Un tesoro a simple vista en el cerro Santa Lucía
¿Cuántos de ustedes han visitado el cerro Santa Lucía sin notar que allí, a plena vista, se encuentran unas fascinantes formaciones de basalto, de origen volcánico? Eso fue lo que le pasó a nuestro colaborador Sebastián Wilson, quien hoy nos comparte una galería de fotos y más detalles detrás de este singular descubrimiento.
Cuando era niño vi en alguna revista o libro, una foto de la Calzada de Gigantes o Giants Causeway en Irlanda del norte. En mi casa siempre hubo libros de naturaleza, libros simples, pero que desde chico me llamaron a interesarme en nuestro planeta.
La Calzada de Gigantes fue un paisaje que me cautivó por su forma peculiar. Lo primero que pensé fue: «Cuando sea grande quiero ir a conocerlo». Me imaginé que tendría que tomar uno o más aviones, algún bus o auto, caminar harto… en fin, una gran travesía para llegar hasta estas formaciones hexagonales que parecían hechas por el hombre.
Sin embargo, una vez que seguí investigando descubrí que eran formaciones de basalto, hechas por la naturaleza y que el hombre no había intervenido en su creación. Ahí sí que quedé intrigado. ¡¿Cómo?! ¡¿Por qué?! Esas son las preguntas básicas que nos hacemos desde chicos, y creo que es bueno hacernos las mismas preguntas hasta grandes, para motivarnos a buscar y conocer más de nuestro planeta, de nuestro continente… pero empecemos por algo menos ambicioso: nuestro país.
Con el tiempo me he interesando en la geología. He leído un poco, pero todavía soy un novato. También, después de terminar mi carrera de arquitectura, me dediqué tiempo completo a la fotografía, una pasión que venía armando su camino desde que tengo memoria. Dedicado 100% a la foto, empecé a ver todo de forma distinta, estudié las locaciones con otro enfoque y me puse a ver dónde podría haber basaltos columnares en Chile.
Pronto los encontré en el cajón del Maipo; en el salto de la princesa, cerca de Lonquimay; en la cordillera central; en el Parque Nacional Conguillío; el cerro La Pirámide cerca de Chile Chico; Morro Chico en la ruta 9 camino a Puerto Natales; Coyhaique y así un largo etcétera. ¿Por qué me tenía que fijar en esta formación? La respuesta para mí es simple, porque son unas formaciones impactantes, casi perfectas, que se dan por la forma que se enfría la lava al llegar a la superficie; son como la formación de los cristales.
Avancemos a 2017. Un encargo de unas fotos de Santiago Centro me llevaron al cerro Santa Lucía, a la cumbre del mismo, para mirar desde la altura la ciudad. Y ahí estaban, a la vista de todos, escondidas bajo nuestros ojos, en un manto de indiferencia y de “dar por sentado” el cerro. De creer que lo hemos visto tantas veces, que no nos puede entregar nada nuevo. Lo visité varias veces durante mi carrera… nunca las vi. He subido otras tantas veces llevando a amigos extranjeros… y no los vi. En resumen, nunca vi sus piedras de basalto hasta ahora.
Citando a la Sociedad Geológica de Chile, “Una de las característica más llamativas de este cerro es que en distintos puntos, y particularmente en la cima, es posible encontrar columnas basálticas. Estos, corresponden a estructuras prismáticas alargadas en forma de columnas de sección hexagonal. Se denomina disyunción columnar, es un tipo de diaclasado que se forma por tensiones cuando la lava o magma se enfría. Se pueden formar en coladas de lava, diques, intrusiones superficiales o ignimbritas, y su composición puede ser variable (Sellés, 1999)”.
Así que no es necesario comprar el pasaje a Irlanda o Islandia, carguen su tarjeta Bip! ® y vayan al cerro Santa Lucía, en el centro de Santiago. No es necesario llevar oxígeno en botella para subir esos 69 metros de desnivel.