En el Pabellón de Chile de la COP25 en Madrid, España, el miércoles 4 de diciembre se realizó el conversatorio: «Foco en la Costa: Conectando Chile y California», organizado por el Chile California Council. El objetivo fue el de impulsar el proceso científico y social necesario, para el diseño de políticas públicas efectivas en pos del desarrollo sustentable de la Zona Costera de Chile, la más afectada frente al cambio climático. El evento contó con la participación del ministro de Ciencia, Andrés Couve, y un panel de expertos científicos de la zona costera de Chile. Inspirados por el ejemplo de California, que hace más de 10 años impulsó el exitoso Marine Life Protected Act que culminó con una red de Áreas Marinas Protegidas a lo largo de toda su costa, se enfatizó la urgencia con que se debe abordar este complejo desafío en Chile.

El panel de expertos estuvo compuesto por Dr. Patricio Winckler, profesor e investigador de la Universidad de Valparaíso y CIGIDEN, Rodrigo Cienfuegos, Director e investigador en CIGIDEN y Observatorio de la Costa, Dra. Carolina Martínez, geógrafa e investigadora en CIGIDEN y Observatorio de la Costa, Carolina Jarpa, Consultant Universidad Austral – Observatorio de la Costa, y Jacqueline Peters, Comité Ambiental Algarrobo, y Matías Alcalde, Representante ante el Chile California Council.

El Ministro de Ciencia, Andrés Couve, agradeció el honor de abrir el panel y destacó que junto con el desafío del cambio climático existe el aún mayor desafío de fortalecimiento de la democracia. En este sentido, destacó el objetivo de este panel pues representa un esfuerzo por enfrentar el cambio climático junto a las comunidades locales, involucrando a distintos sectores a nivel internacional, academia, gobiernos locales, y sociedad civil. Luego destacó los enormes desafíos que enfrenta el borde costero en términos de los impactos del cambio climático, e hizo un llamado a no paralizarnos sino que a buscar soluciones de manera conjunta. Concluyó enfatizando que el rol del Ministerio es el de promover la aplicación del conocimiento desarrollado por la comunidad científica para el bienestar de la población, a través de un trabajo sistemático de la mano con los científicos y tomadores de decisión.

Matías Alcalde tomó la palabra para referirse a la misión de Chile California Council en el marco del impacto del cambio climático en la costa de Chile, que es la de facilitar procesos transformacionales que fomenten acciones concretas y colaborativas. Destacó las oportunidades existentes entre Chile y California – mellizos trans-hemisféricos y regiones costeras por naturaleza – de intercambiar experiencias exitosas en políticas públicas para el desarrollo de modelos sustentables. Destacó el modelo de California para la zona costera, señalando desde el lado marino el Marine Life Protected Act (MLPA): «El MLPA es un proceso social público privado, que se desarrolla por alrededor de 6 años, y culmina con la creación de una red de áreas marinas protegidas a lo largo de toda la costa de California. Tras 10 años de implementadas,  ya cuentan con datos respaldados en ciencia de cómo éstas áreas han beneficiado a la recuperación de ecosistemas marinos, y cómo también han beneficiado a las economías provenientes de pesquerías costeras. Chile tiene una gran oportunidad para construir políticas públicas con bases sólidas que favorezcan diseños resilientes para los cambios que estamos observando.”

Desde distintas miradas expertas hacia el desarrollo del borde costero, los integrantes del panel presentaron datos y estudios científicos, reflexiones y propuestas, en pos de un futuro manejo integrado de la zona costera, que permita a Chile combatir y adaptarse a los impactos del cambio climático.

Patricio Winckler presentó nuevos hallazgos sobre los impactos del cambio climático en la zona costera. Utilizando un escenario de emisiones de 8.5 (Trayectorias de Concentración Representativa o Representative Concentration Pathways, RCP), Winckler analizó los impactos de vientos, olas, tormentas costeras y cambios en el nivel del mar en la erosión costera, humedales y puertos. Los resultados muestran que las tormentas costeras han aumentado en frecuencia e intensidad en los últimos 35 años, tendencia que continuará. Lo anterior, sumado al aumento proyectado del nivel del mar y un retroceso de 5 a 25 metros de linea de playa, implicarán mayores inundaciones y daños importantes en infraestructura y su población durante los próximos 30 años.

