El boom inmobiliario en Maitencillo y el impacto ambiental de una rápida y descontrolada expansión urbana
Una de las regiones con más demanda inmobiliaria en el país es la Región de Valparaíso, donde las zonas más cotizadas son Maitencillo, Cachagua, Zapallar y Reñaca, que presentan fuertes alzas en los últimos años, que en algunos casos supera el 60% en un plazo de solo 5 años. Este fenómeno ha traído diferentes polémicas debido a la rápida y descontrolada expansión urbana, que en muchos casos pone en peligro la conservación de la biodiversidad y al medio ambiente. Ese es el caso de los acantilados de Quirilluca, el último pulmón verde de la comuna de Puchuncaví, que hoy se ve amenazado por dos megaproyectos inmobiliarios. Vale decir que Quirilluca es el hábitat de algunas de las especies más representativas de la Región de Valparaíso como el chungungo (Lontra felina) y el belloto del norte (Beilschmiedia miersii), y es el hogar de la única colonia reproductiva de piquero común (Sula variegata) en Chile continental. Maratué, el más grande de los proyectos inmobiliarios en la zona, pretende construir 14.180 viviendas para albergar un total de 60.000 personas en la comuna de Puchuncaví, la que, según el Censo de 2017, tiene un total de 18.546 habitantes.
A raíz de a las restricciones que se mantuvieron durante más de un año debido a la crisis sanitaria del Covid-19, surgió el fenómeno del “home office” y con ello, la capacidad de teletrabajar desde cualquier lugar del país. Si bien el teletrabajo ofrece una dinámica mucho más cómoda para muchos trabajadores, no es un fenómeno exento de polémicas. Lo cierto es que el home office ha influido en gran medida en la migración de la ciudad a localidades más calmas y con un estilo de vida más tranquilo.
En ese sentido, una de las regiones con más demanda es la Región de Valparaíso, donde las zonas más cotizadas son Maitencillo, Cachagua, Zapallar y Reñaca, que presentan fuertes alzas en los últimos años, que en algunos casos supera el 60% en un plazo de solo 5 años. Vale decir que la zona costera de la región de Valparaíso ofrece la opción de optar por una mayor calidad de vida manteniendo los estándares de una propiedad en zonas urbanas, así como mantenerse cerca de la capital del país.
La alta demanda en los sectores costeros de la región ha desencadenado un boom inmobiliario en muchas zonas que hoy se llenan de nuevas casas y edificios, mientras la oferta se hace escaza ante la gran demanda existente.
Este fenómeno ha traído diferentes polémicas debido a la rápida y descontrolada expansión urbana, que en muchos casos pone en peligro la conservación de la biodiversidad y al medio ambiente. Ese es el caso de los acantilados de Quirilluca, el último pulmón verde de la comuna de Puchuncaví, que hoy se ve amenazado por dos megaproyectos inmobiliarios.
Como indica Ricardo Frez, abogado de Salvemos Quirilluca y director de la ONG Defensa Ambiental, este fenómeno esta desatado y responde a una falla en los Planes Reguladores de las comunas, porque finalmente esos son los instrumentos que permiten decir dónde se puede y dónde no se pueden construir proyectos inmobiliarios.
“La gran mayoría de las comunas tiene planes reguladores muy desactualizados que no responden a la necesidad de la comunidad y que, por ende, son muy permisivos. Al final, no hay una real planificación del territorio que permita resguardar zonas costeras para la conservación, para destinaciones turísticas. Y en particular el borde costero está siendo sumamente afectado por eso, porque las comunas son comunas pobres que las que no cuentan con recursos para poder tener una planificación territorial real y por ende no tienen herramientas para restringir y limitar el avance inmobiliario”, agrega el abogado.
El desconocido paraíso de Quirilluca
Inmerso en la Zona de Sacrificio ambiental de las comunas de Puchuncaví y Quintero, y específicamente en el borde costero central de la comuna de Puchuncaví, se ubica el Sitio Prioritario para la Conservación de la Biodiversidad Acantilados de la Quirilluca, catalogado por la región como uno de los diez sitios más importantes a proteger.
Este lugar, que se luce con una maravillosa vista al mar y una bahía poco conocida hasta hace algún tiempo, corresponde al hábitat de algunas de las especies más representativas de la Región de Valparaíso como el chungungo (Lontra felina) y el belloto del norte (Beilschmiedia miersii), que con sus frondosos bosques le da un toque único al paisaje.
