“Trafkintun Villarrica mew”: recuperación de economía mapuche
Nuestro colaborador invitado, Julián Caviedes, tuvo la oportunidad de participar en un “trafkintu”, tradición socioeconómia ancestral de origen mapuche, basada en el intercambio de bienes materiales e inmateriales entre comunidades. En el siguiente post, conoceremos cómo se vive y en qué consiste este rito que nos remonta al pasado y que es considerado por el autor, “una esperanzadora forma de economía alternativa”.
El lunes 18 de abril de 2016 tuve la oportunidad de asistir a la 7ª versión del trafkintu de Villarrica, organizado por comunidades mapuche en conjunto al Departamento de Desarrollo Rural de la Ilustre Municipalidad de Villarrica.
El trafkintu es una tradición socioeconómica ancestral de origen mapuche basada en el intercambio tanto de bienes materiales como inmateriales (conocimientos, saberes, experiencias y prácticas tradicionales).
Alrededor de 600 agricultores y agricultoras de comunidades indígenas y no indígenas se congregaron a eso de las nueve horas en la pampa del Parque Municipal de Villarrica, con árboles, plantas, animales, y principalmente, semillas listas para ser intercambiadas.
Como es costumbre para el pueblo Mapuche, antes de comenzar con el intercambio, se realizó un yeyipun alrededor del rehue en el que se ofrendaron alimentos tradicionales como catutos y muday, además de diferentes tipos de semillas.
El yeyipun es una rogativa mapuche en la que se invoca a los ancestros para saludar y pedir permiso antes de dar inicio a alguna actividad. En estas rogativas, realizadas en mapuzungun por una machi o alguna autoridad de similar importancia, se da cuenta de la vitalidad, resiliencia y fortaleza de la cultura tradicional mapuche.
Una vez comenzado el intercambio, la pampa del parque municipal se convirtió en un festival de la diversidad genética, con un carnaval de semillas de distintas formas, tamaños y colores, pasando de mano en mano entre los asistentes.
En el trafkintu, son principalmente las mujeres quienes transmiten los conocimientos tradicionales asociados a los productos intercambiados tales como las épocas de siembra, las formas de cultivo y los cuidados necesarios. Estas prácticas de transmisión oral de sabiduría tradicional, fomentan la creación de lazos entre los distintos trafkinche, quienes aprovechan además de “armarse” para sus propias huertas.
“Con 4 semillas yo me armo para esta temporada, de ahí voy juntando y cambiando”, contaba una agricultora de una comunidad cercana a Panguipulli, mientras intercambiaba semillas de porotos pallar por semillas de quinoa o quinwa mapuche. Cabe destacar que el rol que cumplen las curadoras de semillas en el trafkintu. Son mujeres cuya misión autoimpuesta es conservar, mantener y proteger distintos tipos de semillas y compartirlas con otros, facilitando así la variabilidad genética y aportando a un rescate efectivo de la biodiversidad y el patrimonio biocultural local.
El trafkintu termina con un misawun donde se comparten alimentos o un rokin entre los participantes. En tiempos en que la soberanía alimentaria y las semillas se ven amenazadas por transnacionales y tratados de repudiable aprobación, la revitalización del trafkintu aparece como una esperanzadora forma de economía alternativa y solidaria. Por el momento, comienza a secar y guardar tus semillas mientras esperas la próxima versión de un nuevo trafkintu.
Glosario:
– Trafkintu: intercambio.
– Yeyipun: rogativa para iniciar alguna actividad.
– Rehue: altar ceremonial.
– Mapuzungun: idioma mapuche.
– Machi: agente de salud y autoridad espiritual y religiosa mapuche.
– Misawun: acción de compartir alimentos.
– Rokin: alimentos.
– Muday: bebida tradicional en base a trigo principalmente.
– Catuto: alimento tradicional parecido al pan hecho de trigo cocido y molido.