Hace más de 50 millones de años, la placa indoaustraliana junto a la placa euroasiática chocaron tras múltiples movimientos tectónicos, dando como resultado la cordillera más alta del mundo: el Himalaya. Conocida por muchos como el hogar del monte Everest, alberga 9 de los 10 picos más altos a nivel mundial y se extiende por múltiples países de Asia como India, Bután, China, Pakistán, Birmania y Nepal. 

Manada de bharal -mejor conocidas como cabras azules-. Créditos: Jean Paul de la Harpe
Manada de bharal -mejor conocidas como cabras azules-. Créditos: Jean Paul de la Harpe

Con aproximadamente 15.000 glaciares que forman una variedad de ríos y lagos, es hábitat de un extenso número de flora y fauna. Su clima es muy variado y, dependiendo de la zona, es posible encontrar distintos tipos de especies como el panda rojo, el cual habita entre los bosques templados y abundantes, o el oso negro asiático que es posible avistar entre las zonas montañosas. No obstante, en las mayores altitudes de la cordillera, donde la nieve cae y las temperaturas llegan a los -40°, se encuentra un enigmático depredador

Misterioso, escaso y maestro del camuflaje, el leopardo de las nieves (Panthera uncia) es uno de los tres felinos que habita en elevaciones superiores a los 5.000 metros de altura, en las frías y altas montañas del Himalaya. Es una especie poco estudiada por su gran capacidad de cripsis, acompañado de su evasivo comportamiento. Tiene un frondoso pelaje blanco grisáceo con manchas cafés, lo que le permite una mimetización muy precisa con su ambiente. Allí, entre rocas y nieve, este mítico felino se mueve sigilosamente, acechando a su próxima presa

Leopardo de las Nieves en la inmensidad de las montañas. Créditos: Jean Paul de la Harpe

Su longitud puede llegar a un metro veinte centímetros, con una estructura corporal idónea para cazar y moverse ágilmente, pudiendo atrapar a sus presas rápidamente y alcanzar saltos de hasta 6 metros. Su denso pelaje le permite adaptarse a las condiciones de frío extremo, y posee una de las colas más largas entre los felinos, llegando a medir casi lo mismo que su propia longitud corporal, la cual emplea para enrollarse y abrigarse. Es un depredador voraz y astuto; sin embargo, está catalogado como Vulnerable según la UICN, por la cacería y destrucción de su hábitat, y se estima que su población no supera los 6.000 ejemplares.

Para Jean Paul de la Harpe, biólogo, fotógrafo de naturaleza y Sony Alpha Partner, sumergirse en la inmensidad de las montañas del Himalaya indio, en Spiti Valley, era una misión que contemplaba no sólo conocer a este felino, sino que también aprender sobre esta zona geográfica y su impresionante biodiversidad.

“Creo que este gato es especial debido a su historia natural, sus hábitos y claramente su escasez”, relata tras su recorrido en las tierras indias, en dónde no sólo logró capturar al depredador en acción, sino que también logró conocer y aprender sobre la cultura en un país completamente desconocido.

Leopardo de las Nieves cazando una perdiz Chukar. Créditos: Jean Paul de la Harpe
Leopardo de las Nieves cazando una perdiz chukar. Créditos: Jean Paul de la Harpe

– ¿Qué te inspiró a realizar esta búsqueda del leopardo de las nieves? ¿Por qué decidiste enfocarte en esa especie?

– La motivación principal para este viaje, mas allá del leopardo de las nieves, fue conocer el Himalaya, su geografía y su naturaleza. Siendo un amante de las montañas y de los Andes, siempre sentí curiosidad por conocer otra cordillera de similares características y, de esta forma, poder entender sus diferencias y similitudes en términos de la lógica ecosistémica. A pesar de ser cordilleras muy alejadas una de otra (Los Andes con los Himalayas), comparten muchas características en común en términos de su geomorfología, pero también las adaptaciones de los animales a estos ambientes tan extremos de gran altura y bajas temperaturas, pero muy productivas en los meses de verano. El leopardo de las nieves claramente fue uno de los mayores incentivos y quizás la mejor excusa para viajar más de 4 días para poder vivir esa experiencia. Creo que este gato es especial debido a su historia natural, sus hábitos y claramente su escasez.

– ¿Nos podrías describir cómo fue cada día estando en tu destino?

