Un monito del monte en el lugar equivocado
Nuestros amigos de Garuga nos enviaron estas imágenes de un monito del monte que se encontraba en el lugar equivocado. Aquí más detalles de esta historia y las singulares características de este pequeño marsupial considerado un verdadero fósil viviente.
A nuestros amigos de Garuga les llegó una galería de fotos bastante singular de parte de uno de sus seguidores, que quisieron compartir con nosotros.
En la localidad de Ranco, mientras reparaban un interruptor en el poste de un quincho, se llevaron una gran sorpresa. Ahí, acurrucado al interior del poste de madera, había un monito del monte durmiendo.
Como no era un lugar seguro para este pequeño marsupial, decidieron tomarlo con mucho cuidado y llevarlo a un árbol. Dentro de un orificio en el tronco, el monito del monte volvió a caer en su profundo sueño.
Este desconocido animal es considerado un verdadero fósil viviente. Es el único representante viviente del Orden Microbiotheria, y se encuentra más emparentado con los marsupiales australianos que con los americanos.
Lo que muchos desconocen es que este pequeño mamífero de hábitos arbóreos y nocturnos, es en realidad un verdadero héroe ecológico, que ayuda en la recuperación y proliferación de especies del bosque. Al alimentarse de frutos de especies nativas –además de insectos y huevos– como el arrayan macho, el maqui, la murta, el quintral o el copihue, dispersa las semillas de al menos una decena de especies vegetales en el bosque.
Es un animal endémico de los bosques de Chile y Argentina y en Chile, donde se concentra la mayor población de la especie, se puede encontrar entre la región del Maule, en la Reserva Los Queules, y la isla de Chiloé.
En invierno enfrenta el frío agrupándose y escondiéndose en madrigueras de los árboles, e hibernando durante el periodo más frío. Este comportamiento ha llamado la atención de científicos alrededor del mundo no sólo porque se trata del único marsupial sudamericano que hiberna, sino también por las características físicas que permiten este comportamiento: cuenta con genes que protegen sus células del estrés, su cuerpo evita la inflamación y que se atrofien los músculos y su corazón se vuelve más fuerte para lograr impulsar la sangre que con las bajas temperaturas se torna más viscosa. A esto se suma que durante la hibernación, el monito del monte secuestra las células de la sangre (glóbulos blancos y rojos) en los órganos, y restringe la circulación entre el cerebro y el corazón, interrumpiendo la perfusión sanguínea hacia los músculos y el intestino.
Dentro de sus principales amenazas se encuentra la pérdida de su hábitat producto del reemplazo de la vegetación nativa por campos agrícolas y plantaciones forestales exóticas.