Scouting fotográfico, la clave para tomar buenas fotografías
En tiempos en los que la fotografía de paisajes y naturaleza han adquirido cada vez mayor popularidad, y el acceso a la tecnología es cada vez más fácil, existen reglas sencillas que todo fotógrafo debería seguir para destacar. No estamos hablando sólo de técnica y talento, sino también de preparación y el llamado scouting o exploración. Sobre este tema nos habla más nuestro colaborador Andrés Puiggros. ¡No se lo pierdan!
El término inglés Scouting se ha aplicado al ámbito de la fotografía de forma común entre los fotógrafos, se traduce al español como “exploración”, definición que a mi gusto explica por sí sola esta actividad. En el mundo de los fotógrafos de paisajes los destinos más demandados en el mundo –por ejemplo Islandia, la Patagonia en Chile y Argentina o algunos parques nacionales de Estados Unidos–, están atiborrados de turistas y de fotógrafos que en algunas ocasiones esperan su espacio en el lugar para tomar la fotografía clásica. Ya es una práctica muy común por parte de los reconocidos (y no tan reconocidos también) fotógrafos internacionales el organizar talleres (conocidos como workshops) en estas locaciones, e incluso los organizan en fechas similares, como por ejemplo la temporada de auroras boreales en el norte u otoño en Patagonia. No es raro ver en los hoteles o lugares de hospedaje con varios reconocidos personajes del rubro en ciertas épocas.
La exploración fotográfica es una práctica que permite descubrir nuevos lugares con potencial atractivo para realizar tomas y encontrar composiciones atractivas; lugares en donde al amanecer o atardecer la luz tiene un rol importante, noches sin contaminación lumínica para realizar fotografías nocturnas o simplemente un sujeto fotográfico digno de ser capturado por nuestras cámaras.
La preparación es clave
Herramientas para poder planificar una buena exploración hay muchas. Personalmente utilizo Google Maps, Photo Pills y aplicaciones para el clima como Yr y Windy. Es clave informarse lo que más uno pueda del terreno y sus características, las horas de luz y los ángulos del sol, así como también de las condiciones climáticas. Y, si es posible, contactarse con gente que conozca el lugar, los locales son los que pueden aportar mucha información si es que uno les genera la confianza necesaria.
En la Región de Arica y Parinacota –extremo norte de Chile– por ejemplo, los lugares más reconocidos para la fotografía de paisajes están localizados en el altiplano, generalmente dentro del Parque Nacional Lauca y el Monumento Natural Salar de Surire. En ambos lugares podemos encontrar impresionantes escenas naturales con unos sujetos fotográficos muy atractivos, principalmente por el Lago Chungará y el volcán Parinacota en su borde y el Salar de Surire con sus texturas, contrastes y flamencos. Pero ¿son estos los únicos lugares que vale la pena visitar?
En los últimos años me he dedicado a realizar exploración fotográfica en la región, de tal manera de poder mostrar que Arica y Parinacota es más que los icónicos lugares que se conocen generalmente. A veces a metros de las rutas principales y en otras ocasiones luego de una esforzada caminata a más de 4.500 msnm, se encuentran lugares mágicos, escondidos y poco explorados que nos permiten presenciar las maravillas naturales del altiplano en esta zona.
En la siguiente imagen, les comparto uno de los lugares que he encontrado y que más me ha traído satisfacciones. En la panorámica se aprecia la belleza escénica del lugar, el que además tiene mucho potencial para fotografías de paisajes más íntimos, además de tener opciones en 360°. Este lugar se encuentra a pasos de una ruta muy transitada. ¡A veces sólo hay que aventurarse más allá de una loma o de una curva para encontrarse con sorpresas!
Las fotos las siguientes dos fotografías fueron las primeras que tomé del lugar experimentando distintas composiciones, sujetos fotográficos y momentos del día. Con esto uno se va haciendo la idea de los tiempos y momentos para las próximas visitas.
La exploración fotográfica es una práctica que todo fotógrafo debería incorporar, no sólo para paisajes, sino que para cualquier temática. El conocer nuevos lugares, distintos sujetos fotográficos, tener una búsqueda constante de composiciones, enfrentar diferentes condiciones de luz, etc., será la fuente de aprendizaje continua en este maravilloso mundo en el que comunicar lo que vemos a través de la luz capturada por nuestras fieles compañeras –las cámaras–, es nuestra pasión.
¡Atrévete y explora!