Una campaña para salvar el mar patagónico
Nuestra colaboradora Florencia Ortúzar nos comparte hoy una reflexión sobre la amenaza que representa la industria del salmón para la vida marina en la región de Magallanes y cómo podemos ayudar a protegerla.
La Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), una ONG ambiental regional, junto con RealChile, ONG ambiental de producción audiovisual y campañas, han lanzado una campaña para proteger el mar de la Patagonia Sur chilena de una amenaza latente: la industria del salmón que está expandiéndose a la región de Magallanes.
Los daños que ha causado la industria salmonera en regiones ubicadas más al norte de Magallanes, especialmente en Los Lagos y Aysén, ha sido bien documentada, incluyendo crisis sanitarias, ambientales e incluso sociales.
Esto se debe a que la regulación existente para la salmonicultura no se está cumpliendo. Es por ello que las salmoneras están produciendo más de lo que el mar puede soportar y lo están haciendo sin el debido cuidado.
La campaña de la que les hablo se enfoca en Magallanes, porque es una región que puede ser «salvada», ya que las salmoneras han ingresado, pero todavía no se han extendido demasiado. Magallanes es importante además porque, siendo la región más prístina y con más áreas protegidas del país, es también la más vulnerable a la intervención humana. Sus aguas están menos «acostumbradas» a la intervención, por lo que sus ecosistemas podrían colapsar más rápido. Finalmente, la relevancia radica en que Magallanes es parte de la Patagonia chilena, uno de los últimos lugares vírgenes que quedan en la tierra. ¡Como chilenos, nos toca protegerla!
La campaña incluye una denuncia presentada el lunes pasado ante la Superintendencia del Medio Ambiente. Esta denuncia está basada en un informe de la Contraloría General de la República que evidencia que, entre 2013 y 2015, el 53% de las concesiones de salmonicultura en Magallanes operaban en «condiciones anaeróbicas».
Una zona de mar puede tornarse anaeróbica por el depósito excesivo de desechos (en el caso de las salmoneras, estos vienen en la forma de antibióticos y otros químicos con los que se alimenta a los salmones, colorantes, y las heces de los peces). Este material externo hace que aumente la demanda de oxígeno, lo que puede llegar a asfixiar la vida marina. La falta de oxígeno bajo el mar es gravísima pues se traduce en zonas de mar literalmente muertas donde la vida no es posible.
Además, AIDA y #RealChile lanzaron una petición online para conseguir firmas que generen ruido y presión pública, para incentivar al Gobierno chileno a actuar. Si te interesa apoyar esta petición, te invito a firmar AQUÍ.
El daño que están provocando más de la mitad de las concesiones de salmonicultura ya concedidas en Magallanes no es visible, porque ocurre bajo el mar. Hay muchas otras concesiones en espera de ser aprobadas y, de seguir por este camino, un colapso total del ecosistema marino de la Patagonia sur es inminente.
Si quieres seguir la campaña, puedes hacerlo a través de su página de Facebook.