“Dentro de las especies que tenemos en este sector, quizás la más emblemática es la población de belloto del norte. La importancia que tiene esta especie es que es un monumento natural desde el año 1995, es de los 7 monumentos naturales que existen en Chile hasta el momento, y es una figura de conservación bastante importante en la comuna porque el belloto del norte es endémico de la Región de Valparaíso, no existe en ninguna otra parte de Chile (salvo algunas poblaciones escazas en la zona de Melipilla, en la Región Metropolitana), y está en estado vulnerable. Y la población de Quirilluca en particular es bien especial porque es una especie que crece más que nada en la cordillera de la costa, pero aquí se dan porque el sector reúne una serie de condiciones que permiten que estos árboles crezcan. De todos los bellotos del norte que nosotros hemos encontrado hasta el momento, los que se encuentran más cercanos a la costa son los de Quirilluca”, indica Mario Rubiño, integrante de la agrupación comunitaria Salvemos Quirilluca.
Ahí, asimismo, en medio de toda esta belleza, se desenvuelve la más singular colonia reproductiva de piquero común (Sula variegata) de Chile continental, siendo la única que se desarrolla en el continente con cerca de 12.000 aves y siendo la segunda más grande después de la Isla Pájaro que alberga 18.000 ejemplares de esta especie en la Región de Coquimbo.
“Yo creo que viven ahí por la tranquilidad que les brinda la zona, que es el único lugar que no está construido en la comuna. En los acantilados de Quirilluca hay una población de piqueros bastante importante, de hecho, es la única colonia reproductiva continental en el país. Y esta ciudad que se va a instalar está bastante cerca y la pregunta es cuál va a ser el impacto que va a tener esto para la especie. Es muy probable que se vayan producto del ruido y el tránsito”, agrega Mario Rubiño.
Este fenómeno de la naturaleza se emplaza en una zona totalmente despoblada, donde las luces artificiales aún no existen y los sonidos que pueden escucharse son sólo el viento y el canto de las aves. Es la única zona natural en la comuna de Puchuncaví que no cuenta con infraestructura urbana y es toda una maravilla para quienes llegan a este lugar para disfrutar de la calma y la belleza de sus paisajes.
Es en este espacio natural donde se pretende desarrollar dos proyectos inmobiliarios de gran envergadura, que ponen en riesgo la conservación de este lugar tan especial para la biodiversidad de la región.
La indudable belleza natural de este lugar hace que Quirilluca sea muy apetecible para inversionistas inmobiliarios, pese a situarse en la comuna de Puchuncaví, calificada por la prestigiosa revista británica The Wire como uno de los lugares más contaminados del mundo.
Vale decir que el suelo de la zona también está muy contaminado debido a las emisiones del cordón industrial Quintero-Puchuncaví. De hecho, el suelo de la zona contiene una gran cantidad de metales pesados, por ejemplo, arsénico, cobre, plomo y zinc, como reveló un estudio Fondecyt elaborado en 2019 por científicos chilenos y extranjeros y que concluyó que los niños que habitan estas localidades poseen un alto riesgo de contraer cáncer, debido a la exposición al arsénico en 27% del área de estudio.
El riesgo para la salud de las personas, como señalan las agrupaciones ambientalistas, produce que el lugar no sea seguro para la edificación de complejos inmobiliarios, lo que además contrasta con el gran potencial para la conservación que ofrece este lugar, que cuenta con una biodiversidad frágil y se alza como el último pulmón verde que va quedando en una zona altamente contaminada.
Cabe señalar que la gran diversidad que reúne los acantilados de Quirilluca forma una red de interacciones y flujos entre los ecosistemas presentes ya sea mar, bosque, acantilado y praderas; donde cada uno cumple una función importante y clave para la estabilidad del lugar. Por ejemplo, la pendiente genera un lugar propicio para alejar a los depredadores de los piqueros, así también como la vegetación afirma el suelo, favoreciendo la mantención del acantilado.
“Hay distintos informes técnicos que abalan que este es un sector importante para la conservación, de hecho fue declarado como un sitio prioritario para la conservación y eso es súper importante porque nos dio el instrumento legal para defender el fundo. Y aquí esta lucha es bastante simbólica por distintos aspectos ya que por una parte la comunidad tiene los argumentos técnicos para defender la naturaleza y, por otra parte, ellos tienen el derecho de propiedad. Entonces al final es una lucha entre el derecho de propiedad con el derecho de la naturaleza”, puntualiza el integrante de la agrupación Salvemos Quirilluca.
