En las profundidades de los océanos, entre paisajes rigurosos que ocultan un sinfín de secretos que la ciencia aún no ha podido develar, habitan incontables especies con características tan sorprendentes que nos dan la impresión de que se tratara de seres de otro planeta, aunque habitan en la mismísima Tierra. 

Ilustración pez remo. Créditos: Shutterstock
Ilustración pez remo. Créditos: Shutterstock

Entre ellas, destacan los fascinantes peces remo, un grupo de peces lampriformes de la familia Regalecidae, que se pueden encontrar en todas las regiones templadas y tropicales del mundo. Este pez no solo se distingue por sus características únicas —como vivir a más de mil metros de profundidad y ser uno de los más largos del planeta—, sino que también por las creencias populares que lo vinculan con la predicción de fenómenos naturales y otras tragedias.

Desde tiempos antiguos, los avistamientos del pez remo han inspirado mitos y leyendas en diversas culturas. Su forma alargada y su movimiento inusual han llevado a asociarlo con monstruos marinos e incluso con predicciones de terremotos. En Japón, por ejemplo, se cree que este pez puede anticipar grandes sismos, aunque no hay evidencia científica que respalde esta creencia.

En ese sentido, el imponente pez remo no es ajeno Chile. Especímenes han aparecido en diversas ocasiones en las costas chilenas, despertando curiosidad y especulaciones entre quienes lo han presenciado. Pero, ¿qué es realmente el pez remo?

Render pez remo (Regalecus glesne). Créditos: Shutterstock
Render pez remo (Regalecus glesne). Créditos: Shutterstock

Un coloso de las profundidades

Los peces remo son un grupo de peces que se caracterizan por habitar en grandes profundidades del océano y por su peculiar apariencia.

Poseen un cuerpo extremadamente alargado, sin escamas y cubierto por una piel gelatinosa que reduce la fricción con el agua, facilitando su desplazamiento. Asimismo, poseen una aleta dorsal que recorre todo su cuerpo y les permite desplazarse por las profundidades del océano a través de suaves ondulaciones. La forma de sus aletas pélvicas, que recuerdan remos, es probablemente el origen de su nombre.

Ejemplar de Agrostichthys parkeri capturado en Auchac, Chiloé. Créditos: German Pequeño - Revista de Biologia Marina Y Oceanografia
Ejemplar de Agrostichthys parkeri capturado en Auchac, Chiloé. Créditos: German Pequeño – Revista de Biologia Marina Y Oceanografia

Se cree que esta distintiva apariencia se debe a sus adaptaciones fisiológicas para vivir en aguas profundas, como señala Enzo Acuña, Magister en Ciencias con mención en Ecología marina pelágica y profesor de oceanografía biológica de la Universidad Católica del Norte:

“El tener un cuerpo como cinta hace que su movimiento sea bien particular. No es un pez que necesite desarrollar altas velocidades, por lo tanto, no necesita tanta musculatura. Por eso más bien tiene un cuerpo ligero y largo que le permite mejorar su flotabilidad y mantenerse en la columna de agua. Además, tener una superficie grande de contacto con el agua le permite moverse desplazando un gran volumen de agua haciendo un pequeño movimiento, maximizando el uso de energía. Porque claro, viven en un ambiente pelágico donde la densidad de presas a veces puede ser muy baja. Entonces tienen que tener una forma de ahorrar energía”.

Regalecus glesne en Playa de las Canteras, Islas Canarias. Créditos: Raul Triay Portello
Regalecus glesne en Playa de las Canteras, Islas Canarias. Créditos: Raul Triay Portello

A pesar de su tamaño imponente —con ejemplares que pueden llegar hasta los 8 metros de longitud— los peces remo no son conocidos por ser especies particularmente peligrosas.

De hecho, el portal especializado MarineWise explica que los peces remo son principalmente solitarios y tienden a nadar solos o en pequeños grupos, y que no son conocidos por mostrar comportamientos sociales fuertes.

Asimismo, su mandíbula es pequeña y carece de dientes afilados, lo que sugiere una alimentación basada en succión. De esta forma, la dieta del pez remo consiste, en gran medida, de zooplancton, crustáceos eufáusidos (krill), peces pequeños y calamares.

Uno de los datos más curiosos de estos peces es que nadan verticalmente. Como son de color plateado, este acto de flotar también funciona como camuflaje, ya que utilizan los reflejos de la luz en el agua para evitar ser vistos.

Regalecus glesne nadando verticalmente. Créditos: Axis (ground_assault_11@yahoo.com)
Regalecus glesne nadando verticalmente. Créditos: Axis (ground_assault_11@yahoo.com)

En el mundo existen tres especies de peces remo, las cuales se diferencian principalmente en su distribución geográfica, tamaño y adaptaciones ecológicas: Regalecus glesne, Regalecus russelii y Agrostichthys parkeri.