– Comenzaba temprano en la villa de Kaza, lugar donde me hospedé todas las noches en un hotel especialmente adaptado para recibir turistas. Después del desayuno salíamos temprano junto a los trackers, guías y sherpas, rumbo a las montañas por alguno de los incontables caminos que existen en este lugar, muchos de los cuales son bastante escarpados y peligrosos. Es así que pasábamos gran parte del día recorriendo y cubriendo grandes áreas en busca de los gatos, con la ayuda de los trackers, los cuales usualmente se distribuían en el lugar y siempre manteníamos contacto con ellos.

Dúo de bharal (Pseudois nayaur) en los Himalayas. Créditos: Jean Paul de la Harpe
Dúo de bharal (Pseudois nayaur) en los Himalayas. Créditos: Jean Paul de la Harpe

De los 7 días que pasamos en el lugar pudimos observar 3 gatos; el primero fue un avistamiento bastante lejano, pero con los otros dos tuvimos mucha suerte ya que eran una madre con su cría, los cuales habían cazado una cabra en un lugar bastante alejado. Eso nos dio la oportunidad de pasar dos días con esta pareja, para lo cual simplemente esperábamos todo el día esperando que los gatos se movieran y se dejaran ver. Es una espera larga, sobre los 4500 msnm y con temperaturas entre los -5º a – 10º C. Durante la espera, los sherpas nos tenían café y comida para no tener que movernos de ese lugar. Es una espera sacrificada, pero que vale la pena. No son animales muy colaboradores en términos de las fotos, por lo que cada momento que estés pendiente de ellos puede ser decisivo a la hora de lograr la foto que quieres.

Leopardos de las Nieves cazando. Créditos: Jean Paul de la Harpe
Leopardos de las Nieves cazando. Créditos: Jean Paul de la Harpe

– ¿Cómo fue la preparación, tanto física como mental, para poder realizar esta expedición?

Es importante tener nociones de montaña. Entender cómo es moverse en la altura y con bajas temperaturas. Yo tengo costumbre de moverme en ambientes como estos, por lo que para mí no fue un problema, pero si nunca has estado en la montaña creo que es importante considerar que no es el ambiente más amigable para alguien sin experiencia.

Yo me siento muy cómodo en la montaña, por lo que mi adaptación al lugar fue casi inmediata. Lo que sí hay que tener presente, y es algo que pasa por tu cabeza, es que estás en una zona muy remota, y por lo mismo es importante el auto cuidado, ya que cualquier necesidad de asistencia o rescate está muy lejos. Lo mismo aplica con el equipamiento en términos de ropa que se debe llevar, el cual claramente debe ser para alta montaña.

Valle de Spiti. Créditos: Jean Paul de la Harpe
Valle de Spiti. Créditos: Jean Paul de la Harpe

– ¿Cuáles fueron los principales desafíos que tuviste que afrontar a lo largo de esta aventura?

– Los desafíos pasan más por viajar a un lugar en donde todo funciona distinto. La cultura, la gente, las comidas, etcétera. India es un país que funciona muy diferente a lo que uno está acostumbrado, por lo que es importante ir con la mente muy abierta. Aparte de eso, el gran desafío es llegar a un lugar y aprender a administrar los tiempos y los esfuerzos para tratar de retratar de la mejor forma posible el lugar, con la desventaja de que no sabes lo que esperas. Todo es nuevo y es un proceso de aprendizaje que debe ser muy rápido para poder lograr tus objetivos. Eso no significa que debas forzar las cosas, pero sí aprender a situarse y entender de la manera mas rápida posible el lugar en el cual estás y, de esa manera, aprovechar la experiencia al máximo. Con respecto al estar en el terreno buscando animales, es algo a lo cual ya estoy acostumbrado, pero aquí se suma que no sabes dónde y qué buscar, lo que lo hace un poco más complejo.

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). Ave rapaz, de hábitos carroñeros, recibe su nombre por su costumbre de tomar los huesos de la carroña, elevarse y dejarlos caer desde altura para después alimentarse. Créditos: Jean Paul de la Harpe
Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). Ave rapaz, de hábitos carroñeros, recibe su nombre por su costumbre de tomar los huesos de la carroña, elevarse y dejarlos caer desde altura para después alimentarse. Créditos: Jean Paul de la Harpe

– Considerando que esta especie se mimetiza muy bien, ¿Qué estrategias empleaste para avistar y fotografiar al felino?

