Archipiélago de Humboldt desde el ojo de la ciencia: un tesoro vulnerable que debemos proteger
El pasado miércoles el Comité de Ministros rechazó de forma unánime el mega proyecto minero-portuario Dominga. Tal noticia fue valorada desde distintas áreas, entre ellas, el mundo científico estudioso de la zona. En este contexto, los investigadores Susannah Buchan, Guillermo Luna, Gabriela Mallea, Guido Pavez, María José Pérez-Álvarez, Macarena Santos-Carvallo, Maritza Sepúlveda, Barbara Toro-Barros y Frederick Toro, quienes han trabajado hace más de 10 años en el Archipiélago de Humboldt, nos comparten esta nota sobre la importancia de este lugar y por qué debe avanzarse en su protección.
El día 18 de enero de 2023 tuvimos la gran y esperada noticia que el Comité de Ministros rechazó, por unanimidad, el proyecto minero y portuario Dominga. Si bien este resultado es muy positivo, sabemos que la protección del Archipiélago de Humboldt no está aún garantizada. Esta área sigue siendo vulnerable a cualquier megaproyecto industrial a futuro. Hoy más que nunca se requiere el compromiso y trabajo conjunto entre la comunidad, los servicios públicos y la academia para resaltar la importancia extraordinaria que tiene esta zona a nivel nacional y mundial, tanto para la conservación de cientos de especies que allí habitan, como para la protección de fuentes laborales locales como el turismo y actividades pesqueras artesanales.
El Archipiélago de Humboldt se considera como un “hotspot y hopespot” de biodiversidad, ya que gracias a sus características oceanográficas únicas es uno de los sistemas más productivos del mundo. Cuenta con una de las mayores diversidades de mamíferos marinos del mundo encontrándose más de 11 especies de cetáceos, como las emblemáticas ballena fin, azul y jorobada; dos especies de lobos marinos, una especie de foca (foca elefante) y una de nutria marina (chungungo). Esta zona es hábitat crítico para estos animales siendo área de alimentación, descanso y reproducción para especies que presentan importantes problemas de conservación lo que realza la unicidad y relevancia de este ambiente. Asimismo, se ha registrado la presencia de alrededor de 25 especies de aves marinas, nueve endémicas del Sistema de Corriente de Humboldt y 14 que nidifican en las islas del archipiélago. Entre las especies más emblemáticas se cuenta al pingüino de Humboldt y el yunco, ambas con graves problemas de conservación. Actualmente, gracias a la protección y restauración del hábitat, la población reproductiva de yuncos ha aumentado, volviendo a re-colonizar islas de las que había desaparecido. Pese a que actualmente sólo se protegen tres islas del total que forman el archipiélago, se han observado resultados muy alentadores no sólo para los pingüinos y yuncos, sino que también para cormoranes, piquero común y gaviotín monja. Por esta gran biodiversidad, el fácil acceso al mar, las buenas condiciones climáticas, el Archipiélago Humboldt se está desarrollando como un polo de excelencia mundial para el avistamiento de fauna marina, mejorando la calidad de vida de las comunidades locales. De allí la urgencia e importancia de proteger de manera definitiva el Archipiélago de Humboldt en su totalidad, desde Caleta Chañaral de Aceituno y hasta Caleta Hornos, considerándolo como una unidad completa.
Amenazas antrópicas como colisiones con embarcaciones, contaminación lumínica, sonido de embarcaciones mayores y derrames de petróleo pueden causar un daño irreversible sobre estas poblaciones únicas en el mundo puesto que son especies altamente sensibles y vulnerables. Es por ello que, como comunidad científica, y en base a los antecedentes científicos robustos antes señalados, manifestamos nuestro compromiso en participar de manera activa en la creación de una Área Marina Protegida de Múltiples Usos birregional, que permita el desarrollo de actividades de bajo impacto, como lo son la pesca artesanal y el turismo, pero que impida explícitamente la realización de actividades de alto impacto, como es la instalación de mega puertos. Esto también resguarda el sustento económico actual y futuro de las comunidades locales que viven de la pesca y el turismo. Consideramos que esta medida es la única que permitirá proteger, de manera real y a largo plazo, este sector único en el mundo y este patrimonio natural de todos los chilenos, por lo que es deber y compromiso de todos el hacernos cargo de su protección.