Villandry, un pequeño viaje al placer sensorial
Nuestra colaboradora Andrea Riquelme nos comparte hoy su experiencia en Francia visitando el castillo y jardines de Villandry, una construcción renacentista cuyos jardines son considerados por muchos los más bellos del país. Divididas en tres niveles, estas hermosas terrazas llenas de vida, que ostentan patrones geométricos hechos de vegetación, son un verdadero placer a la vista y los sentidos. ¡Disfruta de esta galería de fotos!
Fue uno de los días de más calor del verano. Yo estaba atendiendo en el vivero con las patas en la vertiente mientras podaba ramas de helechos podridas, cuando vi llegar a una amiga, que no veía hace un tiempo, empezamos a conversar y me contó que venía llegando de un viaje que al fin pudo hacer con su única hija por Francia, y que había conocido un castillo en particular que tenía un jardín impresionante, que la había emocionado y conectado mucho con el sentido final de su viaje. Me dijo textualmente: Andrea, tú tienes que conocer ese lugar, yo te vi, pude verte trabajando y podando las flores –inmersa en este espacio–, si puedes hacerlo anda, y entenderás de lo que hablo.
Bueno, desde ese día que estuve pegada con este lugar, ¿alguna parte de mi alma efectivamente vivía ahí?, siempre he sentido una conexión de vidas pasadas con la tierra y el trabajo de ésta y este diálogo con mi amiga me dejó pensante e inconscientemente dirigiendo todas mis energías a este viaje, hasta que por esas cosas mágicas de la vida, fui.
Siempre trato de escribir de situaciones más poéticas de la vida, las que te conectan con los aprendizajes y observaciones diarias que uno siente en sintonía con la naturaleza, pero también siento que las imágenes que tengo de este lugar debo compartirlas porque son un deleite para todos los sentidos.
Villandry es un pueblo francés chiquitito que queda en el Valle del Loira. Como buen pueblo medieval tiene un castillo, y este castillo en particular tiene un jardín que atrae a millones de personas todos los años, ya que es uno de los únicos de este valle que se mantiene a la perfección hasta el día de hoy.
Después de la Edad Media, los jardines tuvieron un significante vuelco, dejaron de ser un lugar utilitario y de trabajo para pasar a ser un lugar de placer en todos sus sentidos. Estos nuevos jardines “renacentistas”, fueron un boom en Francia. Se crearon todo tipo de jardines románticos con avenidas, fuentes, pérgolas, huertos, estatuas, repletos de símbolos, estructuras, perspectivas, laberintos y podas.
Este jardín tiene de todo eso, pero además tiene otros jardines increíbles, como el jardín del Sol, el jardín de los Simples, el jardín del Agua, la Huerta, entre otros más.
Es agotadoramente lindo, todo está mega bien cuidado y pensado, pero al mismo tiempo, la simpleza única de las plantas te hace descansar en una especie de disfrute etéreo; estás rodeado de hectáreas de árboles, pájaros, flores, hierbas, olores y los más lindos ejemplares del reino vegetal.
Un deleite para los amantes de la historia, de las caminatas largas, de los valles eternos que esconden castillos, del diseño y planificación de un lugar único que nos hace recorrer la historia al ritmo que le dé nuestra capacidad de asombro; al avanzar e ir caminando por estos jardines que han evolucionado de la mano nuestra.
Cuando entré al jardín, sentí la misma sensación de cuando uno entra a un parque de juegos, un éxtasis tácito de empezar a recorrer este alucinante lugar, pero la diferencia es que te vas guiando por lo que sientes, al ver a lo lejos un grupo de colores chillones que te llaman la atención, o la entrada a un laberinto, o una huerta que la rodean pasadizos y frutales que mantienen a 20 cm del suelo, entre parras y rosales que habitan ahí hace muchísimos años; te das cuenta que será un lugar al cual siempre podrás volver en tus recuerdos.
Eso fue para mí Villandry, un mini viaje al placer sensorial, a la destreza y voluntad humana versus la simpleza y belleza de lo natural.
Uno de los tantos invernaderos encargados de la reproducción de plantas, este jardín tiene la gracia que el 50% de las especies son reproducidas en el mismo lugar.
Este es el jardín del Sol, tiene una piscina en el medio con forma de sol, y la acompaña una estrella de ocho puntas, en las cuales hay verdaderas camas de flores y arbustos perennes todos en tonos cálidos.
La Huerta, esta llena de símbolos renacentistas, es uno de los jardínes más importantes del lugar, tiene 9 cuadrados del mismo tamaño con diferentes tipos de hortalizas y todo rodeado de un seto de boj muy bien cuidado.
En la huerta también existen en cada esquina diferentes rosales de pie alto con el fin de iluminar diferentes partes de esta.
El jardín de los Simples, este jardín simboliza la Edad Media, en medio de parterres circulares se plantas hierbas y plantas aromáticas que simbolizan la simpleza.
Hombres podando el Jardín de los Ornamentos, donde diferentes quincunx simbolizan a través de sus dibujos de flores el Amor, el Amor apasionado, el Amor voluble, etc.
Un paseo por la historia de los jardines (XV-XIX) medieval, renacentista, francés, inglés, románticos, etc.
Vista desde un mirador a la Huerta “Le Potager”.
Fuentes, pérgolas, y plazas de flores te invitan a recorrer los caminos de la huerta.
Sin duda las rosas agrupadas según colores te hacen detenerte a observarlas, olerlas y disfrutarlas más de cerca.
Cada año se realizan dos plantaciones según cada temporada, el riego es proporcionado de manera automática y subterránea.
Existe una tienda muy linda en el interior donde uno puede comprar desde rosas del jardín hasta todo tipo de decoración relacionadas a la botánica.
La página del Castillo es muy buena, les recomiendo visitarla.