Pingüinos, los buceadores no voladores de la Antártica y otras islas australes
Los pingüinos son difíciles de confundir. Son aves marinas grandes, robustas y que no vuelan, sino bucean, con su pico fuerte y alas como aletas. De las 18 especies que se calculan a nivel mundial, hay 9 en Chile. 5 de ellas habitan en Antártica y no tanto más lejos —entre Chile y Argentina— se ven al menos tres más. El fotógrafo Juan Vargas realizó una expedición fotográfica a la península Antártica, las Islas Malvinas (Falklands), la isla Georgia del Sur y las Islas Orcadas del Sur, donde registró 7 de las especies que habitan en esta zona del país. Aquí nos comparte más detalles.
Los pingüinos son fascinantes. Son la única familia (Spheniscidae) buceadora no voladora del orden de aves de los Sphenisciformes. Perdieron la capacidad de volar cuando evolucionaron para convertirse en buzos especializados. Así, según explican desde el Instituto Antártico Chileno (INACH): “sus cuerpos difieren morfológica, fisiológica y ecológicamente de las aves marinas voladoras en muchos aspectos”. Entre esto, están sus huesos densos y alas en formas de aletas que les permiten bucear grandes profundidades.
En todo el mundo se estiman al menos 18 especies de pingüinos. En Chile habitan 9. Y la Antártica es el lugar donde habitan la mayoría de ellas, en especial en la costa de la península, contando cinco (Para profundizar más sobre el panorama de estas especies, puedes revisar esta nota). Es más, los pingüinos representan cerca del 80% de la biomasa de las aves antárticas, según el INACH. A eso se suman las islas cercanas de Chile y Argentina, entre ellas las islas Malvinas y la isla Georgia del Sur.
El fotógrafo Juan Vargas se embarcó en una expedición privada con fines fotográficos con el fin de observar especies de la zona en un entorno lo más prístino posible. Estuvo en terreno cerca de un mes, en que visitó lugares como Islas Malvinas (Falklands), la isla Georgia del Sur, Islas Orcadas del Sur y la Península Antártica (hasta el paralelo -65.5 aprox).
“Cada encuentro con los pingüinos ha sido maravilloso y único. Algo que caracteriza a estas criaturas es que están muy bien adaptadas al entorno extremo que las rodea y a su variedad de paisajes. Dependiendo de la especie de pingüino, los puedes encontrar en playas congeladas, cerca de acantilados, turbulentos roqueríos, hasta encima de colosales icebergs que flotan a la deriva. Otro nivel de dificultad se agrega con tormentas de nieve y cuando las colonias de pingüinos son muy numerosas, el olor del guano es fuerte y hace las piedras extra resbalosas, por lo que significa todo un desafío al fotógrafo que quiera retratar al pingüino desde su perspectiva (nivel del suelo)”, dice Juan.
Las cinco especies de la Antártica
Pingüino de Barbijo (Pygoscelis antarcticus)
Con pico negro, patas rosadas y una cara blanca que contrasta con una delgada línea negra en su cara —que es la mejor forma de distinguirlo—, este pingüino habita en el litoral antártico. Tiene una altura máxima de 65 centímetros, con un plumaje negro en el dorso y sus aletas.
Según el INACH, se estima que se han reducido sus poblaciones de tres generaciones en un 30% en la península Antártica. Habita en el litoral antártico, nidificando en la península Antártica y las islas Shetland del sur. También en las islas Malvinas.
Se alimenta principalmente de krill y, en menor medida, de peces y crustáceos.
Pingüino de Papúa (Pygoscelis papua)
Tiene el pico rojo o anaranjado. Las patas de amarillo a rosado. Y una mancha blanca de plumas sobre el ojo que ayuda a reconocerlo. Miden 70 cm de altura.
Habitan en las islas adyacentes al continente antártico e islas subantárticas. Tanto este pingüino, como el de barbijo y el macaroni son especies que están presentes en la península, reproduciéndose ahí mismo y en las islas subantárticas.
Su alimento se compone principalmente de peces, calamares y pequeños crustáceos.
Pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae)
Este es el más pequeño de los pingüinos antárticos, característico por su cabeza cónica. Sus patas son rosadas y sus partes inferiores blancas. Es muy parecido al pingüino de papúa, pero se diferencian por su cabeza y pico.