Regalecus glesne es la especie más conocida y distribuida, encontrándose en océanos de todo el mundo. Esta especie puede alcanzar hasta 8 metros de longitud, lo que la convierte en la más grande de las tres. Por otro lado, Regalecus russellii, más comúnmente encontrada en el océano Pacífico, es ligeramente más pequeña que R. glesne, con una longitud máxima de alrededor de 6 metros.

Por su parte, Agrostichthys parkeri habita principalmente en aguas frías del hemisferio sur, particularmente en las costas de Australia y Nueva Zelanda, y es la más pequeña de las tres, con una longitud máxima de unos 4 metros.

Además de sus diferencias en tamaño y distribución, las tres especies presentan ligeras variaciones en su morfología, como la forma de la aleta dorsal y la coloración del cuerpo, lo que les permite adaptarse a sus respectivos hábitats y condiciones oceánicas. Estas adaptaciones son reflejo de sus distintos nichos ecológicos, desde las aguas más cálidas de los océanos tropicales y templados hasta las frías aguas del hemisferio sur.

Regalecus glesne. Créditos: Naturhistorisches Museum Wien - Alemania
Regalecus glesne. Créditos: Naturhistorisches Museum Wien – Alemania

“De esas tres especies, se sabe que al menos dos están presentes en Chile”, menciona el Dr. Javier Sellanes López, Profesor Titular de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte e investigador asociado del Centro de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI).

Efectivamente, en las costas de Chile existen diversos registros de peces remo confirmados. Quizás el más nombrado fue el ocurrido en Arica el 11 de julio del 2022, donde pescadores de la zona hallaron un ejemplar que, de acuerdo a medios locales, medía cerca de seis metros con 80 centímetros.

Pez Remo (Regalecus glesne) en Arica en Julio de 2022. Créditos: vía Twitter: @JeannetteQuim
Pez Remo (Regalecus glesne) en Arica en Julio de 2022. Créditos: vía Twitter: @JeannetteQuim

Vale decir que los peces remo son especies de aguas profundas que rara vez se avistan en la superficie. Se encuentran a profundidades que van desde los 20 hasta los 1.000 metros, aunque suelen desplazarse mayormente entre los 20 y 200 metros, en la zona epipelágica, donde encuentran más disponibilidad de alimento.

Su presencia en las aguas superficiales generalmente se asocia con las condiciones de estrés, enfermedad o corrientes oceánicas anormales. Además, los ejemplares encontrados varados en costas suelen estar debilitados o muertos, lo que refuerza su carácter como una especie de aguas profundas y la dificultad de observarlos en su entorno natural.

Por otro lado, como el ecosistema típico de este grupo de peces es de bastante difícil acceso, incluso para la investigación, estos animales siguen siendo poco estudiados por los expertos y todavía existen muchas incógnitas respecto a su biología y comportamiento. “En realidad es muy poco lo que se sabe de estas especies. Se sabe que habitan a grandes profundidades y son más bien pelágicas, es decir, viven en la columna de agua y limitan su contacto con el fondo marino y la costa”, puntualiza el Dr. Sellanes.

Miembros de la Armada de los Estados Unidos muestran un pez remo gigante de 7 metros descubierto por su instructor en la Bahía de San Diego en 1996. Créditos: Leo Smith
Miembros de la Armada de los Estados Unidos muestran un pez remo gigante de 7 metros descubierto por su instructor en la Bahía de San Diego en 1996. Créditos: Leo Smith

Si bien, se presume que los peces remo son especies longevas, aún no hay estudios concluyentes que determinen la edad de vida de este grupo de peces. Asimismo, se estima que la evolución de estas especies se remonta a millones de años, sin embargo, los registros fósiles son escasos debido a la fragilidad de su esqueleto.

El pez del fin del mundo: entre la mitología y la ciencia

A lo largo de la historia, los avistamientos del pez remo han dado lugar a mitos y supersticiones en diversas culturas. Su aspecto peculiar —un cuerpo extremadamente alargado, movimientos ondulantes y una aleta dorsal roja que se asemeja a una cresta— ha llevado a confusiones con serpientes marinas o criaturas míticas de las profundidades.

En Japón, se le denomina «Mensajero del Palacio del Mar» (Ryugu no tsukai, 竜宮の使い) y se cree que su aparición en aguas superficiales es un presagio de terremotos y tsunamis. Esta creencia se fundamenta en relatos de pescadores que han visto ejemplares varados antes de grandes sismos, como los de Fukushima (2011) y Kumamoto (2016). Sin embargo, hasta ahora, no hay evidencia científica que respalde esta supuesta conexión.

Ilustración de un pez remo gigante en una playa en 1860. Créditos: De Harper's Weekly - Ellis, R. 1994. Monsters of the Sea. Robert Hale Ltd., Dominio público
Ilustración de un pez remo gigante en una playa en 1860. Créditos: De Harper’s Weekly – Ellis, R. 1994. Monsters of the Sea. Robert Hale Ltd., Dominio público

Más allá de las supersticiones, la ciencia ha intentado explicar por qué estos peces aparecen en aguas poco profundas. Una de las razones podría ser el debilitamiento debido a enfermedades o lesiones. Al vivir en grandes profundidades, el pez remo no está adaptado a la presión de la superficie, lo que podría causarle estrés o desorientación.