Rodrigo Cienfuegos presentó resultados de investigaciones que ponen en evidencia el alto nivel de riesgo en que se encuentra una gran parte de nuestra infraestructura y asentamientos humanos costeros. Destacó la importancia de incorporar la infraestructura verde (incluyendo la restauración de ecosistemas naturales como dunas y humedales) al diseño de políticas públicas, pues está demostrado que «cuando protegemos a la naturaleza, la naturaleza también nos protege». Concluyó con un llamado a discutir como sociedad sobre el nivel de riesgo que estamos dispuestos a aceptar como sociedad, utilizando como insumos los nuevos hallazgos que la ciencia está siendo capaz de entregar, que reflejan en ciertas zonas, construcciones que se acercan al 100% de niveles de riesgo de sufrir impactos por eventos naturales extremos.

Carolina Martínez presentó evidencias sobre los efectos antrópicos en la costa de Chile que, sumados a la vulnerabilidad natural de Chile a los cambios tectónicos y al cambio climático, han aumentado la erosión, degradación y riesgos en la zona costera. Destacó que la actual Política Nacional para el Uso del Borde Costero se encuentra obsoleta y requiere urgentes modificaciones, en particular la introducción del concepto de Zona Costera en reemplazo del concepto de Borde Costero, ya que este último deja fuera a sistemas dunares y humedales costeros. Luego presentó el Observatorio de la Costa, una plataforma científica y técnica que busca proveer insumos claves para las discusiones legislativas y regulatorias de la zona costera. Concluyó presentando algunas acciones en curso hacia una gestión integrada de la zona costera en Chile.

Carolina Jarpa presentó una contextualización general del estado de humedales costeros en Chile, y explicó la importancia de sus funciones ecológicas como primera línea de protección frente al cambio, refugios de biodiversidad, captura de carbono, y buffer para la erosión costera y el aumento en el nivel del mar. Enfatizó la afectación hídrica que están sufriendo parte importante de humedales costeros en Chile, y destacó la nueva Ley de protección de humedales urbanos, con la esperanza de que pronto contemos con leyes para humedales costeros y otros de igual importancia.

Jacqueline Peters presentó su visión como dirigente del Comité ambiental de Algarrobo, una asociación de voluntarios enfocados en la protección del medio ambiente y en educar a la comunidad. Destacó que formar parte del Observatorio de la Costa ha sido un proceso muy importante de aprendizaje, y que la educación es una herramienta de cambio social. Describió las áreas de acción del Comité, y el trabajo que realizan a través de una red colaborativa con instituciones y fundaciones, y con un fuerte énfasis en participación ciudadana. Concluyó diciendo que “confiamos en que esta crisis ambiental nos de la consciencia y el amor necesario para equilibrar nuestro nivel de inteligencia, y dejemos de pensar que por sólo pensar somos dueños del mundo. Un mensaje que viene desde una pequeña bahía al sur del mundo, un lugar donde los ciudadanos nos reconocemos como hijos de la tierra, y nos organizamos para protegerla.”

Matías Alcalde hizo un llamado urgente a llevar el foco de la protección del océano hacia la zona costera, haciendo énfasis en los beneficios sociales que conlleva. Además de la mejora económica en las pesquerías, impacta positivamente al turismo y a preservar los usos tradicionales de comunidades costeras. “Las primeras líneas siempre serán primeras líneas, lo importante es dónde se fijan. La zona costera comprende una primera franja terrestre natural, clave para la protección de los asentamientos humanos y para el equilibrio de los ecosistemas marino-terrestres. Además, son el lugar de bienestar de las personas, y los estamos perdiendo a diario.”

Al finalizar el panel, en un escenario internacional como COP25, se plantea la visión de protección costera con un potencial de expandirse en todo el corredor Pacífico, desde Chile a California, creando sinergias regionales para la conservación de la zona costera y su gente, exportando modelos ya probados como se realizó en California. Para ello, la única forma de sacar el trabajo adelante es que Chile haga inicio de un proceso social sistemático, de juntar a todos los actores y usuarios de la zona costera, sobre una base científica, a conversar para luego avanzar con prototipos iniciales.

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