Laguna el Cepo: tranquilidad bajo las estrellas en el valle de Cochiguaz
La laguna el Cepo es un atractivo natural del Valle del Elqui a 2790 msnm. Ahí, en valle del Cochiguaz, un sendero de trekking te lleva a este lugar destaca por su tranquilidad y hermosa vista a las estrellas. Nuestro colaborador invitado, el arquitecto y fotógrafo Iñaki Madinagoitia, nos comparte una fotogalería de este lugar, junto con su experiencia y algunos datos para realizar su sendero de trekking, como por ejemplo que debes tener autorización previa para poder ingresar. ¡No te lo pierdas!
*De acuerdo a lo que nos informan de la Comunidad Indígena Canihuante, una nueva normativa sólo permite acampar en la parte baja de la laguna y acceder por el día a la laguna. Esto se debe principalmente al impacto de fogatas en múltiples partes de la laguna. Además, este lugar es hábitat de aves y otras especies que se están viendo afectadas y desplazadas de su hogar por la contaminación por ruidos y basura que generan algunos turistas. Así, explican, también se facilita que la gente pueda subir a la laguna solo con comida, bastones y lo necesario para una caminata del día (jornada), pudiendo con esto ir más livianos, y regresar ese día al campamento base haciendo una ruta con menos riegos.
Llegar a la laguna El Cepo es un espectáculo que te deja sin aliento. Las pocas aves de humedal que están durante el día realzan la fragilidad del ecosistema del lugar, y los riachuelos que alimentan la laguna arman un valle verde que parece un paraíso. Todo se acompaña de silencio y, al mirar la laguna, también con el reflejo de las montañas en el agua que crean un entorno inolvidable.
Ese paisaje es el que se ve a 2790 msnm, en el valle de Cochiguaz (Región de Coquimbo). Entre medio de todos los atractivos de la zona del Valle del Elqui como la astronomía, la cultura del pisco o el legado de Gabriela Mistral, la también llamada laguna Verde es un atractivo natural.
El sendero el Cepo
El sendero hacia la laguna es privado. El foco es la protección y conservación del lugar, protegiéndolo, por lo que las visitas deben hacerse con previa autorización de la comunidad indígena Canihuante (puedes preguntar por ellos en la zona). No se puede prender fuego ni botar basura.
Es un camino de baja dificultad, pero largo (21 km), por lo que hay que considerar al menos dos días de recorrido, considerando ida y vuelta. Si no se va con guía, es necesario estudiar bien el sendero o caminar con un GPS. La temporada de turismo se abre el primero de noviembre y cierra finalizando semana santa, debido a que en esa fecha se comienza la época de resguardo invernal de la laguna. Desde la comunidad Canihuante también explican que consideran importante evitar accidentes por el clima extremo en otros momentos del año.
Hora de empezar a caminar
Nosotros comenzamos el sendero a las 6:00 horas, aprovechando al máximo la mañana para caminar, porque cerca de las 10:00 horas en sol golpea intensamente. Así, durante el recorrido se veían algunos animales como caballos y vacas en los alrededores paralelos al río Cochiguaz.
Luego de ocho horas de recorrido se ve mucha vegetación, se cruza un puente artesanal y hay un pequeño refugio en el que se puede almorzar. Es un lugar ideal para descansar y esperar que pase un poco el sol. Luego, entre los matorrales hay un pequeño puente. No hay que pasar por el río porque es peligroso. Una hora más para empezar a subir el cerro y llegar a la cumbre, donde está la laguna. Ese trayecto demora alrededor de dos horas.
La cumbre
Llegar aquí es la experiencia que describí en el primer párrafo, la que te deja sin aliento. Entre medio del estar maravillado en este lugar, armamos la carpa -se puede acampar al costado de la laguna o en refugios de arrieros- y nos instalamos.
El segundo día nos aventuramos a recorrer los alrededores y distintas perspectivas de la laguna. Es posible bañarse en la laguna, pero es importante saber que, pese al calor, el agua de montaña es muy helada.
Y en la noche, la experiencia más especial. En esa tranquilidad, con el cielo plagado de estrellas, resultó una muy bonita ocasión de compartir y recordar por qué Chile, y en particular el norte, son el lugar favorito de los astrónomos de todo el mundo.
La vuelta se recomienda hacerla también al alba para aprovechar las horas frescas antes que salga el sol. Esto te da la oportunidad también para ver los picos de los cerros irse pintando con el sol. Sin duda es un trekking especial, que permite ver el valle con otros ojos, ya que se puede apreciar lo bello y prístino que es el origen del río Cochiguaz en un entorno tan árido.