Proyecto inmobiliario Guanay, ex proyecto El Alto
En los acantilados de Quirilluca actualmente se está desarrollando el proyecto Inmobiliario Guanay -que anteriormente se llamó proyecto El Alto- que tras su tercer ingreso a Evaluación de Impacto Ambiental desde el año 2012 y siendo rechazado por el Comité de Evaluación Regional de Valparaíso el 01 de diciembre de 2015, por presentar diferencias significativas con los estudios encargados por la autoridad ambiental, fue finalmente aprobado por el Comité de Ministros el 31 de Mayo de 2016 , presidido por el Ministro de Medio Ambiente de aquella época, Pablo Badenier.
El proyecto liderado por la empresa Banmerchant, donde el socio y director del área inmobiliaria fue hasta el año pasado Francisco Walker Prieto, hermano del ex senador por la zona Ignacio Walker, fue rechazado en la región por presentar diferencias significativas tanto en su línea de base como en las zonas de protección que resultaron del estudio encargado por la autoridad ambiental y además, por no asegurar el tratamiento de las aguas servidas de las futuras viviendas. Sin embargo, posteriormente fue aprobado por el Comité de Ministros, que incluyó cuatro ministerios (medio ambiente, energía, minería y economía).
El proyecto fue aprobado con una medida de protección que pretende asegurar la conservación del piquero, es un área denominada Zona de Protección Ornitológica (ZPO) y sus límites de protección serían de 120 metros medidos desde la colonia reproductiva. Sin embargo, diversos expertos señalan que esta medida es insuficiente y se diferencia ampliamente al compararla con los resultados del estudio encargado por la autoridad ambiental que determinaron que se requerían 300 metros para conservar la colonia reproductiva.
Esto pone en alto riesgo la conservación de esta última colonia reproductiva de piqueros en buenas condiciones en el continente nacional, ya que esta medida de protección no considera zonas más allá del acantilado poniendo en riesgo la fragmentación de este ecosistema. Así mismo, existe la amenaza de los animales domésticos como perros y gatos, que podrían depredar sobre ellos.
Este proyecto contempla la construcción de alrededor de 450 viviendas en un radio de aproximadamente 200 hectáreas contiguas con los alcantarillados Quirilluca. Vale decir que el proyecto se vende como una iniciativa única en la zona, que busca incorporar a la naturaleza como concepto prioritario en su desarrollo. No obstante, los vecinos de Puchincaví aseguran que el daño ambiental va a ser irreparable, ya que las medidas de conservación llevadas a cabo por la empresa son consideradas insuficientes.
“Los dueños de los proyecto sabían que este es un sitio prioritario para la conservación desde el comienzo y ellos quisieron utilizar esto como su mayor atributo. Entonces ellos planean hacer una especie de ciudad donde exista una especie de armonía con la naturaleza y El Alto, que ahora se llama Guanay, también se esta vendiendo de ese punto de vista. Pero en lo concreto este sector se va a ver fuertemente afectado y lo que haciendo Salvemos Quirilluca como organización es intentar que este sector sea declarado santuario de la naturaleza, porque es la única forma de proteger esta zona de forma efectiva”, indica Mario Rubiño.
La construcción de este proyecto se llevara a cabo en tres etapas durante un periodo de 18 años, mientras que la primera etapa de este proyecto ya se está desarrollando.
Maratué: el polémico megaproyecto inmobiliario que se quiere instalar en Quirilluca
Maratué es un mega proyecto inmobiliario que pretende construir 14.180 viviendas, en una superficie de 1.045 hectáreas -superficie similar a la de la comuna de San Joaquín- para albergar un total de 60.000 personas en la comuna de Puchuncaví, la que, según el Censo de 2017, tiene un total de 18.546 habitantes.
Este megaproyecto es de propiedad de Agrícola El Refugio, empresa que tiene como gerente general a Marco Barrera Patirro, misma figura a cargo de las áreas de administración contable, tributaria y recursos humanos de Osler Inversiones, una sociedad que, a su vez, es del cuñado de Andrónico Luksic Craig y marido de Paola Luksic Fontbona, Óscar Lería Chateau.
Se trata de una inversión proyectada en US$ 2.000 millones en un periodo de 45 años, que considera la construcción de 315 viviendas anuales durante los primeros 25 años, llegando a un máximo de 14.180 al término de la etapa de construcción.
