5 lugares para hacer un trekking otoñal en Chile
Otoño destaca por sus contrastes de colores, donde muchos bosques entregan un verdadero espectáculo visual dominado por cálidos colores anaranjados y rojizos. Para adentrarse a la experiencia de conocer paisajes otoñales, junto a Andeshandbook seleccionamos 5 rutas de trekking imperdibles de conocer en esta época.
Luego del verano, el otoño llegó con sus característicos colores y colores. Los amarillos, verdes, rojos y naranjos son parte del paisaje que entrega el bosque nativo chileno, acompañado de condiciones adecuadas (como el clima y las condiciones de la montaña) que permiten conocer lugares de una forma única. Además, probablemente estén mucho menos visitados que en verano.
Para los que busquen vivir la experiencia de conocer estos paisajes, junto a Andeshandbook, un sitio web colaborativo cuyo objetivo es documentar y difundir la información más completa y confiable sobre rutas y cerros de Los Andes, seleccionamos 5 imperdibles rutas de trekking.
“Además de la belleza de caminar por el bosque de otoño –que no requiere mayor explicación– algunas las rutas recomendadas permiten conocer paisajes con montañas escarpadas con mucha roca a la vista, la cual combina de forma singularmente bella con el colorido otoñal”, comenta José Antonio Mena, director ejecutivo de Andeshandbook.
Mirador del Quinquilil, Parque Nacional Villarrica, Región de La Araucanía
Partimos esta lista con una región que sí o sí hay que conocer en otoño: La Araucanía. En este caso, para conocer el sendero Mirador de Quinquililil en el Parque Nacional Villarrica. Este es un sendero de 8 km (solo ida), de baja dificultad. Además, tiene un desnivel acumulado de 800 metros, y que puede demorar en hacerse unas 8 horas en ir y volver.
El sendero se ubica en una zona más andina y desconocida del Parque Nacional Villarrica. Su paisaje está dominado por bosques de lengas, coigües, araucarias y ñirres, para luego dar paso a un bosque de robles. Es así, en otoño, una espectacular ruta de colores amarillos y rojos de los Nothofagus, que contrastan con las siempreverdes araucarias. Luego, es sendero finaliza con una imperdible vista en una meseta sobre los 1899 metros, con vistas a los volcanes Lanín, Quetrupillán y Villarrica, junto a los cerros de Las Peinetas y el volcán Quinquilil o Colmillo del Diablo.
Para realizar esta ruta hay que pagar la entrada al Parque Nacional Villarrica.
Laguna Pirquinco, Región del Biobío
Este lugar es un imperdible de Alto Biobío, sobre todo en otoño, resguardado a los pies de la cordillera de Tricauco. Para llegar a esta laguna se recorren de 9,5 km de ida a través de un hermoso bosque nativo de coigües, lengas, robles y ñirres. Es así, en otoño, un escenario de mágicos colores. Es de baja dificultad, con un desnivel acumulado de 1000 metros y puede tomar un rango de tiempo de cuatro a cinco horas en realizarse.
Desde la laguna se puede seguir subiendo a un mirador para apreciar los paisajes, como valles cercanos. Desde ahí también es posible tener vistas a los volcanes Copahue y Callaqui, además de ser punto de partida para la excursión hacia la laguna de Los Patos.
Para realizar esta ruta hay que registrar la visita y pagar entrada en el lugar. Si es que se desea acampar, importante hacerlo en lugares permitidos.
La vuelta de los digüeñes, Santuario de la Naturaleza Alto Huemul, Región de O’Higgins
Este es un hermoso circuito que atraviesa un bosque de robles en el Santuario de la Naturaleza Alto Huemul. Es un circuito corto, de 3,5 kilómetros, con un desnivel acumulado de 247 metros. Ideal para la familia, que puede demorar una hora y media en realizarse.
Este recorrido se inicia y termina en la zona donde se encuentran varios de los campamentos del santuario. Es una de las mejores opciones para conocer la reserva y su bosque relicto. Su nombre lo recibe porque los primeros meses de primavera se puede ver una gran cantidad de digüeñes. El otoño es una de sus épocas más atractivas por el color de las hojas de los robles.
Para realizar esta rica se necesita permiso de ingreso a Alto Huemul, pagando una tarifa de ingreso.
Mirador de Victorino, Santuario de la Naturaleza Alto Huemul, Región de O’Higgins
Este es otro sendero para adentrarse al Santuario de la Naturaleza Alto Huemul, en otra caminata que recorre hermosos sectores cubiertos de roble (Nothofagus macrocarpa). Estos árboles, durante otoño, se tornan de color rojizo, transformando a este lugar en un atractivo para visitar en la época.
El recorrido termina en un hermoso mirador con vistas a buenas partes del lugar. Es un circuito de baja dificultad, con una longitud total de 3,4 kilómetros y un desnivel de 177 metros. Solo la ida puede demorar una hora.
Para realizar esta ruta se necesita permiso de ingreso a Alto Huemul, pagando una tarifa de ingreso.
Mirador Cerro Castillo, Parque Nacional Cerro Castillo, Región de Aysén
En una lista de trekking de otoño no se puede dejar de lado a Cerro Castillo, un emblema de la Patagonia aysenina. El Mirador Cerro Castillo es un sendero alternativo que permite acceder desde la localidad de Cerro Castillo al hito principal de su tradicional travesía. De todas formas, se atraviesan bosques y praderas para luego tener vistas de impresionantes glaciares, el valle del río Ibáñez y Cerro Castillo.
Este recorrido es de 12,4 km (ida y regreso), tiene 1090 de desnivel acumulado y puede demorar 7 horas en realizarse. Se recomienda ir a comienzos de otoño para ver las tonalidades de la estación propias del bosque nativo, entre el que se encuentran espacies como lengas y ñirres.
Para realizar esta ruta hay que pagar la entrada al Parque Nacional Cerro Castillo.
Como cualquier estación, para realizar estos recorridos durante otoño hay que tener ciertas consideraciones. Por ejemplo, Mena explica que “los días son más cortos y con mayor razón aún, es importante planificar la excursión revisando antes toda la información de la ruta. También, el clima puede ser más frío. Es importante llevar guantes, gorro, cortaviento y una capa de abrigo, como un polar o una parka de pluma. Revisar el pronóstico del clima antes de salir de la casa es esencial”.
Además, hay que preocuparse de respetar el entorno que se está visitando. Esto quiere decir, entre muchas cosas, que hay que llevarse la basura, dejar el lugar tal como lo encontramos y ser conscientes de que hay otros visitantes. Depende de todos cuidar el maravilloso patrimonio natural de Chile en todas estaciones del año.