Esta laguna ubicada en la comuna de Camarones se mantuvo oculta al ojo común por varios años, pero en el último tiempo se ha convertido en un gran atractivo explotado principalmente por la región de Tarapacá. ¿Tarapacá, dirán muchos? Exactamente, porque pese a estar ubicada en Camarones, Región de Arica y Parinacota, a esta laguna sólo se puede acceder por Camiña, a 147 km de Iquique, ya que los otros caminos están en pésimas condiciones y presentan gran peligro para quienes se aventuren. Al menos así lo han reconocido las mismas autoridades como el alcalde de Camarones, Iván Romero.

Esta laguna se encuentra a 3.700 msnm y es de agua caliente: la temperatura en la superficie alcanza los 24ºC y en su parte más profunda (11 m) 57ºC. Llama la atención el intenso color rojo de sus aguas que, según un estudio realizado por investigadores de la UNAP en el marco del Programa de Biodiversidad, se debería a la presencia de la microalga Chlamynodephris. Esta alga también se encuentra en las lagunas vecinas, Verde y Amarilla, y su mayor o menor concentración en estos cuerpos de agua, les otorga sus diferentes colores.

Hay un mito que dice que en el pasado se asentó una comunidad Aymara en sus alrededores y que decidieron beber de sus aguas rojas. Al poco tiempo todos murieron, contribuyendo a enrojecer más la laguna. Algo que no llama tanto la atención una vez que se conoce que efectivamente sus aguas son tóxicas: contienen altas concentraciones de metales pesados como el arsénico.

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