Desde que se presentó el Estudio de Impacto Ambiental de Maratué en 2015, distintas organizaciones medioambientales y miembros de la comuna comenzaron a investigar las repercusiones del proyecto, fundamentando que este tipo de planes triplicará el número de habitantes y que este aumento de población excederá las capacidades de las playas –durante el verano, por ejemplo–, espantando a las especies, como el chungungo o el piquero y facilitando así la destrucción de un ecosistema frágil y la perdida de la capacidad reproductiva de las colonias de aves que anidan en este sector.
Asimismo se expuso que el sector se trataba de un Sitio Prioritario de Conservación que preservaba un bosque nativo importante, del cual se talarán 130 hectáreas, y que entre sus especies se encuentra el emblemático belloto del norte (Beilschmiedia miersii).
Maratué, además, presenta un conflicto importante relacionado al tratamiento de aguas servidas y a la disponibilidad de agua potable, aspectos que no fueron evaluados dentro del estudio, donde que tampoco se especifica la solución al problema. Según señalan desde la agrupación comunitaria Salvemos Quirilluca, la empresa ha sido evasiva en cuanto a este tema y no han sido capaces de dar una respuesta concreta.
“En el fondo del impacto de este proyecto va a ser intenso porque ninguna de las localidades de la comuna se compara con esta gran ciudad que se va a instalar y una de las preguntas que nosotros tenemos como vecinos es de donde van a sacar el agua. Por ejemplo, yo vivo la localidad del paso y en esta localidad todos tenemos problemas con el agua, todos sabemos que los pozos se están secando. Todo los vecinos de las distintas localidades tienes ese problema, y la pregunta es de dónde van a sacar agua para un proyecto de esta magnitud cuando cada vez hay más problemas hídricos en la región”, agrega Mario Rubiño.
Por esta razón es que los vecinos de Puchuncaví, a través de la agrupación Salvemos Quirilluca, están organizados en pos de resguardar el patrimonio arqueológico, natural e inmaterial de la zona.
Recientemente la agrupación vecinal consiguió que el Comité de Ministros del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), retrotrajera la evaluación ambiental del proyecto Maratué, la que contaba con Resolución de Calificación Ambiental desde 2019. Esto significa que la empresa El Refugio tendrá que realizar una nueva consulta ciudadana para redactar el Informe Consolidado de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones (ICSARA).
Los vecinos de Puchuncaví celebran esta resolución, que provocó el retroceso del proyecto inmobiliario a etapas iniciales. Sin embargo, no están satisfechos con el dictamen ya que consideran que es un abordaje parcial al recurso que ellos presentaron. Es decir, no atendieron a todas las reclamaciones que presentaron.
“La particularidad por la que nosotros no quedamos 100% conformes es que, si bien se logró anular la Resolución de Calificación Ambiental del proyecto Manatué y se logró retrotraer el proceso administrativo a una etapa inicial, esto no obliga a que el proyecto deba ingresar nuevamente desde cero, que era nuestro objetivo final, sino que vuelve a una etapa inicial, pero bajo el mismo estudio de impacto ambiental que había ingresado hace ya varios años e igualmente se sustentan o se mantienen varias de las irregularidades que nosotros habíamos reclamado, por eso recurrimos a tribunales ambientales y ahora también a la Corte Suprema”, indica el abogado de Salvemos Quirilluca.
Por lo anterior es que tras conocerse el fallo del SEA, los vecinos decidieron presentar dos recursos de reclamación ante el Segundo Tribunal Ambiental, los que fueron rechazados, manteniendo, en definitiva, en pie el fallo del Comité de Ministros.
Por ello es que los vecinos recurrieron el pasado 5 de octubre de 2022 ante la Corte Suprema, donde presentaron dos recursos de casación que tienen como objetivo revocar el dictamen del Comité de Ministros y solicitar que se declare anulado el desarrollo inmobiliario del proyecto
Parte fundamental de la argumentación de los vecinos es el nivel de contaminación de los suelos y aire que se producirá en el sector donde se pretende emplazar la iniciativa proyectada por El Refugio.
Como indica Ricardo Frez: “Esta es una zona que ya está castigada y que actualmente recibe emanaciones del cordón industrial y por ende toda esa gente nueva que va a llegar, va a vivir expuesta a contaminantes, como ya lo viven la gente de la zona de sacrificio, entonces el riesgo para la salud de las personas es una cuestión que está latente. Hay estudios de varias universidades de la Quinta Región que comprueban que los suelos donde se pretenden instalar este proyecto tienen niveles de arsénico muy por sobre los máximos que establece la norma nacional y eso es totalmente incompatible con la salud de las personas”.