Es el pingüino más abundante en la Antártica, estimándose entre 27 y 50 millones de ejemplares —según el INACH—que se integran en colonias de miles de individuos. Sin embargo, su área de distribución a retrocedido al sur de la península.
Prefiere nidificar en playas rocosas y laderas libres de hielo. Es un residente anual antártico y sus islas adyacentes. Se alimenta principalmente de del krill que se concentra alrededor del hielo.
Pingüino macaroni (Eudyptes chrysolophus)
Su nombre se relaciona con sus características plumas anaranjadas en el penacho de su cabeza, siendo además considerado el más grande de los pingüinos crestados. Su pico es rojo, así como sus ojos. Mide alrededor de 70 cm y puede llegar a pesar 6 kilogramos.
Esta es una especie pelágica en aguas frías subantártica, residente subantártico y antártico. Se encuentra en el extremo sur de Sudamérica. En la península Antártica nidifica en las islas Shetland del Sur y al norte.
Estos pingüinos pueden llegar a viajar 400 km para encontrar un lugar de caza, siendo muy veloces. Es agresivo y territorial.
Pingüino emperador (Aptenodytes forsteri)
Es el más grande de todos los pingüinos antárticos, alcanzando a medir 115 cm. Tiene un pico negro largo y delgado, un poco curvado al extremo.
Sus colonias son de cuatro a cinco mil individuos, que se alimentan de peces y crustáceos. Habita en zonas de mar congelado, alimentándose en mares cercanos. Es un residente anual antártico. En la península hay dos colonias: en isla Dion y la isla Snow Hill.
Es la única especie que se reproduce en el invierno antártico. En primavera-verano, donde más se alimentan, adultos mayores abandonan las colonias dejando a las crías bajo el cuidado de algunos ejemplares.
Pingüinos en otras islas
Pingüino rey (Aptenodytes patagonicus)
Es el segundo pingüino más grande del mundo, con 98 cm de largo. Tiene el pico negro y aguzado, con una mancha naranja a rosado. Sus patas son negras, pero sus partes inferiores blancas.
Es marino, pelágico, residente anual subantártico. Se encuentra en los mares del extremo austral, desde la Patagonia hasta Australia. Hay colonias de nidificación en las islas Georgia del Sur y las islas Malvinas.
Descansa en playas, donde puede estar por semanas. En sus colonias reproductivas son bastante ruidosos, en especial durante el cortejo. Anida dos veces cada 3 años.
Pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus)
Este pingüino mide hasta 73 cm. Se distingue por su robusto pico negro y una zona rosada desnuda arriba de su ojo. Sus patas son rosadas manchadas con negro y sus partes inferiores blancas. Es muy fácil confundirlo con el pingüino de Humboldt, que habita desde el límite norte de Chile hasta la Región de Los Lagos, pero se distingue por sus dos líneas negras en el pecho.
Esta ave nidifica en varias colonias desde Chiloé (Región de Los Lagos) hasta las islas Diego Ramírez (Región de Magallanes y Antártica chilena). También en lugares puntuales del norte y, hacia el sur, en la Patagonia argentina y las islas Malvinas. Puede ser errante en la península Antártica.
Para nidificar hacen sus propias cuevas. Es territorial y agresivo.
Pingüino de Penacho amarillo (Eudyptes chysocome)
Un pequeño pingüino crestado. Mide unos 60 cm de largo. Es robusto y corto de pico, característico por su color naranjo oscuro. Sus patas son rosadas. Es conocido por su ceja amarilla y su final en forma de mechón.
Habita en costas expuestas de archipiélagos y nidifica en islas escarpadas. Después es completamente pelágico. Residente anual subantártico, errante en la península Antártica. Habita desde la Región de Aysén hasta las islas Diego Ramírez, en Magallanes. Existen colonias en el Atlántico Sur por la costa de Argentina hasta las islas Georgia del Sur, principalmente en las islas Malvinas.
Es posible verlo nidificando con otras especies de pingüinos y aves marinas. Es muy veloz en el agua y en suelos escapardos se desplaza saltando con sus patas juntas. De ahí se le conoce como un ave “salta rocas”.
*Para esta nota se ocuparon los libros “Aves de Chile” de Álvaro Jaramillo y “Aves de Chile, sus islas oceánicas y península Antártica” de Enrique Couve, Claudio F. Vidal y Jorge Ruiz.