El avión estaba casi vacío. De los más de 100 asientos, éramos unas 30 personas las que ocupaban las butacas. ¿El destino? Copenhague, la capital de Dinamarca. Un lugar impresionante, interesante, lleno de vida, bicicletas y lluvias torrenciales. Y si tuviera que recomendar algo rápido, imperdible una Pølser (hot dog) en alguna de las plazas principales de esta ciudad sentado en un banco viendo lo que pareciera ser una ciudad perfecta en la que que todo funciona bien. 

Pero hoy no estamos acá para hablar de las maravillas danesas. O sea sí, también, pero en esta historia solo fue la escala previa a una aventura mucho mayor y salvaje.

Bus a Aalborg y un tren al puerto de Hirtshals. Ahí esperaba el implacable Norrøna, un Ferry enorme que une Dinamarca con las Islas Faroe, el destino final. Dos días arriba de esa embarcación para llegar al puerto del dios Thor, que es la traducción literal del nombre de la capital faroesa: Torshavn.

Torshavn
Torshavn, la capital de Islas Faroe recibiendo el sol después de la tormenta. 

Ya en Torshavn se sentía esa vibra única y especial. Una sensación indescriptible y extraña en un lugar tan lejano como ajeno. Lleno de casitas con pasto en el techo y gente que no esperaba que fuera tan amable, muy distinto a la frialdad nórdica de la cual tanto me habían hablado.

Saksun, Islas Faroe
Saksun, un pequeño pueblo en la isla Streymoy de solo 14 habitantes. ©️Cheyre

18 islas componen el Estado de Islas Faroe que significa “Isla de los corderos”, donde la población de estos animales supera por el doble a la población faroesa. En este lugar, unido por puentes y unos túneles acuáticos que te dejan con la boca abierta, viven un poco más de 50 mil habitantes.

Una vez en el auto comienza un recorrido que ni en todos los sueños que tuve me habría imaginado. Llevaba más de 10 años pensando en estas islas, sus corderos, pueblos de 20 personas y esa naturaleza indómita y solitaria. 

El dorado de la tarde tiñe al pueblo de Saksun después de la tormenta. ©️Cheyre
El dorado de la tarde tiñe al pueblo de Saksun después de la tormenta. ©️Cheyre

Son islas maravillosas, que te roban el corazón desde el minuto en que las pisas. Un destino único y poco común. Las islas Faroe son de los secretos mejores guardados del norte. 

Iglesia de Saksun, construida en 1858. ©️Cheyre
Iglesia de Saksun, construida en 1858. ©️Cheyre
Trælanípa, o más conocido como el acantilado de los esclavos. Uno de los paisajes más sobrecogedores de Faroe. ©️Cheyre
Trælanípa, o más conocido como el acantilado de los esclavos. Uno de los paisajes más sobrecogedores de Faroe. ©️Cheyre
Otra vista de estos acantilados. 142 metros de altura donde antiguamente arrojaban a los esclavos. ©️Cheyre
Otra vista de estos acantilados. 142 metros de altura donde antiguamente arrojaban a los esclavos. ©️Cheyre
Más acantilados en el parque del lago Sørvágsvatn, ubicado en la isla Vágar, una de las más grande de Faroe. ©️Cheyre
Más acantilados en el parque del lago Sørvágsvatn, ubicado en la isla Vágar, una de las más grande de Faroe. ©️Cheyre
Casas solitarias en medio de las islas. Algo muy común en estas latitudes. ©️Cheyre
Casas solitarias en medio de las islas. Algo muy común en estas latitudes. ©️Cheyre
Una mezcla de lluvia, tormentas y sol. La luz faroesa iluminando sus carreteras maravillosas. ©️Cheyre
Una mezcla de lluvia, tormentas y sol. La luz faroesa iluminando sus carreteras maravillosas. ©️Cheyre
Paisajes de libros de cuento que hipnotizan a cualquiera. ©️Cheyre
Paisajes de libros de cuento que hipnotizan a cualquiera. ©️Cheyre
Aunque a veces parezca imposible. Los faroeses tienen una habilidad especial para construir carreteras en las lugares más impensados. ©️Cheyre
Aunque a veces parezca imposible. Los faroeses tienen una habilidad especial para construir carreteras en las lugares más impensados. ©️Cheyre
Tjørnuvík, es el pueblo entre las montañas. Viven 71 personas y su playa es la que tiene mejores olas para surfear. ©️Cheyre
Tjørnuvík, es el pueblo entre las montañas. Viven 71 personas y su playa es la que tiene mejores olas para surfear. ©️Cheyre
Cascada de Mulafossur, probablemente la postal más icónica de Islas Faroe. ©️Cheyre
Cascada de Mulafossur, probablemente la postal más icónica de Islas Faroe. ©️Cheyre
Un atardecer mágico en Islas Faroe. Tindhólmur es el islote más característico de este lugar y cuenta la leyenda que es un dragón que está durmiendo. ©️Cheyre
Un atardecer mágico en Islas Faroe. Tindhólmur es el islote más característico de este lugar y cuenta la leyenda que es un dragón que está durmiendo. ©️Cheyre
El pueblo de Gásadalur en un atardecer épico con vista a la isla Mykines donde año a año miles de frailecillos pasan el verano. ©️Cheyre
El pueblo de Gásadalur en un atardecer épico con vista a la isla Mykines donde año a año miles de frailecillos pasan el verano. ©️Cheyre
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