Cientos de colores y formas se elevan por el cielo. Las risas de los niños que sostienen los volantines se escuchan de fondo, mientras que estas estructuras planean en la dirección del viento. De repente, una ráfaga de aire los toma por sorpresa y sueltan el extremo que tenían sujeto entre sus pequeñas manos. El volantín se aleja sin control, hasta que se pierde en el horizonte.

La historia no termina allí, ya que lo más probable es que ese volatín acabe enredado en alguna parte, quedando su hilo desperdigado entremedio de cableados eléctricos, árboles o arbustos. Lamentablemente, al ser blanco o casi transparente, es poco probable que los animales que habitan por esas zonas sean capaces de distinguirlos, siendo presas fáciles para este enemigo invisible.

Con la llegada de septiembre y las Fiestas Patrias en Chile, una de las tradiciones más esperadas es la de elevar volantines. Sin embargo, aunque se trata de una actividad popular y festiva, su práctica irresponsable podría tener consecuencias devastadoras para la fauna silvestre, afectando principalmente a las aves, desde rapaces hasta pequeñas aves acuáticas, incluso las que son migratorias o nocturnas.

Volantines en el cielo. Créditos: Quang Nguyen Vinh.
Volantines en el cielo. Créditos: Quang Nguyen Vinh.
Aguilucho (Geranoaetus Polyosoma) lastimado por el hilo de volantín. Créditos: Adolfo Pavez Jara (@Faunantoni).
Aguilucho (Geranoaetus Polyosoma) lastimado por el hilo de volantín. Créditos: Adolfo Pavez Jara (@Faunantoni).

«El grupo más afectado por el hilo curado son, sin duda, las aves. Su vuelo las hace particularmente vulnerables a estos hilos casi invisibles, que actúan como trampas mortales en el aire. Aves rapaces como el peuco, las águilas y los tiuques, con sus amplias alas, corren un alto riesgo de enredarse, lo que puede provocar fracturas, amputaciones o incluso la muerte por estrangulamiento. Otras especies comunes, como los queltehues y zorzales, también son víctimas frecuentes», comenta Guillermo Saenz, rescatista de fauna silvestre y guardafaunas.

«Pero no solo las aves se ven afectadas. Aunque en menor medida, algunos mamíferos también pueden resultar heridos por el hilo curado abandonado. Pequeños animales como roedores o murciélagos pueden quedar atrapados y morir de hambre o deshidratación, mientras que mamíferos más grandes, como zorros, pueden sufrir cortes profundos al entrar en contacto con el hilo», agrega.

Aguilucho (Geranoaetus Polyosoma) lastimado por el hilo de volantín. Créditos: Adolfo Pavez Jara (@Faunantoni).
Aguilucho (Geranoaetus Polyosoma) lastimado por el hilo de volantín. Créditos: Adolfo Pavez Jara (@Faunantoni).
Volantines en el cielo. Créditos: Steve Gadomski.
Volantines en el cielo. Créditos: Steve Gadomski.

En esta línea, cada año, el hilo de volantín que se usa termina volviéndose una amenaza considerable para diversas especies, especialmente si se trata de hilo curado. Del mismo modo, además de las heridas, mutilaciones e inanición, el hilo también puede ser ingerido accidentalmente por los animales, causando obstrucciones digestivas severas.

«Las principales lesiones son daños en el plumaje (que en algunos casos puede significar estar meses en centros de rehabilitación a la espera que estas muden sus plumas para poder volver a volar), heridas o cortes, estrangulamiento, pérdida de dedos, fracturas y mutilaciones (que normalmente podrían llegar a provocar que el animal no pueda volver a vivir en vida silvestre y deba ser derivado a cautiverio)», menciona Saenz.

Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS).
Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS).
Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS).
Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS).

Volantines y Fiestas Patrias en Chile

El cuatro de septiembre una lechuza (Tyto alba) quedó enredada con el hilo de un volantín. La encontraron colgando de un techo en el sector Lonquén, en Talagante. Gracias al rápido actuar de las personas que la vieron, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) pudo rescatarla con vida, para luego trasladarla al Centro de rehabilitación del Zoológico Nacional.

«El proceso de rehabilitación de estos individuos parte por el rescate y su traslado a centros de rehabilitación de fauna silvestre (CEREFAS), en los cuales comienza el proceso de rehabilitación física o de recuperación de las heridas provocadas por el hilo. Posteriormente, estos pacientes pasan a rehabilitación en los que se puedan volver a adaptar a la vida silvestre. Este proceso puede durar meses e incluso años en los que el animal se debe mantener en cautiverio con cuidados diarios realizados por profesionales capacitados en el área», afirma Saenz.

