánimo mejoraba al pasar tiempo al aire libre. Se sentían menos deprimidos, estresados y nerviosos, y más relajados y equilibrados. Mientras que otro estudio publicado en la revista científica Frontiers in Psychology demostró que pasar tiempo en contacto con la naturaleza está relacionado con un estado de ánimo positivo, el bienestar psicológico y la vitalidad. En pocas palabras: las personas que pasan más tiempo en la naturaleza suelen ser más felices.

2. Disminución de los niveles de tensión arterial, frecuencia cardíaca y cortisol en la sangre

Algunos estudios señalan que, al ser un espacio de distensión, así como de recreación, pasar tiempo en la naturaleza contribuye a reducir la presión arterial, aminorar la agitación del sistema nervioso y mejorar la función del sistema inmunitario. Asimismo, reduce el riesgo de diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares, partos prematuros y muerte prematura.

Pareja dentro de carpa. Foto: Marmot.
Pareja dentro de carpa. Foto: Marmot.

3. Refuerza el sistema inmunológico

Muchas investigaciones han dado como resultado que pasar tiempo en la naturaleza nos protege contra diversas enfermedades. Pasar un rato en contacto con la naturaleza nos relaja y actúa como una inyección de energía que nos ayuda a protegernos de enfermedades cardiovasculares, respiratorias, mentales y musculares.

4. Combate la depresión y la ansiedad

Precisamente porque el contacto con la naturaleza reduce la secreción de cortisol y mejora el estado de ánimo en general, pasear por la naturaleza es una práctica que está especialmente indicada para personas que sufren depresión o ansiedad. De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Michigan demostró que tras un paseo de 50 minutos por la naturaleza, personas con depresión mejoraron su autoestima y su capacidad cognitiva. Cabe destacar que los análisis científicos en este campo destacan que el efecto es mayor si se realiza alguna actividad física, lo cual también mejora la calidad del sueño.

Ascensos en montaña, en distintos terrenos, permiten también llegar a lugares donde no hay carreteras, explorar, practicar deporte a alto nivel. Crédito: © Av2
Ascensos en montaña, en distintos terrenos, permiten también llegar a lugares donde no hay carreteras, explorar, practicar deporte a alto nivel. Crédito: © Av2

5. Mejora la esperanza de vida

Diversas investigaciones señalan que el contacto con la naturaleza mejora la esperanza de vida de las personas. De hecho, vivir próximo a zonas verdes disminuye considerablemente las posibilidades de muerte y solo un pequeño aumento en la superficie con vegetación cercana ya contribuye a una disminución de este riesgo, según un estudio realizado por investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).

6. Mitigación del estrés térmico, reducción de la exposición a contaminantes atmosféricos y disminución del estrés acústico

La naturaleza permite equilibrar la temperatura atmosférica al proporcionar sombra, evaporación y transpiración, asimismo, reduce al exposición a contaminación atmosférica, la proporcionar aire limpio, y a la contaminación acústica, dado que la vegetación impide la propagación del ruido al absorberlo o difractarlo.

7. Creación de oportunidades para el aprendizaje, el desarrollo personal y la autoestima

Todos los puntos anteriormente mencionados sugieren que la naturaleza nos beneficia como individuos, pero cada vez son más las investigaciones que demuestran que tiene también un efecto positivo en la sociedad como grupo. De hecho, un estudio publicado en la revista científica Journal of Personality and Social Psychology, determinó que las personas que pasaban 60 segundos mirando árboles muy altos tenían más probabilidades de ayudar a un extraño y se sentían menos prepotentes que la otra mitad de los participantes en la prueba, que miraron a un edificio igual de alto también durante un minuto. Asimismo, cabe destacar que hay diversos estudios que señalan que el déficit de naturaleza tiene un impacto serio en nuestro bienestar, ya que se ha asociado con la depresión, la pérdida de empatía y la falta de altruismo.

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