Venezuela: Un programa ayuda en la reproducción y liberación del caimán del Orinoco, una especie en peligro de extinción
También conocido en Colombia como el caimán de los Llanos, el Caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius) es una especie endémica que habita en las riberas del río Orinoco, uno de los ríos más importantes de Sudamérica y el tercer río más caudaloso del mundo. Este transcurre por más de 2.800 kilómetros en ambos países, constituyéndose en frontera. Esta especie está considerada en Peligro Crítico de extinción, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En Venezuela, el Programa de Conservación del Caimán del Orinoco cuenta con más de 30 años. En varios centros de cría se gestiona una iniciativa que durante años ha reunido a sectores público y privado. Las últimas estimaciones sitúan la población en menos de 250 especímenes en ambos países, aunque en un documento de 2017 se reconoce que no se ha podido determinar el tamaño de la población en 17 de las 34 áreas reportadas con presencia de la especie.
El caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius) es una especie de cocodrilo que es endémica de Venezuela y Colombia. Este reptil, que está considerado el depredador más grande del continente, debe su nombre a su hábitat natural, que es la ribera de la cuenca hidrográfica del río Orinoco, que nace en el estado Amazonas, en Venezuela, y transcurre la mayor parte por este país y por Colombia. El Orinoco es uno de los ríos más importantes de Sudamérica y el tercer río más caudaloso del mundo. Este transcurre por más de 2.800 kilómetros en ambos países, constituyéndose en frontera.
Esta especie está considerada en Peligro Crítico de extinción, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En Venezuela, el Programa de Conservación del Caimán del Orinoco cuenta con más de 30 años. En varios centros de cría se gestiona una iniciativa que durante años se ha cimentado en un modelo que ha reunido a sectores público y privado. Este programa está principalmente orientado —o enfocado— en la cría y recuperación de esta especie, que es una de las más amenazadas del continente. En Venezuela, el caimán del Orinoco está también incluido en una lista oficial de especies de fauna silvestre en peligro, refrendada por un el decreto 1486 del 10 de octubre de 1996.
Este año, durante los meses de mayo y junio, se logró la eclosión de cientos de huevos en el centro especializado perteneciente al Ministerio de Ecosocialismo de Venezuela. En total, se logró el desove de los huevos en dos de los ocho nidos que se encuentran en cautiverio, con tasas o índices de éxito de más de 96% de fertilidad exitosa.
Estas acciones de conservación del caimán del Orinoco son especialmente significativas en este país, aquejado por crisis económica y con merma en la cantidad de recursos que se destinan a instituciones de investigación y proyectos de conservación de esta índole. En contraposición, las tareas y proyectos se desarrollan con participación en conjunto con las comunidades locales, organizaciones gubernamentales, universidades y centros de estudios, además de varias empresas privadas.
El programa también ejecuta anualmente jornadas de liberación o reinserción de especímenes en sus áreas de distribución natural de ejemplares del caimán del Orinoco que han sido criados en cautiverio. Estas actividades hacen parte de una excelente estrategia de concientización para que las comunidades locales, instituciones, sector privado, para que sirvan como incentivo y les invite a participar e integrarse al programa.
Las últimas estimaciones sitúan la población en menos de 250 especímenes en ambos países, aunque se reconoce que no se ha podido determinar el tamaño de la población en 17 de las 34 áreas reportadas con presencia de la especie. Actualmente, el Cocodrilo del Orinoco se puede encontrar en una pequeña porción de su distribución histórica en grandes ríos como Arauca, Bita, Cinaruco, Guaviare, Guayabero, Lozada, Meta, Vichada, Orinoco, Casanare, Cusiana, Ele, Lipa, Cravo Norte, Cravo Sur, Ariporo.
Una especie de características únicas
El cocodrilo del Orinoco es una de las especies de cocodrilos más grandes que existen en el mundo. El individuo más grande alguna vez documentado tenía 669 cm de longitud total. Esta especie habita en una variedad de hábitats que incluyen ríos en bosques tropicales siempreverdes, arroyos de piedemonte en las estribaciones de los Andes y ríos estacionales en sabanas, según estudios de Medem (1983).
