La ballena de aleta o ballena fin (Balaenoptera physalus) es el segundo animal más grande del planeta después de la ballena azul, llegando a medir hasta 27 m y pesar hasta 120 toneladas. Es una especie que se encuentra en todos los océanos, desde el trópico hasta los polos, siendo más abundante en latitudes medias y altas.

Para esta especie, así como para la mayoría de los grandes cetáceos, se ha descrito un patrón tradicional de migración en que los animales se desplazan hacia zonas tropicales durante el invierno, donde se aparean y tienen sus crías, para luego moverse hacia los polos en el verano para alimentarse. No obstante, evidencia científica más reciente, tanto en Chile como en otras partes del mundo, hace pensar que este patrón de migración no sería necesariamente cierto.

©Guido Pávez
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Por ejemplo, las aguas adyacentes a las islas pertenecientes a la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt (Islas Choros, Damas y Chañaral) han sido reconocidas como un importante sitio de alimentación para la especie en época estival, así como para otros grandes cetáceos, como la ballena azul y la ballena jorobada. Esta zona en cuestión es un importante foco de surgencia marina (ascenso de aguas profundas, frías y ricas en nutrientes), y por ende, de alta concentración de fitoplancton, lo que sustenta grandes biomasas de krill, presa principal de las ballenas. Por lo tanto, ya que las ballenas de aleta tienen abundante alimento (krill) durante la época de primavera-verano ¿Será que algunos individuos se quedan en la costa chilena y no migran hacia la Antártica a alimentarse?

©Guido Pávez
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Para responder esta pregunta, un grupo de investigadores de la Universidad de Valparaíso liderados por la Dra. Maritza Sepúlveda, mediante un proyecto financiado con fondos del Gobierno Regional de Atacama a través de INNOVA-CORFO, instaló transmisores satelitales en seis ballenas de aleta en las aguas adyacentes a las islas de la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, en la zona centro-norte de Chile durante la primavera de 2015. El objetivo de este estudio fue examinar las rutas de movimiento, comportamiento, y uso de hábitat de la ballena de aleta en el Océano Pacífico Sureste.

Transmisores satelitales: ¿Qué son y para qué sirven?

Ballena con el transmisor satelital insertado ©Guido Pávez
Ballena con el transmisor satelital insertado ©Guido Pávez

Los transmisores satelitales son dispositivos electrónicos que se instalan en animales para estudiar sus patrones de movimiento. Básicamente estos aparatos envían una señal que es captada por un satélite en el momento que las ballenas salen a respirar a la superficie, con lo cual el investigador obtiene la posición geográfica del animal que porta el transmisor.

Debido a que las ballenas son capaces de desplazarse grandes distancias en el océano, estos dispositivos sirven para identificar sus rutas migratorias, áreas de alimentación y reproducción, y hábitats más importantes. Además, como algunos de estos dispositivos poseen sensores de presión, es posible determinar la profundidad y duración de los buceos de los animales y con ello aprender más de su conducta de alimentación.

Algunas ballenas se quedan

©Guido Pávez
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Los resultados del estudio mostraron que la gran mayoría de los animales marcados permanecieron en las costas de Chile entre Caldera y Concepción durante el verano y comienzos del otoño, y no realizaron el típico desplazamiento a aguas antárticas para alimentarse. Los desplazamientos de estos individuos fueron generalmente costeros, es decir, dentro de los primeros 50 km desde la línea de costa. La excepción fue un animal que salió alrededor de 500km fuera de la costa, para luego regresar al litoral. Durante sus desplazamientos, estas ballenas regresaron sucesivas veces a las aguas aledañas a la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt.

Sólo una de las ballenas marcadas se desplazó hacia el sur sin retornar a la zona centro-norte de Chile. En primer lugar, este ejemplar se movió hacia océano abierto, para posteriormente desplazarse continuamente hacia el sur recorriendo casi 4.000 km en 47 días, dejando de emitir señal cuando se encontraba aproximadamente frente a las costas de Puerto Natales en el extremo sur de Chile. Este individuo sería la única de las ballenas marcadas que cumplió con el patrón tradicional de migración hacia Antártica.

Rutas de desplazamiento de las seis ballenas de aleta marcadas.
Rutas de desplazamiento de las seis ballenas de aleta marcadas.

En la imagen: Rutas de desplazamiento de las seis ballenas de aleta marcadas en el centro-norte de Chile. Los colores indican la ruta seguida por cada individuo. El mapa de la derecha muestra los desplazamientos de cuatro ballenas que permanecieron en el área entre Copiapó y Valparaíso. Tomado de: Sepúlveda et al. (2018).

Interesantemente, y de acuerdo a los patrones de movimiento observados, las ballenas que permanecieron en el litoral chileno dedicaron la mayor parte de su tiempo a alimentarse. Por el contrario, el animal que siguió la ruta migratoria hacia la Antártica prácticamente no se alimentó, desplazándose de manera casi recta hacia el sur.

En conclusión, este estudio mostró que la mayoría de las ballenas marcadas estarían alimentándose cerca de la costa, particularmente en tres áreas: (1) Copiapó hasta Coquimbo, (2) cerca de Valparaíso y (3) frente a Concepción, siendo la primera de éstas la zona donde las ballenas pasaron la mayor parte del tiempo. Asimismo, este estudio sugiere que sólo algunas de las ballenas de aleta observadas en la zona centro-norte de Chile realizarían el patrón tradicional de migración desde el trópico hacia aguas antárticas, mientras que otros individuos permanecerían alimentándose en las costas del centro-norte de Chile en el verano.

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Este trabajo no solo aporta nueva información sobre los patrones de movimiento, comportamiento y uso de área de la ballena de aleta en Chile, sino que es también de particular interés para promover la creciente actividad de observación de ballenas (comúnmente conocida como “whale watching”) y para informar de manera adecuada los esfuerzos de conservación y manejo de esta especie en el territorio nacional. Los resultados de este estudio fueron publicados recientemente en la revista Aquatic Conservation: Marine and Freshwater Ecosystems.

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