Asimismo, los vecinos de Puchuncaví alegan que debe haber mayor cantidad de áreas de conservación en la comuna, puesto que al ser Puchuncaví una zona saturada de contaminación, lugares como los acantilados de Quirilluca, se trasforman en el último pulmón verde de la localidad y un espacio para la reproducción ecológica de flora y fauna endémica y protegida.
“Por otro lado, hay un problema desde el punto de vista ambiental ya que el levantamiento de información de las especies de flora y de fauna que la empresa presentó fue deficiente, esto lo evidenció la Seremi de Medio Ambiente y también Conaf. Acá tenemos al chungungo, al piquero, tenemos una serie de especies en categoría de conservación donde las medidas que las empresa propone no fueron las adecuadas. Y otro punto grave también es el tema del belloto del norte, que es una especie que es un monumento natural, que también se verá afectado”, señala el abogado de Salvemos Quirilluca.
Por el contrario, Felipe Lizana, representante y vocero de Inmobiliaria El Refugio, para el proyecto Maratué, sostiene: “La conservación de los atributos ambientales de la zona es parte del ADN de Maratué, por lo cual la ubicación del proyecto favorece la conservación de estos. Durante años existieron prácticas como la explotación de leña del bosque esclerófilo que hoy es la zona núcleo del área de conservación, además de la extracción de huevos de aves marinas en los nidos que se ubican en el acantilado, ese tipo de prácticas ya no se realizan debido a las labores de protección y educación ambiental que realizamos en este lugar. De hecho, el proyecto los considera como un valor único que hay que resguardar y potenciar para que sean un atributo diferenciador de toda la comuna de Puchuncaví, además de respetar todas las normativas vigentes que definen la Zona Especial Costera y Zona Especial Natural, y que fijan parámetros tales como distanciamientos a zonas de nidificación”.
Cabe señalar, igualmente, que parte de los alegatos de los vecinos tienen que ver con el desarrollo turístico en la zona. En Quirilluca se encuentra la playa Luna, la única playa nudista reconocida en Chile, la cual no fue considerada por la empresa con medidas adecuadas para el impacto que va a significar poner un proyecto inmobiliario al lado de una playa que tiene requerimientos especiales como la privacidad.
Por su parte, desde la empresa señalan que están trabajando fuertemente en cumplir con todas las exigencias expuestas por el Comité de Ministros y por los ciudadanos, con el fin de proteger de forma efectiva la biodiversidad presente en el sector.
«Como proyecto hemos trabajado intensamente, a lo largo de estos meses, para dar respuesta a cada una de las observaciones indicadas por el Comité de Ministros, y por las personas que presentaron observaciones ciudadanas. Con esta nueva presentación ingresada al Servicio de Evaluación Ambiental a fines del 2022, podemos reiterar que se trata de un proyecto robusto, que propone una expansión ordenada y planificada, con énfasis en preservar los atributos ambientales. La Adenda presentada consideró la realización de nuevos estudios técnicos, que complementan los existentes, en temáticas tales como calidad de suelo y aire, flora y fauna, valor ambiental del territorio y tiempos de desplazamiento vial. Estamos seguros de que el diseño que propone Maratué es una alternativa real para enfrentar de manera ordenada, el futuro y natural crecimiento de la zona, de una manera inclusiva», agrega Felipe Lizana.
En la búsqueda de soluciones
Al igual que Guanay, el proyecto Maratué ha presentado medidas de mitigación para resguardar un porcentaje de la biodiversidad del lugar en respuesta a las inquietudes de los vecinos de Puchuncaví, a traves de la creación de un área de conservación para el manejo y cuidado de la zona. Se trata de un área protegida privada que abarcará cerca de 120 hectáreas –un 10% de la totalidad de superficie del proyecto-, sumado además, que la urbanización se alejaría un kilómetro y medio del borde costero.
Sin embargo, la comunidad no quiere que Maratué se instale. Por eso, los vecinos que integran la agrupación comunitaria Salvemos Quirilluca buscan que la zona sea declarada Santuario de la Naturaleza. En efecto, la propuesta fue recibida con alegría por los vecinos, ya que la zona que se declararía como santuario ocupa gran parte del terreno destinado al proyecto y funcionaria como herramienta para proteger los acantilados de proyectos inmobiliarios futuros.
