Chile en larga exposición
Nuestro colaborador, Vicente Weippert, nos invita con esta galería a experimentar en la fotografía nocturna y de larga exposición, para descubrir una nueva perspectiva del paisaje una vez que se esconde el sol.
Aunque a nadie le cabe la menor duda que la belleza escénica que ofrece Chile no tiene nada que envidiarle a ningún país del mundo, generalmente acostumbramos a apreciarla, por razones obvias, a la luz del día. Sin embargo la perspectiva del paisaje cambia completamente cuando se esconde el sol, y para ver ese nuevo mundo, la cámara fotográfica es una poderosa herramienta.
Aunque se dice que el ojo humano es el mejor lente (y con justa razón), cuando se trata de situaciones de poca luz, especialmente en la noche, las cámaras fotográficas toman la delantera principalmente debido al tiempo de exposición (capacidad que tienen de condensar en una sola fotografía la luz durante un lapso de tiempo).
Cuando se va el sol, es imposible no pensar en los cielos nocturnos del norte de nuestro país, los que no por nada son sede de algunos de los mayores observatorios del mundo. Eso sí, no hay que limitarse al extremo norte, los cielos estrellados chilenos son increíbles desde Arica a Punta Arenas.
¡Pero atentos! Las estrellas no son lo único interesante, la exposición prolongada permite que otros elementos se vuelvan tan llamativos como ellas. Avanzando hacia la zona central, la majestuosa cordillera de Los Andes ofrece el complemento perfecto para la fotografía nocturna. En el sur, los lagos y ríos adquieren un efecto sedoso, y si se quiere ir aún más hacia el extremo del continente, las siempre extrañas nubes de la Patagonia se vuelven todavía más impredecibles.
La idea detrás de esto no es más que invitarlos a todos a descubrir una perspectiva un poco distinta de los paisajes que ofrece nuestro país. Que salgan, que acampen, que se sorprendan de cómo se transforma todo cuando se va la luz, y por qué no, que incursionen en la fotografía nocturna. Es muy probable que muchos obtengan tremendas fotografías, y si no, qué importa, igual es entretenido, y eso es lo que finalmente vale.