En el Día Mundial de las Abejas, un homenaje a las polinizadoras de Chile
No cabe duda de que la abeja de la miel es uno de los insectos más populares en el mundo. Sin embargo, en Chile existe una importante diversidad de abejas nativas, es decir, que son originarias de este territorio, y que suelen ser desconocidas para la ciudadanía. Mientras tanto, sus hábitats están bajo constante amenaza, por lo que urge dar a conocer a estos polinizadores, que poseen distintos colores y tamaños. En el Día Mundial de las Abejas, el fotógrafo y colaborador invitado, Cristóbal Sprätz, nos enseña postales de algunas de las numerosas especies que habitan en la precordillera de Santiago, para rendirles un sincero homenaje en su efeméride. ¡Cautívate con las imágenes a continuación!
Chile posee un verdadero tesoro de abejas nativas.
Solamente en territorio nacional hay alrededor de 440 especies de abejas registradas, aunque algunas estimaciones apuntan a que el número sería mucho más alto, ya que varias podrían no estar descritas por la ciencia.
La mayoría de las especies conocidas son solitarias y no producen miel, además de ser increíbles polinizadoras. Entre ellas destaca Diadasia chilensis y Acamptopoeum submetallicum con abundante pilosidad, volando desde la primavera hasta fines del verano. La especie Megachile saulcyi es otra que destaca por su color blanco y es común observarla volar durante los mismos meses.
Lo más fácil para ver y conocer estas variadas especies endémicas de nuestro país es salir a caminar, estar atento a los insectos que vuelan cerca de las flores y pasan cerca nuestro. Es sorprendente darse cuenta que, muchas veces lo que vuela a nuestro alrededor no es una simple abeja de miel (la cual, por cierto, es exótica en Chile), ya que puede tratarse más bien de una Centris chilensis o una Centris nigerrima.
Desde principios de primavera hasta finales del verano la precordillera central que poseemos en Santiago se transforma en un tesoro para descubrir a un sinnúmero de especies relacionadas con los insectos. Solo hay que mirar y estar atento.