Otra posible explicación es la influencia de fenómenos naturales como El Niño, que altera las corrientes oceánicas y puede afectar a las especies que habitan en las profundidades. Además, el ruido submarino generado por actividades humanas, como la exploración petrolera y la navegación, podría interferir con su sistema de orientación.

“Se les dice el pez del fin del mundo y le han puesto algunos nombres fantásticos porque muchas veces se los asocia alguna catástrofe. Pero no está muy clara la relación de eso. Algunos dicen que estos peces perciben los campos magnéticos, entonces son muy sensibles a cualquier alteración de su entorno y eso quizás los podría estar forzando a subir a la superficie. No obstante, son todas hipótesis. En realidad, no existe ningún estudio que haya podido determinar porque esto ocurre.”, agrega el Dr. Sellanes.

Regalecus russellii en Baja California, México. Créditos: Katia Cao - FishBase.org
Regalecus russellii en Baja California, México. Créditos: Katia Cao – FishBase.org

Desde un enfoque científico, la idea de que el pez remo pueda detectar movimientos telúricos se basa en la sensibilidad de muchas especies marinas a las variaciones en su entorno. Se ha propuesto que estos peces, al vivir en aguas profundas, podrían percibir cambios en la presión, ondas sísmicas o alteraciones en los campos electromagnéticos antes de un sismo. Sin embargo, como señala el académico de la Universidad Católica del Norte, esto es muy difícil de relacionar con eventos geológicos de gran magnitud: “Percibir la presión y los cambios magnéticos es algo muy común en los peces. Pero de ahí a que esto esté relacionado con algún tipo de evento geológico es bastante difícil”.

De hecho, un estudio publicado en el Bulletin of the Seismological Society of America (2019) analizó 336 avistamientos de peces de aguas profundas en Japón y no encontró una correlación estadística significativa con la ocurrencia de terremotos. Los investigadores concluyeron que estos varamientos probablemente se deben a cambios en las corrientes oceánicas, variaciones de temperatura o eventos meteorológicos extremos, más que a una relación directa con la actividad sísmica. “Como resultado, es difícil confirmar la asociación entre ambos fenómenos”, escribieron los autores del artículo.

Más allá de Japón, el pez remo ha dado pie a historias de monstruos marinos en diferentes culturas. En la mitología escandinava, se piensa que este pez pudo haber inspirado la leyenda de Jörmungandr, la serpiente marina colosal que rodeaba el mundo y causaba desastres.

Un pez remo acercándose a la edad adulta. Créditos: Ferrebeekeeper (Wikimedia Commons)
Un pez remo acercándose a la edad adulta. Créditos: Ferrebeekeeper (Wikimedia Commons)

En el folclore del Pacífico, los relatos sobre grandes «serpientes de mar» avistadas desde canoas en aguas abiertas podrían estar basados en encuentros con peces remo que se mueven en posición vertical.

Exploradores y marinos europeos también han documentado avistamientos de largas criaturas marinas, algunas de las cuales coinciden con la descripción del pez remo, lo que refuerza su conexión con lo desconocido y lo aterrador en los océanos.

Aunque la ciencia ha desmentido su relación con los terremotos, su sensibilidad a los cambios ambientales sigue siendo un tema de interés para los investigadores. A medida que se avanza en el estudio de los océanos, es probable que descubramos más sobre el comportamiento de este enigmático gigante de las profundidades.

Un enigma para la ciencia

Render pez remo (Regalecus glesne). Créditos: Shutterstock
Render pez remo (Regalecus glesne). Créditos: Shutterstock

A pesar de su aspecto impresionante y su tamaño, el pez remo no es una especie comercialmente explotada, ya que su carne gelatinosa no es de interés para la pesca. Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), las tres especies reconocidas de pez remo están catalogadas como de «Preocupación Menor» (LC), lo que indica que, actualmente, no se consideran en peligro de extinción.

Sin embargo, enfrentan varias amenazas indirectas, como el cambio climático, que afecta las corrientes marinas y la disponibilidad de alimento. También son víctimas de la pesca incidental y la contaminación oceánica, especialmente los microplásticos, que podrían afectar su alimentación y fisiología.

A pesar de su tamaño y distribución global, el pez remo sigue siendo una de las criaturas más enigmáticas del océano. Su rareza y los mitos que lo rodean han limitado el conocimiento científico sobre su biología y comportamiento. Sin embargo, con los avances tecnológicos en la exploración de las profundidades marinas, es probable que en el futuro se obtenga más información sobre esta fascinante especie, arrojando luz sobre su ecología, patrones migratorios y su papel en el ecosistema marino.

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