Hay rincones de la ciudad que nos hacen reinterpretar lo que significa vivir en un entorno urbano. Rincones precordilleranos que nos miran desde la altura y que dan vida a la cuenca de Santiago, laderas llenas de vida que atraen y otorgan equilibrio. Una de dichas laderas es la del Panul, ubicado en la comuna de La Florida. Un bosque del tipo esclerófilo, propio del ecosistema mediterráneo que solo existe en cinco lugares del mundo.

Bosque Panul © Daniel Ortiz
Bosque Panul © Daniel Ortiz

Actualmente, son muchos los procesos que han llevado a su deterioro y frágil existencia. El avance de los procesos de desertificación y escasez hídrica de la zona central, sumado al desarrollo de la expansión inmobiliaria, durante años han arrojado este frágil ecosistema a una condición de agonía frente diversas polémicas y un manejo político que pone en jaque el futuro del Panul.

Pero, ¿qué está pasando en el Panul? La respuesta, si bien es simple, se condiciona por contrastes, antecedentes y contradicciones de un manejo que depara en una incertidumbre sustancial para quienes habitan en la Región Metropolitana, sobre todo, de aquellos vecinos de la zona suroriente de la capital de Chile.

El conflicto actual 

En enero de 2021, la Inmobiliaria Gesterra presentó un proyecto de subdivisión del Bosque Panul.  Si bien en principio la noticia se prestó para especulaciones y comunicados desmintiendo el proyecto, los hechos afirman que efectivamente, hoy se encuentra en trámite en la Dirección de Obras de la Municipalidad de La Florida el proyecto de Subdivisión de terreno por parte de los dueños de la propiedad, el cual busca dividir el terreno del bosque Panul en distintos lotes, pudiendo dar acceso a otros proyectos, como lo pudiese ser el llamado «Anillo orbital”, que se encuentra en el Ministerio de Obras Públicas (MOP) desde 2014 y que buscaría realizar una autopista paralela a la Circunvalación Américo Vespucio.

Actualmente, el Plan Regulador Comunal (PRC) de La Florida contempla la apertura de la calle Rojas Magallanes y Central hasta la cota mil, proyectadas en el Plan Vial del 2007. Efectivamente, el terreno del Panul se encuentra afecto a utilidad pública por vialidad, y de esta forma, pudiese ser pedido al Estado su urbanización. Entonces, por ley, todo lo que esta afecto debe ser cedido y urbanizado por el dueño del predio. ( Art. 2.2.4 Ordenanza general de Urbanismo y Construcción y Art. 65 Ley General de Urbanismo y Construcción).

El pasado 30 de marzo, la Municipalidad de La Florida publicó un comunicado con el acta de observaciones con una marca que decía ser “rechazado”, sin entregar mayores detalles. Y es que efectivamente, aún no existe un rechazo legal del proyecto de urbanización del Panul ya que existen plazos suspendidos dada la contigencia COVID.

Sendero Panul © Daniel OrtizSendero Panul © Daniel Ortiz

Resistencia por la conservación del Panul

La lucha por la conservación del bosque Panul se remonta años atrás, cuando el plano regulador de la comuna de La Florida permitía presentar proyectos inmobiliarios en el predio, sin distinción ni regularización. Por esto, se generó en la presión ciudadana una red de defensa por el bosque, la que actualmente está establecida como la Red por la Defensa de la Precordillera. Esta logró, entre los años 2008 y 2015, un avance al momento de sacar del antiguo plan regulador el uso residencial (modificación nº9 del PRC), restringiendo específicamente la construcción de viviendas, pero a su vez, dejando cabida una “letra chica” que permite la subdivisión del Panul para construir otro tipo de obras. Este uso del suelo pudiese facultar desde locales comerciales hasta una autopista. Para dar algunos ejemplos, todo lo que se encuentra fuera de esta lista podría ser construido.

En contexto, el fundo Panul es propiedad de la familia Navarrete Rolando y fue adquirido en 1977. En ese entonces, se traspasaron 570 héctareas por Augusto Pinochet desde el Ministerio de Bienes Nacionales, por la suma de un millón de pesos, según una investigación del diario El Mostrador. La familia Navarrete Rolando es dueña de la inmobiliaria Gesterra y filiales de la empresa Extractos Naturales Gelymar S.A del Holding Oxiquim. No se han visto exentos de polémicas.