«Siempre lo primero que realizamos es un examen físico profundo para determinar el daño que el ave sufrió. En el peor de los casos, si la lesión compromete su calidad de vida de forma significativa, el tratamiento más humanitario es la eutanasia. Si sus lesiones pueden tratarse, comienza la etapa llamada Rehabilitación Intensiva, donde nos enfocamos en curar sus lesiones y darle los fármacos necesarios para evitar dolor, inflamación e infecciones. Una vez recuperado, debemos evaluar nuevamente su capacidad de volar, desarrollar sus conductas naturales e incluso cazar si es necesario. Lamentablemente, el daño que el hilo ejerce en sus alas no siempre es reversible, por lo que es posible que no todos los pacientes tratados vuelvan a su medioambiente», explica por su parte con Carolina Sánchez, médico veterinario perteneciente a la Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS), de la Universidad Andrés Bello.

Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS).
Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS).

Es así como, el caso presentado inicialmente, es tan solo uno de los muchos otros que se registran durante el año. Sin embargo, es justamente en septiembre cuando esta problemática se ve exacerbada.

Durante las Fiestas Patrias en Chile cientos de personas se reúnen para llevar a cabo esta tradición, muchas veces sin saber que el hilo que utilizan estas hermosas figuras de colores podría estar realizado con fibra natural o sintética, la que a su vez está recubierta por algún elemento abrasivo, como es el caso de cristal o vidrio pulverizado. Son estas características las que hacen del hilo curado un arma mortal, llegando a ser sumamente afilado, al punto de cortar casi cualquier cosa cuando se tensa.

Es debido a su peligrosidad que se encuentra prohibido su uso en Chile. La Ley 20.700 prohíbe la venta y manipulación del hilo curado desde 2013, precisamente debido a sus peligros, tanto para la fauna silvestre como para los seres humanos. Por lo mismo, se establecen sanciones económicas y penales para quienes incumplan las regulaciones.

Aguilucho (Geranoaetus Polyosoma) lastimado por el hilo de volantín. Créditos: Adolfo Pavez Jara (@Faunantoni).
Aguilucho (Geranoaetus Polyosoma) lastimado por el hilo de volantín. Créditos: Adolfo Pavez Jara (@Faunantoni).

De acuerdo con lo indicado, la persona que utilice o facilite el uso del hilo curado se arriesga a recibir una multa que va de dos a 50 UTM. Sin embargo, esta cifra aumenta si es que la persona es atrapada fabricando o comercializando este hilo, llegando a ser castigadas con una pena de presidio menor y con una multa de entre 100 a 500 UTM.

«Aunque las regulaciones con las que contamos en la actualidad permiten fiscalizar y hasta sancionar con multas de alto valor a las personas que utilicen o comercialicen hilo curado, aún falta un largo camino por recorrer en el área de la educación medioambiental, ya que es común escuchar a personas que no saben los daños que podría llegar a causar un “simple” hilo o que creen que solamente el hilo curado puede dañar a la fauna silvestre. Es por eso que se vuelve de suma importancia educar a la comunidad sobre esta temática al igual que acerca de muchas otras relacionadas con el medioambiente. La educación ambiental y la participación activa de la comunidad son fundamentales para lograr un cambio real y proteger a nuestra valiosa fauna silvestre de los peligros del hilo de volantín», opina Saenz.

«Lamentablemente, la ley solo regula el uso de hilo curado, no del hilo común. Solo se destaca el volantín competitivo, pero si una persona particular desea elevar volantines con motivos de diversión, no hay leyes que lo regulen. Sería ideal que se acoten los espacios para el uso de estos elementos, y a su vez incentivar la realización responsable de este tipo de actividades. De esta manera podremos evitar futuros accidentes en las personas y fauna silvestre», señala Sánchez por su lado.

Volantines en el cielo. Créditos: Nainotephoto.
Volantines en el cielo. Créditos: Nainotephoto.
Volantines en el cielo. Créditos: pwing.
Volantines en el cielo. Créditos: pwing.

No hay que olvidar el hilo común

De igual forma, de acuerdo con expertos, tanto el hilo normal como el curado se presentan como graves amenazas para la fauna silvestre, ya que las aves, por ejemplo, corren el riesgo de quedarse atrapadas sin importar si el hilo es cortante o no.