Las hembras maduran a aproximadamente 250 m de longitud total y anidan en las riberas de los ríos entre enero y febrero (estación seca) y las crías emergen alrededor de tres meses después, generalmente sincronizadas con el comienzo de la estación húmeda (Seijas et al. 2010). Los huevos son depositados en agujeros excavados por la hembra y el tamaño de la puesta varía entre 32 y 44 huevos, con un máximo reportado de 66 huevos.
«Desde 1990, el Estado venezolano y el Grupo de Especialistas en Cocodrilos de Venezuela, en estrecha colaboración con productores del campo, organizaciones de la sociedad civil, universidades nacionales y comunidades organizadas, desarrollan el Programa de Conservación del Caimán del Orinoco. En 27 años del programa, producto de la cría en cautiverio se han liberado un total de 9867 ejemplares mayores de un año de edad, incluyendo 13 animales adultos y subadultos rescatados del cautiverio ilegal y retornados al medio silvestre«, reseña una nota de la periodista Fernanda Sánchez Jaramillo, de Mongabay Latam, que data de 2017.
Aunque la amenaza previa de sobreexplotación ya no es significativa, se reportan bajos niveles de captura ilegal por miedo a los cocodrilos. Aunque hay algunas excepciones para consumo local, especialmente de especímenes jóvenes, llamados «babas» en Venezuela para el consumo de su carne. Pero persisten las amenazas continuas son el cambio de hábitat, la fragmentación del hábitat y la contaminación debido al desarrollo de las riberas y la ocupación humana.
El cocodrilo del Orinoco fue fuertemente cazado a principios y mediados del siglo XX principalmente por su piel. De acuerdo con investigaciones, reseñadas por la UICN, se estima que un total de al menos 254,000 pieles de animales maduros fueron extraídas de cinco áreas principales en Colombia entre 1920 y 1950. La especie está actualmente protegida por leyes nacionales e internacionales que prohíben su uso de cualquier tipo, con excepción de intercambios de investigación científica y zoológico. Sin embargo, todavía se reporta caza furtiva a baja escala en algunos ríos de Venezuela y Colombia principalmente por miedo o consumo local (carne y huevos).
Un programa venezolano para rescatar el caimán del Orinoco
El Fundo Pecuario Masaguaral, fundado en 1984 para enfocarse principalmente en la conservación del caimán del Orinoco, como estrategia para tratar de evitar su extinción. Es preciso hacer la salvedad de que esta actividad comenzó mucho antes en biólogo Tomás Blohm en la Finca el Paraíso en Camatagua, en el céntrico estado de Aragua, de donde llegaron los primeros reproductores.
Blohm tomó la iniciativa apoyado en el grupo de especialistas dirigido por la Fundación para la Defensa de la Naturaleza (FUDENA) y de la UICN, con las autorizaciones oficiales del Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables MARNR estableció en Masaguaral, un zoocriadero participando así en el programa de protección del Caimán del Orinoco declarado por la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza, UICN, como una de las 12 especies más amenazadas a nivel mundial.
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Luego en el año 2000 FUDECI se unió a este programa mediante un Convenio de Cooperación con el Fundo Pecuario Masaguaral el cual se mantiene vigente. FUDECI se encarga de la búsqueda de fondos para la alimentación, realiza investigaciones para mejorar la cría de caimanes, brinda asesoramiento veterinario y realiza las liberaciones de los juveniles en el medio natural. El Proyecto de conservación del Caimán del Orinoco en sus diferentes etapas cuenta con un zoocriadero que comprende: lagunas para reproducción, área para la preparación de alimentos, zona de incubación y tanquillas para el levantamiento de crías.
Este zoocriadero es el único que se ha mantenido liberando juveniles ininterrumpidamente durante los últimos 24 años, ha producido el 40% de todos los ejemplares liberados, y fue el único en el país que produjo Crocodilus acutus. Desde 1991 en coordinación con el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales, se han liberado, en los lugares designados por los especialistas, centenares de caimancitos del zoocriadero de Masaguaral. Hasta la fecha el zoocriadero a liberado al medio natural 3.248 ejemplares, lo que representa el 35% de los caimanes liberados por los 9 zoocriaderos que ha participado en esta actividad.