Ayquina es un pueblo prácticamente solitario, un laberinto de callejones que se abren espacio en una terraza sobre el río Salado, allá en las alturas del Loa. Como muchos pueblos del Norte Grande, Ayquina permanece casi solitario y en silencio la mayor parte del año.

Desde hace mucho tiempo sabía de la fiesta de la Virgen de Guadalupe. Fue en septiembre de 2012 cuando fui por primera vez a conocerla. Tan maravillado quedé, que he vuelto otras cuatro veces, con el fin de profundizar mi trabajo para un libro y una exposición.

La fiesta no sólo muestra la profunda devoción, compromiso y entrega de los fieles que acuden en masa a adorar a su “Chinita”, sino también de las cofradías que bailan ininterrumpidamente y colman de música y alegría la soledad del desierto.

De día y de noche, los bailes no dan tregua. El 7 de septiembre, poco antes de la medianoche, el pueblo se queda en silencio por unos segundos y entona un emocionante Himno Nacional y más tarde un emotivo “Cumpleaños Feliz” a la Virgen. Al día siguiente, la fiesta llega a su apogeo con una procesión que da la vuelta al pueblo y sube a la parte plana del desierto, llenando de colores la inmensidad atacameña.

¿Cómo llegar?

El pueblo de Ayquina se ubica a 74 kilómetros al este de la ciudad de Calama, en la Provincia de El Loa, en una de las numerosas quebradas que confluyen al Río Salado. Desde Calama y pasando por el Poblado de San Francisco de Chiu Chiu, debes tomar la carretera 21 de Calama a Chiu Chiu, luego la B -169 hasta el cruce y luego la B -165. Llegarás al cruce Ayquina -Caspana y deberás tomar la ruta B -165 que te lleva a Ayquina, Turi, Toconce.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...