“Como organización estamos trabajando en el tema de presentar la solicitud al Ministerio de Medio Ambiente para declarar este sector un Santuario de la Naturaleza y pronto debería estar lista para ser presentada. No te puedo indicar un plazo, pero va a ser pronto ya que estamos trabajando bastante. Y el fundamento de esa solicitud son los informes que señalamos anteriormente. Las especies que se pretenden proteger particularmente son las más emblemáticas como el piquero, el chungungo y el belloto del norte, pero también existen otras especies, por ejemplo, hay muchos zorros en el sector y también cururos (Spalacopus cyanus), que también están dentro de alguna categoría de conservación, así como también existe una cantidad importante de aves, tanto costeras como terrestres, y una cantidad impresionante de flores”, puntualiza el integrante de la agrupación comunitaria Salvemos Quirilluca.
En esta iniciativa se cita como razón, el hecho de haber sido catalogado el sector, como sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad en conjunto con estudios posteriores sobre sus condiciones.
En el año 2007 fue declarado como sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad y, en 2014, mediante el Programa para la Recuperación Ambiental y Social, se establece la voluntad para conservar Quirilluca. Además, en 2015 la Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y Universidad de Playa Ancha (UPLA) entregaron antecedentes donde recomiendan declarar el lugar como Santuario de la Naturaleza. Asimismo, en 2018 la consultora Geoneyen aporta con antecedentes técnicos en la misma línea.
Para los vecinos esta decisión del Consejo de Ministros es un tema fundamental, ya que el Estado puede decretar un Santuario de la Naturaleza aunque el propietario del terreno se oponga. Es decir, el Consejo de Ministros puede declarar Quirilluca como santuario pese al derecho de propiedad que tengan los dueños del terreno, en este caso la inmobiliaria El Refugio.
“Es un área de protección ambiental, que es el último rezago de patrimonio ambiental relevante que queda en la zona, y que por ende, se ha estado trabajando fuertemente tanto por la comunidad como por el propio Ministerio de Medio Ambiente en que se declare un santuario de la naturaleza, pero por otro lado el mismo Estado autoriza y aprueba proyectos inmobiliarios en la misma zona, entonces hay una contradicción importante ahí y eso es lo que se está peleando. Entonces la verdad estamos un poco contrarreloj esperando que el proceso de declaratoria avance pronto para que ojalá con esa categoría de protección, el proyecto sea mucho más dificultoso de poder avanzar”, señala el abogado Ricardo Frez.
Actualmente, esta solicitud se encuentra en manos del Comité de Ministros desde 2020 y aún no ha presentado grandes avances. Sin embargo, los vecinos miran con buenos ojos que esto se pueda concretar.
“Nosotros estamos optimistas de que el proyecto Maratué no se apruebe ya que la empresa no tiene muchos argumentos para poder respaldar y validar su proyecto como tal, o sea, hay inconsistencias sumamente complejas como lo que sucede en torno a la salud de las personas que no sabemos cómo la empresa podría resolver, por ejemplo, el tema del arsénico en el suelo, entonces vemos que hay varios puntos fuertes que no han sido todavía resueltos y que podrían darnos la razón en el sentido de que el proyecto no se materialice o en el peor de los casos que tenga que replantearse y reducirse de manera importante. A lo menos nosotros esperamos que el área de protección que se pueda generar acá sea mucho mayor de la que ellos proponen, que son solamente 120 hectáreas de 1.000, ósea es un 10% del área, y por otra parte que también reduzcan el número de viviendas que se quieran instalar también se reduzca”, finaliza el director de la ONG Defensa Ambiental.
Por su parte, el representante y vocero del proyecto Maratué, finaliza: “Estamos convencidos de que Maratué es un proyecto que será un aporte para Puchuncaví y la región. Esto debido a que combina diseño urbano, sustentabilidad, planificación y conservación de atributos ambientales, en una iniciativa principalmente de primera vivienda, que incorpora integración social y territorial. Actualmente ya se hacen esfuerzos para ordenar la visitación del área, y vemos que esto rinde frutos, por lo que tanto visitantes como residentes cercanos, serán entusiastas colaboradores efectivos en el cuidado de la zona. Su realización permitirá unir a la comuna de Puchuncaví con su costa, posibilitar una mayor calidad de vida para los residentes de Puchuncaví, además de erigirse como una solución habitacional para que los habitantes de la comuna puedan vivir en un lugar con acceso al borde costero, sin tener que emigrar a otras localidades en busca de soluciones habitacionales”.
- Ladera Sur habló con el vocero y representante de la inmobiliaria El Refugio, para el proyecto Manatué, Felipe Lizana, para saber más detalles sobre este proyecto. A continuación te dejamos el documento completo con sus respuestas.