– El leopardo de las nieves es un gato que se mimetiza de una manera impresionante con su entorno. Puede estar muy cerca tuyo, y no lo verás con facilidad. Además, vive en acantilados, lo que hace más difícil su observación, porque simplemente no tienes acceso a todos los lugares donde suele andar. La coloración del pelaje esta diseñada para pasar inadvertido y de esa manera poder emboscar sus presas; de esa manera es capaz de desaparecer de un momento a otro, y es por eso que le llaman “el fantasma del Himalaya”. Lo otro que juega en contra es su periodo de actividad, el cual es crepuscular o nocturno, pasando gran parte del día durmiendo sobre una roca. Por último, la densidad de este felino es muy baja, por lo que la probabilidad de encuentro disminuye. Por todo lo anterior, es que se necesitó la ayuda de trackers que pasan toda la temporada en la montaña y van monitoreando la actividad de los leopardos. Ellos son de vital importancia para poder lograr un buen acercamiento y obtener fotografías.

Una vez que logras divisar uno, es muy importante reconocer una referencia en el acantilado, por ejemplo, una roca con una forma particular. De esta forma, si lo pierdes de vista por un momento, siempre puedes volver a donde está él buscando esta referencia, que será mucho más evidente que el gato. También es relevante estudiar las posibles rutas de movimiento del gato, para poder anticiparse a un eventual desplazamiento de el.

Leopardo de las Nieves en las alturas. Créditos: Jean Paul de la Harpe
Leopardo de las Nieves en las alturas. Créditos: Jean Paul de la Harpe

– ¿Qué sentiste cuando viste por primera vez al leopardo de las nieves? ¿Cómo fue la experiencia de verlo en plena acción?

– Cuando vimos el primer gato, a pesar de que estaba muy lejos, fue una gran alegría y a la vez un gran alivio, ya que la ansiedad y presión por verlo desaparece. Sabes que estás en el lugar correcto, en el momento exacto, y eso en fotografía es esencial. Pero más allá de encontrar esa primera oportunidad de fotografiarlo, el solo hecho de estar cerca de él, poder contemplarlo y sentarse por un largo rato a comprender toda la experiencia que pasa alrededor tuyo, no tiene precio, y eso es lo que te queda finalmente en tu corazón y memoria: el atesorar esos momentos, ya que nunca sabes si será la única oportunidad de vivirlo.

Panthera uncia. Créditos: Jean Paul de la Harpe
Panthera uncia. Créditos: Jean Paul de la Harpe

– ¿Podrías contarme sobre la experiencia más inesperada o sorprendente que viviste en Spiti Valley?

– Son muchas. Creo que cada experiencia allá reviste un valor inconmensurable, desde el darse cuenta donde estás, el compartir con gente muy valiosa, una naturaleza sorprendente, entre otras cosas. Cada día era una sorpresa y siempre te dejas sorprender por tu entorno.

Ahora, una de los eventos que más me emocionó fue cuando ya acababa el primer día, en el que fotografiamos a los leopardos alimentándose de una cabra, y de repente uno de ellos saltó rápidamente a tratar de cazar unas aves que aterrizaron sin darse cuenta justo donde estaban los gatos. Yo justo estaba con la cámara apuntando hacia ella y fui capaz de capturar esos pocos segundos de acción. Para mí fue un gran momento que voy a atesorar. El poder ver a estos gatos cazar, con un agilidad inigualable es, sin duda, un gran regalo de la naturaleza.

Alectoris chukar. Créditos: Jean Paul de la Harpe
Alectoris chukar. Créditos: Jean Paul de la Harpe

– ¿Qué sensaciones te llevas de esta experiencia? ¿Hay algo que no volverías a repetir?

– Después de este viaje, me quedé con una sensación de haber aprendido y disfrutado mucho de una naturaleza muy lejana de lo que estoy acostumbrado. Gratitud, respeto y admiración son sentimientos que siento por toda la experiencia vivida, no solo con la naturaleza del lugar, si no que también con toda la gente que hizo posible este viaje, como mis amigos Raúl Demangel y Francisca Prieto, que me invitaron desinteresadamente a este maravilloso lugar. Creo que es una experiencia que volvería a repetir sin lugar a dudas.

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