Ecuador: Refuerzan campaña nacional contra el tráfico ilegal de vida silvestre
Ecuador ha lanzado una campaña nacional contra el tráfico ilegal de vida silvestre, como un mecanismo para sensibilizar a su población y abrir canales de denuncia que contribuyan a luchar contra el maltrato, extracción y tráfico de especies. El último y más conocido episodio de este flagelo fue la incautación de 185 tortugas gigantes de las Islas Galápagos, que iban a bordo de una maleta de un funcionario policial en el aeropuerto de Isla Baltra. Este caso fue reseñado por Ladera Sur. El país se ha alistado con talleres de educación en conservación y medio ambiente y el reforzamiento de los operativos para detener este delito.
El tráfico ilegal de vida silvestre es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad en el Ecuador, apuntan desde el Ministerio de Ambiente y Agua de este país, que cuenta con una enorme riqueza natural y es hábitat de miles de especies, muchas de estas en peligro de extinción. Es por esto que el gobierno de Ecuador ha lanzado una nueva campaña nacional contra el tráfico ilícito de vida silvestre bajo el lema “Alto, el tráfico de vida silvestre es un delito”, cuyo objetivo principal es informar, educar y sensibilizar a la población sobre lo crucial que es la protección de la fauna y flora silvestre, además de dar a conocer las sanciones y penalidades impuestas a quienes incurran en delitos contra la vida silvestre.
El delito de tráfico ilegal de la vida silvestre implica la extracción, el transporte, el comercio ilegal, el contrabando, caza, pesca furtiva y la captura de especies de la fauna y sus derivados. Durante los últimos siete años, las autoridades en este país han logrado retener al menos 6.000 animales silvestres vivos, a través de operativos contra el tráfico ilegal de vida silvestre, según datos del Ministerio de Ambiente y Agua.
El tráfico somete a las especies a fuertes presiones, muchas de estas mueren, y además se amenaza con la reducción de su población hasta llevarlas a la extinción. El caso más reciente y conocido de esta problemática fue la retención de 185 tortugas gigantes de las Islas Galápagos que iban envueltas en plástico en una maleta de un funcionario policial cuando se disponía a volar desde Isla Baltra, en el Pacífico, hasta Guayaquil. Diez de las tortugas murieron por causa del estrés. Este caso fue reseñado por Ladera Sur el pasado 6 de abril.
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“Nuestro país afronta una lucha implacable contra estas actividades ilícitas que, a más de ser una amenaza para la biodiversidad y el bienestar de los ecosistemas, también impacta a la salud pública, el desarrollo sostenible y la seguridad”, indicó Paulo Proaño, ministro de Ambiente y Agua. El país ha efectuado simposios sobre el tráfico ilegal de especies, considerado la tercera actividad más grande de este tipo, después del tráfico de drogas y armas, respectivamente. También se ha puedo a disposición de los ciudadanos líneas telefónicas, como el 1800DENUNCIA y el 911 para que puedan efectuar denuncias sobre tenencia ilegal, tráfico y maltrato de especies.
Así mismo, se ha reforzado la Unidad de Protección de Medio Ambiente (UPMA) con 233 funcionarios y servidores en todo el territorio nacional para brindar apoyo constante, supervisión, y coordinación de acciones junto con el personal del Ministerio de Ambiente y Agua (MAAE). La campaña es desarrollada con una alianza y coordinación con la organización Wildlife Conservation Society (WCS Ecuador) y organismos policiales y de seguridad.
Sebastián Valdivieso, director ejecutivo WCS, expresó: “Esta pandemia de COVID-19 y sus devastadoras consecuencias sociales y económicas, debe hacernos reflexionar sobre los grandes riesgos que conlleva la destrucción de los ecosistemas naturales y la interacción con animales silvestres. Los traficantes no solo transportan animales, sino también enfermedades zoonóticas con el potencial de producir futuras pandemias”.
El tráfico ilegal de vida silvestre, es un problema de largo alcance. Las provincias de mayor incidencia son de este delito en Ecuador son: Orellana, Napo y Pastaza, Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Azuay, Tungurahua, Manabí, Guayas y, en la región insular dentro de sus áreas protegidas. Especies como loros, pericos, guacamayos, boas, tortuga terrestres y marinas, caimán, mono cusumbos, coatíes, entre otras, son las más traficadas, mientras que, las especies de flora silvestre se encuentran las orquídeas, bromelias y musgo.
Una de las consecuencias más graves del tráfico es el maltrato que sufren los animales silvestres, los cuales son sometidos a condiciones intratables durante su captura, transporte y comercialización. En esta dinámica las especies sufren lesiones, contagios entre otros individuos y la muerte de cientos de especímenes, considerado por los delincuentes y traficantes como daño colateral ante las enormes cantidades de dinero que mueven.