Como forma de enfrentar este problema, diversas organizaciones ambientalistas lazan todos los años campañas en redes sociales para concientizar sobre el tema y llamar a los festejantes a ser más precavidos. El año pasado, por ejemplo, se lanzó la campaña #RecogeTuHilo, la que fue respaldada por los Centros de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad Andrés Bello, la Universidad de Concepción, la Universidad Austral de Chile y la Fundación Ñamku. Esta iniciativa también se repitió este año.

En paralelo, de igual forman se han establecido proyectos de ciencia ciudadana para monitorear el impacto del hilo de volantín en la fauna. La plataforma iNaturalist, por ejemplo, permite a los ciudadanos registrar aves afectadas por hilo de volantín, facilitando la recopilación de datos y la respuesta a emergencias. Expertos también instan a notificar inmediatamente a los centros de rescate locales si se encuentran animales heridos.

Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS).
Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS).
Aguilucho (Geranoaetus Polyosoma) lastimado por el hilo de volantín. Créditos: Adolfo Pavez Jara (@Faunantoni).
Aguilucho (Geranoaetus Polyosoma) lastimado por el hilo de volantín. Créditos: Adolfo Pavez Jara (@Faunantoni).

«Al encontrar un ejemplar herido por hilo de volantín (o cualquier otro tipo de lesión o incapacidad) lo ideal es poder vigilar al animal evitando, dentro de lo posible, el estrés de este y protegiéndolo de posibles depredadores o peligros (perros, gatos u otras personas). En caso que el animal se encuentre en peligro inminente, o que este corra peligro de hacerse más daño, lo recomendable es capturarlo con mucho cuidado (siempre utilizando guantes adecuados) y contenerlo en una caja con agujeros para que este pueda respirar. Posteriormente, se debe contactar con el SAG o con su centro de rehabilitación de fauna silvestre más cercano para que estos puedan gestionar el rescate del ejemplar», menciona Saenz.

«De no recibir respuesta, se recomienda realizar el traslado de forma particular al centro de rehabilitación. Dentro de los que encontramos El Zoológico Nacional, Unidad de Rescate de Fauna Silvestre de la Universidad Andrés Bello (Colina) y Cascada de las Ánimas (Cajón del Maipo)», agrega.

En este sentido, las precauciones que pueden tomar los ciudadanos son las siguientes: procurar que el hilo que se quiere utilizar sea uno normal, limitar el uso de hilo tradicional a áreas no protegidas, como campos despejados, y siempre preocuparse por desechar el hilo de forma segura y responsable, para evitar que este llegue a parar a la naturaleza.

Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS).
Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Adolfo Pavez Jara (@Faunantoni).
Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS).
Peuco (Parabuteo unicinctus) herido por hilo de volantín. Créditos: Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre (UFAS).

De acuerdo con lo anterior, existen formas de diferenciar el hilo tradicional, que es de algodón, del curado. Lo primero que hay que saber es que el hilo curado siempre es de creación artesanal. Asimismo, cuenta con tonalidades blanquecinas, las que se van modificando con el paso del tiempo. En segunda instancia, este hilo puede pasar de verse brillante a opaco, y es bastante más pesado que el de algodón. Por último, este hilo es bastante más grueso, lo que dificulta su manipulación, es decir, que es menos flexible.

«Las medidas de prevención son bastante «simples» para la comunidad. Elevar volantines lejos de árboles y objetos donde se pueda enredar el hilo (por ningún motivo en parques nacionales, reservas o santuarios de la naturaleza), no utilizar hilo curado (ya que es ilegal según la ley 20.700) y siempre llevarse el hilo (y toda la basura posible), por ningún motivo dejarlo tirado en el campo», explica Saenz.

«Además, a nivel personal, siempre intento recoger hilos que uno podría llegar a encontrar en el día a día con esperanzas de poder aportar al control de los hilos. También es importante considerar que no solamente el hilo curado genera daños en la fauna silvestre, ya que el hilo «común» o «sano» también causa daños importantes. Y siempre la mejor forma de prevención es no llevar a cabo estas prácticas», agrega.

Hilo de algodón. Créditos: Amlanmathur.
Hilo de algodón. Créditos: Amlanmathur.
Hilo de algodón. Créditos: Amlanmathur.
Hilo de algodón. Créditos: Amlanmathur.
Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...