Todo comenzó cuando en 2012 el Proyecto Inmobiliaria El Panul (Inmobiliaria Gesterra) fue expulsado de la evaluación ambiental tras intentar talar 150 hectáreas de bosque nativo para construir 1304 viviendas. Luego, en 2016 se alertó mediante una denuncia realizada por la Red por la Defensa de la Precordillera y la Clínica de Derecho y Justicia Ambiental de la Universidad Diego Portales, sobre el vertimiento de al menos 770 toneladas de arena de mar en el bosque Panul, situación que fue revocada el año 2019 por el Segundo Tribunal Ambiental cuando este falló a favor de la comunidad y ordenó a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) iniciar el proceso para que la empresa ingrese a evaluación ambiental y a su vez, reparar el daño que generó.

Parque Panul © Daniel Ortiz
Parque Panul © Daniel Ortiz

En esa misma instancia, los ministros llamaron la atención sobre el déficit de cuidado y protección con el que cuenta el predio, ya que sólo cerca de un 3% de la superficie de bosque esclerófilo está bajo protección oficial, resultando, de cierto modo, irrisorio para la lógica natural del ecosistema que contiene el bosque Panul.

En la actualidad, los hechos han sido determinantes tanto para quienes defienden el parque Panul como para sus dueños. A principios del presente año, la familia Navarrete Rolando demandó a la comunidad que defiende el bosque a través de un recurso de protección, el cual buscaba impedir el ingreso al bosque y de quienes quisieran proteger el ecosistema.

Uno de los últimos bosques nativos de Santiago 

El bosque Panul es vital no solo por su mera existencia como pulmón verde y espacio recreativo para santiaguinos ávidos de escapar de la urbe, si no porque además sirve como una red de contención para eventos cada vez más comunes como son los aludes en el actual panorama de incertidumbre climática. Tiene una vasta cantidad de especies perennes que permiten reducir aquellas enfermedades respiratorias derivadas de la contaminación que incluso, actúa como regulador de temperatura, otorgando aire frío y limpio hacia el valle durante la mañana.

Glaucidium nana en bosque Panul, © Matias Pastrián
Glaucidium nana en bosque Panul, © Matias Pastrián

Además, cuenta con una alta diversidad de fauna, que abarca aves como la águila mora (Geranaetus melanoleucus), picaflor cordillerano (Oreotrochilus leucopleurus), o el tijeral (Leptasthenura aegithaloides). También habitan reptiles y antrópodos, como la culebra de cola larga (Philodryas chamissonis), la iguana chilena (Callopistes maculatus) o la mariposa del chagual (Castnia eudesmia).

Parabuteo unicinctus en bosque Panul © Matias Pastrián
Parabuteo unicinctus en bosque Panul © Matias Pastrián

Al ser bosque nativo, la flora es protagonista y vital en su entorno. Podemos encontrar árboles como el peumo (Cryptocarya alba) o el bollén (Kageneckia oblonga); árboles como el Guayacán (Porlieria chilensis); y plantas de una belleza incomesurable como lo es la flor de gallo (Alstromeria ligtu) o la añañuca (Rhodophiala rhodolirion), entre otras especies.

El porvenir del Bosque

De esta forma, el Panul es un lugar de encuentro para deportistas y aficionados del senderismo, lo que aporta a la salud física y mental de quienes lo visitan. También es hábitat de cientos de especies y un pulmón verde para la zona suroriente de Santiago. Todo esto hace del Panul un emblema del valor natural en la Región Metropolitana. Considerando esto y la lógica de un ecosistema tan vivo y trascendental para el futuro de la ciudad, la importancia de su conservación es clave para nuestro patrimonio natural. De igual forma, es merced de la comunidad contar con un cuidado responsable y consciente de este lugar.

Sebastián Sepúlveda, Vocero de la Red por la Defensa de la Precordillera, comentó: “Somos optimistas respecto al futuro del bosque Panul. Si bien el escenario es complejo, y urge una modificación al Plan Regulador (comunal y/o metropolitano), una comunidad organizada y empoderada de su entorno es la mayor garantía para su protección. Llevamos 15 años defendiendo este pulmón verde, y hasta el momento no han tocado un árbol, ni han construido una casa. Esperamos que las autoridades políticas estén a la altura de lo que el planeta y la humanidad necesitan”.

*Hasta el cierre de esta edición, no tuvimos respuesta por parte de la Municipalidad, ni de la inmobiliaria en cuestión*.

 

 

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