© Amelia Ortúzar
© Amelia Ortúzar

En 1990, el sociólogo Manuel Castells, hablaba por primera vez de la “Era de la información”. Fue así como denominó al entonces nuevo período ligado a la tecnología y la comunicación, donde la información era más rápida que el movimiento físico.

Desde entonces han pasado más de 25 años, y ese periodo se convirtió en una forma de vida. Hoy, el nivel de información existente es exacerbado, los canales son interminables y pareciera que nadie puede vivir sin un aparato electrónico que lo mantenga conectado.

Si bien, los medios de comunicación nos ayudan a enterarnos de la actualidad mundial, los intereses de las personas van más allá y hoy en día, son ellas mismas las que escogen lo que quieren ver, oír y leer.

Como paisajista, mi mayor interés es la naturaleza, y un día me surgió la duda de por qué en Chile, un país que podría ser líder mundial en este tema y que cuenta con algunos de los parajes más maravillosos del mundo, aún no existían espacios para enterarse de lo que está pasando en términos de naturaleza, paisaje y medio ambiente; alguna plataforma web que incentivara a la gente a salir, a dejar de lado la rutina y a disfrutar del mundo que está allá afuera.

Durante meses puse este tema sobre la mesa en reuniones con amigos, familiares e incluso desconocidos y descubrí que el interés no es sólo mío. En un mundo donde el ritmo de vida es cada vez más rápido, donde los malos hábitos abundan y donde la tecnología se ha transformado en el mejor amigo del hombre, el estrés aumenta y la humanidad busca una salida, que probablemente pueda ser encontrada en la naturaleza.

Porque, no es que lo diga yo, pero ésta tiene un efecto curativo y ha sido comprobado científicamente por diversas instituciones de prestigio en el mundo. Varios estudios confirman que, especialmente en las sociedades industrializadas, recuperar la relación con los espacios naturales es un elemento de gran importancia para mantener el equilibrio mental y físico de las personas. Es por eso que es necesaria la creación de espacios y plataformas que acerquen la naturaleza a las personas. De este modo no sólo incentivamos a la gente a disfrutar del aire libre, sino que además generamos conciencia a cerca de un planeta que está en decadencia y que nos pertenece a todos.

Tal vez suene un poco paradójico, que personas que estamos comprometidas con el paisaje, la naturaleza y el medio ambiente, queramos hablar de ello a través de internet, pero créanme, el medio es sólo una estrategia para llegar a donde están todos, porque el fin es recordarle a la gente que el mundo está allá afuera.

Salgamos más, seamos conscientes, abramos la puerta de entrada al mundo real, para que juntos seamos la cura a la enfermedad por la que está pasando esta sociedad. Seguramente nuestros hijos lo van a agradecer.

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